viernes, 30 de mayo de 2008

Cómo convertir a Chávez en terrorista en dos meses



Cronología de un montaje: Prensa, mentiras y ordenadores de las FARC
Pascual Serrano
Diagonal
El bombardeo de un campamento de las FARC en Ecuador por parte de Colombia inició una auténtica guerra mediática. Cualquier parecido entre la versión de los grandes medios y la realidad es mera casualidad.
Primero dijeron que era dictador, pero no convencieron a nadie, al ser el presidente americano que más elecciones había ganado. Después propagaron que se estaba armando hasta los dientes y era un peligro para la estabilidad de la región, pero la verdad es que Chávez nunca utilizó una sola arma fuera de su país. De modo que lo último ha sido convertirlo en terrorista en una operación mediática de dos meses. Repasemos la cronología de la operación y comparemos cada acontecimiento en la versión del eje mediático (El País, Tiempo, The Wall Street Jornal, el presidente colombiano Uribe, la Casa Blanca) y la versión de lo que realmente sucedió.
1 DE MARZO VERSIÓN DEL EJE MEDIÁTICO : El Ejército colombiano ataca un campamento de las FARC en una persecución en caliente cerca de la frontera de Ecuador. La noticia ocupa la primera plana de la prensa internacional.

VERSIÓN REAL : El Ejército colombiano bombardeó un campamento con los representantes internacionales de las FARC a las tres de la mañana mientras todos dormían. Para ello invadieron territorio ecuatoriano internándose dos kilómetros al interior del país. Asesinaron también a tres estudiantes mexicanos de una delegación que se entrevistaba con el comandante Raúl Reyes. Utilizaron tecnología y misiles estadounidenses y después remataron con un tiro de gracia a los heridos. Esa delegación guerrillera estaba en Ecuador para negociar con las autoridades francesas la liberación de Ingrid Betancourt. La muerte de Reyes abortó esa operación. Todos estos elementos se van sabiendo posteriormente poco a poco y apenas se incorporan en las páginas interiores de la prensa. Otro detalle a tener en cuenta es que el diario El Tiempo es propiedad de la familia Santos, cuyo director –Enrique Santos– es hermano del ministro de Defensa –Juan Manuel Santos– y primo del vicepresidente colombiano, Francisco Santos.

9 Y 10 DE MAYO VERSIÓN DEL EJE MEDIÁTICO : El día 9 de mayo The Wall Street Journal afirma que tuvo acceso a documentos procedentes del ordenador de Raúl Reyes que confirman que Chávez envió dinero a las FARC. La noticia es replicada en el diario El Tiempo y todas las agencias internacionales. Al día siguiente, el 10, el diario El País, de España, afirma haber tenido acceso también a los documentos de Raúl Reyes y titula “Los papeles de las FARC acusan a Chávez”. De nuevo, el diario El Tiempo replica la noticia.

15 DE MAYO La Interpol hace público el informe sobre los supuestos ordenadores de Raúl Reyes.

— - 16 DE MAYO VERSIÓN DEL EJE MEDIÁTICO : La prensa estadounidense, española y colombiana titula a toda plana que el informe de Interpol revela que los ordenadores eran de las FARC y no fueron manipulados por las autoridades colombianas. El diario El País afirma que, “según la agencia policial, Venezuela financió a las FARC”.

VERSIÓN REAL : El informe de Interpol no hace ninguna referencia al contenido de los archivos ya que, tal y como aclaran al comienzo, los expertos informáticos que lo realizaron “provenían de fuera de la región y no hablaban español” –eran asiáticos– con el objeto de “eliminar la posibilidad de que se viesen influenciados por el contenido de los datos que estaban analizando”. El informe confirma que miles de archivos tienen fecha falsa : “2.110 archivos cuyas fechas de creación oscilan entre el 20 de abril de 2009 y el 27 de agosto de 2009 ; 1.434 archivos cuyas fechas de última modificación varían entre el 5 de abril de 2009 y el 16 de octubre de 2010” y que los tres ordenadores, los discos duros externos y las llaves USB se conectaron después del ataque y antes de ser entregados a los investigadores en informática forense de la policía judicial colombiana. La Interpol denuncia, por tanto, que “el acceso a los datos contenidos en las citadas pruebas no se ajustó a los principios reconocidos internacionalmente para el tratamiento de pruebas electrónicas por parte de los organismos encargados de la aplicación de la ley”, hasta el punto de que en fechas posteriores al 1 de marzo de 2008, es decir, en manos de las autoridades colombianas, se comprueba la “creación de 273 archivos de sistema, apertura de 373 archivos de sistema y de usuario, modificación de 786 archivos de sistema y supresión de 488 archivos de sistema”. En cuanto a la procedencia de esos computadores, el informe comienza aclarando que “la verificación realizada por Interpol de las ocho pruebas instrumentales citadas no implica la validación de la exactitud de los archivos de usuario que contienen, de la interpretación que cualquier país pueda hacer de dichos archivos, ni de su origen”.

Ese mismo día se celebra la Cumbre América Latina y Caribe-Unión Europea en Lima. El asunto de las computadoras de las FARC y las acusaciones a Chávez dominan la agenda informativa.

CONCLUSIONES El desarrollo de las informaciones difundidas muestra una clara coordinación entre medios estadounidenses como The Wall Street Journal, el diario El País y el diario El Tiempo.
Se observa que comenzó El Tiempo difundiendo las filtraciones del Gobierno sobre las circunstancias del ataque, todas ellas desmentidas posteriormente. Por ello, se pasó a la estrategia de que fueran los medios amigos internacionales quienes recibieran la filtración y difundieran los supuestos contenidos de los ordenadores. De modo que así operó el eje mediático integrado por el tridente El Tiempo-El País-The Wall Street Journal. Es decir, el periódico colombiano ligado al Gobierno ; el español, cuya empresa aspira a la concesión de una licencia de televisión en abierto en Colombia, y el diario estadounidense que se encarga de la información económica mundial, que representa a la ideología conservadora estadounidense. Una maquinaria bien engrasada para convencer al mundo de que Chávez es un terrorista. Al fin y al cabo, en Iraq salió bien acusar a Sadam de relaciones con al-Qaeda.ASOCIACIÓN DE VÍCTIMAS DEL ORDENADOR DE REYES : HUMOR QUE NO FALTE Que hayan aparecido ordenadores, discos duros y memorias portátiles en perfecto estado después de un bombardeo ha provocado una cadena de comentarios humorísticos en Venezuela.
El escritor Roberto Hernández Montoya ha señalado que “su carcasa, de una aleación de concubinato de plomo con pizzicato de titanio reforzado, la hace invulnerable a misiles de todo tipo, a bombas de racimo, a bombas inteligentes y a todo arsenal prohibido por acuerdos internacionales. Te mueres reventado y la computadora sigue como una uva y produciendo materiales a voluntad del nuevo usuario”.
No ha faltado quien ha dicho que no sería extraño que, más adelante, algún vocero de la Casa Blanca haga referencia a los vínculos ‘siniestros’ de Obama con las FARC, porque así lo dicen los documentos de las computadoras tras las declaraciones del demócrata de que estaría dispuesto a “mantener conversaciones directas con los dirigentes de países como Irán, Siria, Cuba o Venezuela”.
En clave de humor se ha creado la Asociación de Víctimas del Computador de Raúl Reyes, cuya primera actividad será la convocatoria de un concurso de cuentos, por lo que han solicitado a la población que envíe relatos inverosímiles tal como aparecen en la computadora de Reyes, y el más increíble e inexacto de los cuentos será el que se llevará el premio, que consistirá, cómo no, en una computadora. Incluso existe una parodia en la televisión estatal que presenta un ordenador, rescatado de entre los restos del Titanic en el fondo del Atlántico y completamente seco, que tiene informaciones sobre las relaciones de Uribe con personas al margen de la ley.Pascual Serrano, es periodista. Acaba de publicar Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra. Mayo 2008. El Viejo Topo.

jueves, 29 de mayo de 2008

MURIO PARA VIVIR


Por: Víctor J. Rodríguez Calderón

Estas memorias históricas son intermitentes y por eso a ratos olvidadas, porque así precisamente es la vida de los revolucionarios. La intermitencia de los anhelos del sueño de la libertad no permite sostener esos días de lucha y de intenso trabajo.

Si observamos profundamente, en el mundo histórico, Marulanda encuentra todo desvirtuado en su patria Colombia, todo desmoronándose, todo dentro de una miseria y una desgracia como es el hambre por eso busca fundamento en una realidad potente y permanente, depositó su animo, su conciencia, en el núcleo energético de la revolución campesina y la promovió como una creación esperanzadora y al paso del galope de la guerra, él sabia que con ella llegaba la muerte, pero también con ella estaba la anhelada paz, la justicia y la libertad de su pueblo, por eso vivió como el fotógrafo porque pudo fotografiarlo todo y eso lo hizo ver la pulcritud de los detalles; hizo una galería y pudo tactar el fantasma de las oligarquías sacudidas por su fuego y por la sombra de su época.

El vivió la vida de otros para entender su vida y dejar su historia, paginas que se desprenderán para siempre porque su vida colombiana, así muchos no lo quieran entender, es la vida de todos los colombianos sojuzgados ;marginados y olvidados, a diferencia de aquellos que se confabularon con los explotadores, Marulanda fue inclemente con los oligarcas, contra ellos lanzo una diatriba revolucionaria cargada de colérico menosprecio, odió a los “godos” hombres patéticos falsos como humanos, surrealistas de la libertad, la paz, la justicia y la igualdad, indiferentes ante el pueblo marginal, escapistas que solo buscan poder y capital para hacerse cobardes y cumplir los designios de esa maldita clase dominante y peones del imperio.


Marulanda llego al final, pero no creo que signado por el mito, como pretenden venderlo ahora. Marulanda pasa a ser el hombre, el revolucionario mas grande e importante de la historia colombiana, así, el gobierno y la oligarquía no le quieran dejar entrar, pero sus hechos, sus hazañas hechas de carne y hueso muestran que murió para vivir para siempre en el corazón de los verdaderos revolucionarios del mundo.


“Asesino”, “bandolero”, “asaltante”, “terrorista”, “traidor” también todos esos epítetos se los gritaron a Bolívar, a Jesús, a Marx, al Che, a Fidel, ellos han denigrado a cada revolucionario porque pretenden acabar el camino que busca toda la humanidad, antes que todo ser humanos. La muerte del viejo Marulanda es el comienzo del triunfo, porque ahora es que a las oligarquías y a los gendarmes del capitalismo les va a ser difícil darle muerte. Ahora lo buscan afanosamente, saben que está muerto, pero necesitan crucificarlo, cortarle la cabeza, como hicieron a José Antonio Galán, echarlo de bruces y arrastrarlo por todo el pavimento de las calles Bogotanas, como lo hicieron con Jorge Eliécer Gaitán, para que el pueblo de Colombia y el mundo se de cuenta de quienes son lo amos
¡Adelante guerrillero! Porque tu te opusiste siempre con tus hombres a incumplir el deber capitalista como fue el de producir, obedecer, sufrir y callarte. Tu guerrillero, si sabias el grito y el dolor de tu pueblo. Has muerto para vivir

miércoles, 28 de mayo de 2008

Fotos que se anunciaron procedentes de la computadora de Raúl Reyes fueron tomadas por agentes colombianos en Ecuador




Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Fotos supuestamente encontradas en las computadoras de Raúl Reyes, el líder de las FARC asesinado en bombardeo y ataque por sorpresa del gobierno colombiano contra el campamento de las FARC en Ecuador, parecen haber sido tomadas en realidad por agentes del espionaje colombiano – o por policías o agentes de inteligencia aliados con ellos. Las fotos fueron suministradas al diario El Tiempo de Bogotá por una fuente anónima de los servicios de inteligencia colombianos el lunes 3 de marzo, sólo dos días después del ataque contra el campamento.

Dudas verosímiles sobre la procedencia de las fotos son potencialmente explosivas, sugiriendo que parte de la evidencia que el gobierno colombiano afirmó provenía de las computadoras laptop de las FARC venían en realidad de otra fuente, y también porque apuntan a la presencia del espionaje colombiano en Quito. En la secuela del ataque, el presidente ecuatoriano Rafael Correa inició una importante reestructuración de las fuerzas armadas del país después de afirmaciones sobre una importante penetración de la CIA y de otros servicios de inteligencia extranjeros.

Las fotos, descolgadas cerca de una semana después de ser cargadas, formaron brevemente parte de una amplia y sistemática campaña mediática por parte del gobierno colombiano para vincular a los gobiernos ecuatoriano y venezolano con las FARC. La campaña ha sido conducida a través de una combinación de denuncias públicas y filtraciones anónimas a medios noticiosos en Colombia, EE.UU., y España.

Las fotos fueron tomadas dentro y fuera de la Casa de Cultura de Quito, un centro de artes y convenciones durante la conferencia internacional de la Coordinadora Continental Bolivariana la semana antes del ataque. La CCB es una pequeña organización de izquierdas que tiene secciones en toda Latinoamérica, y contactos con las FARC.

Las fotos, que ahora parecen ser fotos de espionaje, supuestamente halladas en la computadora de Reyes, fueron incluidas en una galería de fotos en el sitio en la Red de El Tiempo. Cuando vi las fotos, mi primera pregunta fue “¿Por qué iban las FARC a tomar fotos espiando a sus supuestos aliados?”

Las personas fotografiadas incluyen a dos separatistas vascos: el intelectual vasco relacionado con Batasuna, Iñaki Gil de San Vicente y el representante de Askapena Walter Wendelin. (Batasuna es el brazo político del grupo nacionalista vasco armado ETA. Askapena es una organización de apoyo para prisioneros vascos.) También reprodujeron en las fotos a Carlos Casanueva, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile; Lucía Morett, estudiante mexicana de visita quien fue herida en el ataque (otros cuatro estudiantes mexicanos fueron muertos); el diputado y secretario general del Partido Comunista de Venezuela, Oscar Figueroa; el miembro de la Juventud Comunista de Chile, Manuel Olate, quien junto con su compatriota Valeska López, visitó el campamento de las FARC justo antes de que fuera bombardeado; un delegado italiano no identificado a la CCB; y por lo menos otras cinco personas no identificadas.

En una entrevista del martes pasado, Torres me dijo que las fotos fueron sacadas del sitio en la Red por dudas de que hubiesen sido realmente encontradas en las computadoras de las FARC. Según Torres, sin embargo, la fuente en los servicios de inteligencia no ha cambiado su afirmación de que las fotos provienen de las computadoras.


Torres también afirmó que toda la gente mostrada en las fotos de la CCB también estaba en fotos encontradas en las computadoras de Reyes. No lo pude confirmar a través de un estudio de las fotos publicadas, y Torres no pudo suministrarme fotos que confirmaran esa declaración.
Torres restó importancia a la noción de que el gobierno colombiano haya filtrado intencionalmente información falsa, teorizando que la inclusión de las fotos puede haber sido una “infección” accidental y caracterizando a su fuente de inteligencia como un actor solitario, más que parte de una campaña mediática orquestada por el gobierno colombiano.


Torres también confirmó que El Tiempo no ha publicado ninguna retracción sobre las fotos – contradiciendo su declaración anterior – diciendo que simplemente las sacaron del sitio en la Red. Esto, a pesar de que publicaron un artículo el 7 de marzo intitulado “Indicios de ETA en el PC de Reyes,” incluyendo la foto de los miembros de Batasuna Walter Wendelin e Iñak Gil en la conferencia de la CCB. El artículo no menciona que las fotos hayan sido tomadas en la conferencia, y es posible que El Tiempo no haya conocido este hecho.

Las fotos restantes sólo fueron colocadas como parte de la galería en la Red y no fueron utilizadas en la edición impresa del periódico. Torres reconoció que “tal vez podríamos haber hecho un mejor trabajo para aclarar nuestras opiniones sobre las fotos.”


Sigo informando sobre esta historia. Más información será publicada en el sitio en la Red de NACLA. [En inglés]
Daniel Denvir es periodista independiente en Quito, Ecuador y editor de la publicación de próxima aparición: “Caterwaul Quarterly” (www.caterwaulquarterly.com). Denvir es beneficiario en 2008 de la Beca de Periodismo de Investigación Samuel Chavkin de NACLA.

martes, 27 de mayo de 2008

Homenaje a Manuel Marulanda





Traducido para Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala por Manuel Talens. Dibujo de José Mercader.

Pedro Antonio Marín Marín, más conocido como Manuel Marulanda Vélez y “Tirofijo”, era el líder máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Fue, sin duda alguna, el campesino revolucionario más grande de la historia del continente americano. Durante sesenta años organizó movimientos campesinos y comunidades rurales y, cuando todas las vías democráticas legales se le cerraron de forma brutal, creó el ejército guerrillero más poderoso de América Latina y las milicias clandestinas que lo sustentaban. En su época de mayor apogeo, entre 1999 y 2005, las FARC contaban con casi 20.000 combatientes, varios cientos de miles de campesinos activistas y cientos de unidades de milicias comunales y urbanas. Incluso hoy, a pesar del desplazamiento forzoso de tres millones de campesinos como resultado de las políticas de tierra quemada y las masacres del gobierno, las FARC tienen entre 10.000 y 15.000 guerrilleros en sus numerosos frentes distribuidos por todo el país.

Lo que hace tan importantes los logros de Marulanda son sus habilidades organizativas, su agudeza estratégica y sus intransigentes posiciones programáticas, basadas en el apoyo a las exigencias populares. Más que cualquier otro líder guerrillero, Marulanda, tenía una compenetración sin par con los pobres de las zonas campesinas, los sin tierra, los cultivadores indigentes y los refugiados rurales durante tres generaciones.

Tras empezar en 1964 con dos docenas de campesinos que habían huido de pueblos devastados por una ofensiva militar dirigida por USA, Marulanda construyó metódicamente un ejército guerrillero revolucionario sin contribuciones económicas o materiales extranjeras. Más que cualquier otro líder guerrillero, Marulanda fue un gran maestro político rural. Las extraordinarias dotes organizativas de Marulanda se fueron refinando a través de su íntima vinculación con el campesinado. Como había crecido en una familia de campesinos pobres, vivió entre ellos cultivando y organizándolos: hablaba su mismo lenguaje, se ocupaba de sus necesidades diarias más básicas y de sus esperanzas de futuro. De manera conceptual, pero también a través de la experiencia cotidiana, Marulanda realizó una serie de operaciones políticas y militares estratégicas basadas en su brillante conocimiento del terreno geográfico y humano. Desde 1964 hasta su muerte, Marulanda derrotó o eludió al menos siete importantes ofensivas militares financiadas con más de siete mil millones de dólares de ayuda militar usamericana, que incluía miles de “boinas verdes”, cuerpos especiales, mercenarios, más de 250.000 militares colombianos y 35.000 paramilitares integrados en escuadrones de la muerte.

A diferencia de Cuba o Nicarangua, Marulanda construyó una base masiva organizada y entrenó una dirigencia en gran parte rural; declaró abiertamente su programa socialista y nunca recibió apoyo político o material de los denominados “capitalistas progresistas”. A diferencia de los corruptos y codiciosos gánsteres de Batista y Somoza, que saqueaban y se retiraban bajo presión, el ejército de Colombia era un formidable aparato represor, altamente entrenado y disciplinado, reforzado además por homicidas escuadrones de la muerte. A diferencia de otros muchos famosos guerrilleros “de afiche”, Marulanda fue un auténtico desconocido entre los elegantes editores izquierdistas de Londres, los nostálgicos sesentaiochistas parisinos y los socialistas eruditos de Nueva York. Marulanda pasó su tiempo exclusivamente en la “Colombia profunda”; prefería conversar y enseñar a los campesinos y enterarse de sus quejas a conceder entrevistas a periodistas occidentales ávidos de aventura. En lugar de escribir manifiestos grandilocuentes y adoptar poses fotogénicas prefería la pedagogía popular de los desheredados, estable y poco romántica pero sumamente eficaz. Marulanda viajó desde valles prácticamente inaccesibles a cordilleras, desde selvas a llanuras, siempre organizando, luchando... reclutando y entrenando a nuevos líderes. Evitó presentarse en los “foros de debate del mundo” o seguir la ruta de los turistas izquierdistas internacionales. Nunca visitó una capital extranjera y cuentan que jamás puso los pies en Bogotá, la capital de la nación. Pero tenía un amplio y profundo conocimiento de las exigencias de los afrocolombianos costeños; de los indiocolombianos de las montañas y la selva; de las ansias de tierra de millones de campesinos desplazados; de los nombres y direcciones de los terratenientes maltratadores que brutalizaban y violaban a los campesinos y a sus familiares.

Durante las décadas de los sesenta, los setenta y los ochenta, numerosos movimientos guerrilleros se levantaron en armas, lucharon con mayor o menor capacidad y, luego, desaparecieron asesinados, derrotados (algunos incluso se convirtieron en colaboradores) o se integraron en los partos y repartos electorales. Poco numerosos, luchaban en nombre de inexistentes “ejércitos populares”; la mayoría eran intelectuales, más familiarizados con los discursos europeos que con la microhistoria, la cultura popular y las leyendas de los pueblos a los que trataban de organizar. Fueron aislados, rodeados y arrasados; dejaron quizá una herencia bien publicitada de sacrificio ejemplar, pero no cambiaron nada sobre el terreno.

Por el contrario, Marulanda encajó los mejores golpes de los presidentes contrainsurgentes de Washington y Bogotá y se los devolvió al cien por cien. Por cada pueblo arrasado, Marulanda reclutó a docenas de campesinos luchadores, enfurecidos y desamparados, y los entrenó con suma paciencia para que fuesen cuadros y comandantes. Más que cualquier ejército guerrillero, las FARC llegaron a ser un ejército de todo el pueblo: un tercio de los comandantes eran mujeres, más del setenta por ciento eran campesinos, si bien se les asociaron intelectuales y profesionales, que fueron entrenados por cuadros del movimiento. Marulanda fue un hombre venerado por su estilo de vida excepcionalmente sencillo: compartió la lluvia torrencial bajo cubiertas de plástico. Millones de campesinos lo respetaban profundamente, pero nunca practicó el culto a la personalidad: era demasiado irreverente y modesto, prefería delegar las tareas importantes a una dirigencia colectiva, con mucha autonomía regional y flexibilidad táctica. Aceptó un amplio abanico de opiniones sobre tácticas, incluso si discrepaba profundamente de ellas. A principios de los ochenta, muchos cuadros y líderes decidieron probar la vía electoral, firmaron un “acuerdo de paz” con el presidente colombiano, crearon un partido –la Unión Patriótica– e hicieron elegir a numerosos alcaldes y diputados. Incluso obtuvieron cuantiosos votos en las elecciones presidenciales. Marulanda no se opuso públicamente al acuerdo, pero no abandonó las armas ni “bajó desde las montañas a la ciudad”. Mucho más lúcido que los profesionales y los sindicalistas que se postulaban en las elecciones, Marulanda comprendía al carácter extremadamente autoritario y brutal de la oligarquía y sus políticos. Sabía que los gobernantes de Colombia no aceptarían nunca una reforma agraria justa sólo porque unos “pocos campesinos analfabetos los derrotasen en las urnas”. En 1987, más de 5.000 miembros de la Unión Patriótica habían sido asesinados por los escuadrones de la muerte de la oligarquía, entre ellos tres candidatos a la presidencia, una docena de congresistas y mujeres y alcaldes y concejales. Los supervivientes huyeron a la selva y se reincorporaron a la lucha armada o se marcharon al exilio

Marulanda era un maestro a la hora de romper los cercos y evitar las campañas de aniquilación, sobre todo las que diseñaron los mejores y más brillantes estrategas del centro de contrainsurgencia de los Cuerpos Especiales del US Fort Bragg y de la Escuela de las Américas. A finales de los noventa, las FARC habían ampliado su control a más de la mitad del país y bloqueaban autopistas y atacaban bases militares situadas a sólo 65 kilómetros de la capital. Muy debilitado, el entonces presidente Pastrana terminó por aceptar negociaciones serias de paz, en las que las FARC exigieron una zona desmilitarizada y un programa que incluía cambios estructurales básicos en el Estado, la economía y la sociedad.

A diferencia de las guerrillas centroamericanas, que cambiaron las armas por cargos electorales, antes de deponer las suyas Marulanda insistió en la redistribución de la tierra, en el desmantelamiento de los escuadrones de la muerte y en la destitución de los generales colombianos implicados en las masacres, en una economía mixta basada en buena medida en la nacionalización de los sectores económicos estratégicos y en la financiación a gran escala de los campesinos para el desarrollo de cosechas alternativas a la coca.

A diferencia de las guerrillas centroamericanas, que cambiaron las armas por cargos electorales, antes de deponer las suyas Marulanda insistió en la redistribución de la tierra, en el desmantelamiento de los escuadrones de la muerte y en la destitución de los generales colombianos implicados en las masacres, en una economía mixta basada en buena medida en la nacionalización de los sectores económicos estratégicos y en la financiación a gran escala de los campesinos para el desarrollo de cosechas alternativas a la coca.

En Washington, el presidente Clinton asistía histérico a aquel espectáculo y se opuso a las negociaciones de paz, en especial al programa de reformas, así como a los debates públicos abiertos y a los foros de debate organizados por las FARC en la zona desmilitarizada, a los que asistía numerosa la sociedad civil colombiana. La aceptación por parte de Marulanda del debate democrático, la desmilitarización y los cambios estructurales desenmascara la mentira de los socialdemócratas occidentales y latinoamericanos y de los universitarios de centroizquierda, que lo acusaron de “militarista”. Washington trató de repetir el proceso de paz centroamericano engatusando a los jefes de FARC con la promesa de cargos electorales y privilegios a cambio de que vendiesen a los campesinos y a los colombianos pobres. Al mismo tiempo Clinton, con el apoyo de los dos partidos del Congreso, hizo aprobar un proyecto de ley de apropiación de dos mil millones de dólares para financiar el mayor y más sangriento programa de contrainsurgencia desde la guerra de Indochina, denominado “Plan Colombia”. El presidente Pastrana dio por terminado de forma abrupta el proceso de paz y envió soldados a la zona desmilitarizada para que capturasen a la cúpula de las FARC, pero cuando éstos llegaron, Marulanda y sus compañeros ya se habían ido de allí.

Desde el 2002 hasta ahora, las FARC han alternado los ataques ofensivos y las retiradas defensivas, en especial desde finales de 2006. Con una financiación sin precedentes y un apoyo tecnológico ultramoderno de USA, el nuevo presidente Álvaro Uribe –socio de narcotraficantes y organizador de escuadrones de la muerte– adoptó una política de tierra quemada para ensañarse con el campo colombiano. Entre su elección en 2002 y su reelección en 2006, más de 15.000 campesinos, sindicalistas, trabajadores de derechos humanos, periodistas y otros críticos fueron asesinados. Regiones enteras del campo fueron vaciadas: de la misma manera que en la Operación Phoenix usamericana en Vietnam, se contaminó la tierra de cultivo con herbicidas tóxicos. Más de 250.000 soldados y sus compinches paramilitares de los escuadrones de la muerte diezmaron amplias zonas del campo colombiano controladas por las FARC. Helicópteros proporcionados por Washington bombardearon la selva en misiones de búsqueda y destrucción (que no tenían nada que ver con la producción de coca o con el envío de cocaína a USA). Al destruir toda la oposición popular y las organizaciones campesinas y al desplazar a millones de colombianos, Uribe logró empujar a las FARC hacia regiones más remotas. Al igual que había hecho en el pasado, Marulanda asumió una estrategia de retirada táctica defensiva, abandonando territorio para proteger la capacidad de lucha de los guerrilleros en el futuro.

A diferencia de otros movimientos guerrilleros, las FARC no recibieron ningún apoyo material del exterior: Fidel Castro repudió públicamente la lucha armada y buscó lazos diplomáticos y comerciales con gobiernos de centroizquierda e incluso mejores relaciones con el brutal Uribe. Después de 2001, la Casa Blanca de Bush etiquetó a las FARC de “organización terrorista”, presionando a Ecuador y Venezuela para que restringiesen los movimientos fronterizos de las FARC en busca de abastecimientos. El “centroderecha” de Colombia se dividió entre los que prestaban un “apoyo crítico” a la guerra total de Uribe contra las FARC y los que protestaban infructuosamente contra la represión.

Es difícil imaginar que un movimiento guerrillero pueda sobrevivir frente a una financiación tan masiva de la contrainsurgencia, un cuarto de millón de soldados armados por el imperio, millones de desplazados de sus tierras y un presidente psicópata vinculado directamente con una cadena de 35.000 miembros de escuadrones de la muerte. Sin embargo, sereno y resuelto, Marulanda dirigió la retirada táctica; la idea de negociar una capitulación nunca se le pasó por la mente, ni a él ni a la cúpula de las FARC.

Las FARC no tienen frontera contigua con un país que lo apoye, como Vietnam la tenía con China; tampoco goza, como Vietnam, del suministro de armas de la URSS ni del apoyo masivo internacional de los grupos occidentales de solidaridad, como los sadinistas. Vivimos en una época en la que apoyar a los movimientos campesinos de liberación nacional no está “de moda”; en la que reconocer que el genio de líderes campesinos revolucionarios que construyen y mantienen la auténtica masa de los ejércitos populares es tabú en los pretenciosos, locuaces e impotentes Foros Sociales Mundiales, cuyo “mundo” excluye regularmente a los campesinos militantes y para los que “social” significa el constante intercambio de mensajes electrónicos entre fundaciones financiadas por ONG.

Es en este ambiente tan poco prometedor frente a las pírricas victorias de los presidentes de USA y Colombia donde podemos apreciar el genio político y la integridad personal de Manuel Marulanda, el más grande campesino revolucionario de América Latina. Su muerte no generará afiches o camisetas para estudiantes universitarios de clase media, pero vivirá eternamente en los corazones y las mentes de millones de campesinos de Colombia. Se le recordará siempre como “Tirofijo”, un ser de leyenda al que mataron una docena de veces y, a pesar de ello, regresó a los pueblos para compartir con los campesinos sus vidas sencillas. Tirofijo fue el único líder que era realmente “uno de ellos”, que durante medio siglo se enfrentó al aparato militar y mercenario yanqui y nunca fue capturado o derrotado.

Los desafió a todos en sus mansiones, sus palacios presidenciales, sus bases militares, sus cámaras de tortura y sus burguesas salas de redacción. Murió de muerte natural, después de sesenta años de lucha, en los brazos de sus queridos compañeros campesinos.

El sociólogo James Petras nació en Boston el 17 de enero de 1937, de padres griegos, originarios de la isla de Lesbos. Ha publicado más de sesenta libros de economía política y, en el terreno de la ficción, cuatro colecciones de cuentos.

¡Tirofijo, presente!


El escritor y traductor español Manuel Talens es miembro de Cubadebate , Rebelión y Tlaxcala , la red de traductores por la diversidad lingüística. En mayo de 2008 ha aparecido su libro de ensayos Cuba en el corazón.Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.

viernes, 23 de mayo de 2008

Controversia por la Guajira


Bases militares de EE.UU. en Sudamérica

Nikolas Kozloff
CounterPunch


Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

A pesar de su impopularidad récord, parecería que el presidente Bush quisiera irse de su puesto a lo grande. Después de no haber podido derrocar a Hugo Chávez mediante un intento de golpe, la Casa Blanca espera ahora escalar la presión contra el presidente de Venezuela por otros medios.

sábado un avión de la Armada de EE.UU. se desvió por el espacio aéreo venezolano. El Ministro de Defensa de Venezuela, Gustavo Rangel, dijo que el avión había “volado prácticamente sobre “la isla de La Orchila – donde Venezuela tiene una base militar y el presidente Hugo Chávez tiene una residencia – y otra isla, antes de volver atrás. Funcionarios de EE.UU. afirmaron que el avión tuvo “problemas de navegación.”
“Es sólo el último paso en una serie de provocaciones,” dijo Rangel.

De La Orchila a la Cuarta Flota

Por cierto, las tensiones han ido aumentando en los últimos días. La Armada de EE.UU. está reactivando ahora su Cuarta Flota en el Caribe. La flota, que incluirá un portaaviones nuclear, estará basada en Mayport, Florida.
La flota no ha estado en acción en aguas del Caribe desde la Segunda Guerra Mundial. En febrero de 1942, los alemanes hundieron una serie de buques tanque llenos de petróleo crudo venezolano. El ataque causó un clamor nacionalista en Venezuela y Caracas comenzó a colocarse más abiertamente de parte de los aliados. Como reacción a los ataques, EE.UU. patrulló el área, persiguiendo submarinos nazis que causaban estragos en los embarques aliados. Después de la guerra, sin más submarinos alemanes rondando en las aguas del Caribe, la Cuarta Flota fue disuelta.
Así que, ¿por qué la resucitan ahora?


La Armada afirma que la acción es necesaria para proteger la seguridad marítima. La verdadera razón, sin embargo, puede tener más que ver con el deseo de Washington de conducir una especie de guerra psicológica contra el gobierno de Chávez y de fomentar un clima de tensión política.

De los laptop a las incursiones fronterizas

En su intento de librarse de Chávez, la Casa Blanca también ha tratado de provocar tensiones entre Colombia y Venezuela. Hay buenas probabilidades de que el Comando Sur de EE.UU. haya transmitido inteligencia militar al gobierno de Bogotá cuando este último atacó un campo de guerrilleros de las FARC dentro de territorio ecuatoriano. Después del ataque del 1 de marzo, que resultó en la muerte del líder guerrillero Raúl Reyes así como de 20 otros insurgentes, y que posiblemente constituyó un acto de terrorismo internacional, las autoridades colombianas afirmaron que Chávez y Rafael Correa, presidente pro-venezolano de Ecuador, estaban haciendo lo posible por apoyar a las FARC.
Como evidencia presentaron documentos supuestamente hallados en computadores laptop de las FARC que sorprendentemente sobrevivieron intactos el ataque. Los documentos, dice el gobierno colombiano, prueban que Chávez ha suministrado armas, municiones, y 300 millones de dólares de ayuda a las FARC. Después de realizar su propia investigación, la Interpol declaró que Colombia no alteró, borró o creó algún archivo, aunque la nación andina no se ajustó siempre a métodos internacionalmente aceptados cuando manejó los computadores. La agencia declaró que los documentos provenían de un campo de las FARC, pero los investigadores no pudieron probar concluyentemente que la información contenida dentro de los documentos haya sido totalmente exacta.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, se abalanzó sobre el informe de la Interpol, señalando que los archivos de laptop que indicaban el apoyo para las FARC eran “altamente inquietantes.” Chávez ha rechazado las acusaciones, calificando el informe de Interpol de “un show de payasos” que “no merece un comentario serio.” El dirigente venezolano dijo que todas las relaciones con Colombia así como la cooperación de su país con Interpol serán sometidas a una “profunda revisión.” En un intento de destruir retóricamente a sus adversarios, Chávez se refirió al jefe de Interpol, Ronald Noble, como "policía corrupto, inmoral que aplaude a asesinos".” En otro memorable estallido del líder venezolano, Chávez agregó que "Este señor Noble, que es innoble, es un policía gringo, un policía corrupto, inmoral que aplaude a unos asesinos...”


Como si las relaciones entre Colombia y Venezuela no pudieran deteriorarse aún más, el sábado, el mismo día en el que el avión de la Armada de EE.UU. pasó por el espacio aéreo de Venezuela, Chávez acusó a Bogotá de enviar sus tropas a través de la frontera en una incursión ilegal. Las dos naciones sudamericanas comparten una frontera de 2.200 kilómetros que pasa a través de montañas y densas áreas de selva. En una declaración escrita, el Ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, dijo que 60 soldados colombianos habían sido interceptados en el Estado occidental de Apure de Venezuela a unos 800 metros de la frontera compartida por las dos naciones.

Controversia por la Guajira

Entre signos de mal agüero de que EE.UU. podría estar tratando de desestabilizar el gobierno venezolano, se remolinea una nueva controversia. William Brownfield, embajador de EE.UU., señaló recientemente que EE.UU. estudiaría el traslado de su base aérea militar en Manta, Ecuador, a Colombia. Según el New York Times, un área mencionada en informaciones posteriores fue la región de La Guajira” cercana a la frontera venezolana. El ministro de exteriores de Colombia, Fernando Araújo, desmintió rápidamente que Colombia tuviera algún plan de permitir a EE.UU. que estableciera una base en La Guajira”.
La controversia no podía haber ocurrido en peores circunstancias.
Ya han aparecido tensiones como resultado de esfuerzos secesionistas en el Estado más occidental de Zulia que incluye la región la Guajira” venezolana. La oposición a Chávez en Zulia propuso recientemente un estudio de factibilidad para la potencial independencia del gobierno federal. Lo que es más, el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, quien perdió contra Chávez en la elección presidencial de diciembre de 2006, anunció su apoyo a la autonomía de su Estado.
Hablando en su programa semanal en la televisión “¡Aló, Presidente!, Chávez advirtió a los dirigentes de la oposición que toda actividad hacia la autonomía de Zulia conduciría a la confrontación. “Aconsejo a aquellos individuos que quieren partir Venezuela en pedazos que lo piensen muy bien. No toleraremos una fragmentación política de nuestro país,” declaró, agregando que cualquier intento semejante será enfrentado por la fuerza. El líder venezolano siguió diciendo que la autonomía de Zulia constituye un “plan imperial” diseñado y apoyado por EE.UU. para controlar áreas petrolíferas estratégicas.
Región empobrecida, la Guajira es el hogar de los indios Wayúu que van y vienen a través de la frontera. Es en parte un desierto árido y está sobre la frontera entre Colombia y Venezuela. Remota desde el punto de vista geográfico, la Guajira ha estado involucrada históricamente en controversias diplomáticas. En 1928, las autoridades colombianas estaban tan preocupadas por conjuras secesionistas en la región que la Cámara de Diputados de Bogotá se reunió en sesión secreta para discutir “acciones de agentes yanquis en los Departamentos de Santander y Goagira que apuntaban a provocar un movimiento separatista que, unido con Zulia [en medio de la zona petrolífera venezolana] formaría la República de Zulia.”


Como resultado de la complicada historia, toda discusión sobre la instalación de una presencia de EE.UU. en el área, provoca inevitablemente pasiones nacionalistas. Chávez ha declarado que “No permitiremos que el gobierno colombiano entregue La Guajira al imperio,” refiriéndose a EE.UU. Al aparecer informaciones en los medios, las autoridades en la Guajira alzaron sus voces en protesta. Eber Chacón, partidario de Chávez y Alcalde de Páez, un municipio indígena local, llamó a los wayúu en Colombia y Venezuela a repudiar intentos de la oposición venezolana de dividirlos con sus “posiciones autonomistas y separatistas.” Chacón agregó que la instalación de una base de EE.UU. en La Guajira representaría una amenaza potencial para la seguridad del hemisferio.

De Manta a Colombia

¿Cómo llegamos al punto en el que EE.UU. piense realmente en clausurar su base militar en Manta, Ecuador, y abrir una nueva en Colombia? Es una pregunta que trato de responder en mi libro: “Revolution! South America and the Rise of the New Left” [¡Revolución! Sudamérica y el ascenso de la nueva izquierda] (Palgrave-Macmillan),
que acaba de ser publicado en abril de este año.
En Ecuador es difícil ignorar el clima público de hostilidad hacia la base militar de EE.UU. en Manta, que es utilizada para vuelos respecto a la droga en el espacio aéreo colombiano. El complejo, en la costa a 257 kilómetros al sudoeste de Quito, es una gran instalación que desde el punto de vista técnico no es controlada por EE.UU., sino pertenece a la fuerza aérea ecuatoriana.
Muchos ecuatorianos creen que EE.UU. está tratando de involucrar más profundamente a su nación en el conflicto colombiano, que se ha extendido por sobre la frontera. La base aérea en Manta fue alquilada por diez años en 1999 a los militares de EE.UU., y el presidente Rafael Correa dejó en claro incluso antes de ser elegido que no tenía la intención de prorrogar el acuerdo una vez que expirara en 2009.
Durante un viaje a Quito, estuve en el campus de la Universidad Católica de la ciudad. En una mesa, una mujer estaba registrando a personas para ir a un viaje en autobús a la costa para protestar contra la base en Manta. En el pasillo encontré a Gualdemar Jiménez, un activista local.

La base aérea de EE.UU. en Manta: Un desastre social

“Manta solía ser una ciudad puramente dedicada a la pesca,” explicó. “Ahora los pescadores no tienen acceso a ciertas partes del océano, clausuradas por motivos de seguridad.” En el mar, marines de EE.UU. han interceptado embarcaciones ecuatorianas, incluso han hundido algunas. “Los marines no son guardacostas ecuatorianos,” declaró indignado Jiménez.
Prosiguió enumerando una serie de otros problemas asociados con la base aérea de EE.UU. Por ejemplo, la base ha sido expandida gradualmente. Esta expansión ha desplazado a campesinos de sus tierras tradicionales. Además ha habido daños al medioambiente: dentro del área local, han destruido laderas de los cerros en un esfuerzo por obtener la materia prima necesaria para mezclar asfalto y repavimentar la pista de aterrizaje.
La base aérea en Manta contribuye cada año unos 7 millones de dólares a la economía local, pero los activistas critican la falta de un genuino desarrollo económico en el área. Los marines no compran en los mercados ecuatorianos, ni utilizan los medios locales de transporte. “Lo único que contribuyen son discotecas locales y prostitución,” explicó amargado Jiménez.
“Lo que usted describe no es algo único,” señalé. “Me recuerda la historia de otras bases militares de EE.UU.”
“Es una tendencia que se repite en todo el mundo,” dijo Jiménez. “En Vietnam, también aparecieron repentinamente prostíbulos.”
Ahora cuando es probable que Correa expulse a EE.UU., los estadounidenses tendrán que decidir adonde ir. El Departamento de Defensa no tiene demasiadas opciones: En toda Sudamérica, es poco probable que naciones de la “Marea Rosa” acepten una prolongada presencia militar de EE.UU. en su suelo. Casi el único país que podría aceptar es Colombia, pero por diferentes motivos, una acción semejante resultaría ser peligrosa.
Si se desplegaran tropas de EE.UU. en Colombia, estarían estacionadas en medio de una zona de guerra y estarían expuestas a ataques de las FARC. Políticamente, la apertura de una nueva base en suelo colombiano contrariaría aún más a Chávez al otro lado de la frontera. Es probable que la instalación produzca prostitución y otras consecuencias sociales negativas, igual que en Manta, si el Pentágono decide estacionar su base en La Guajira entre los wayúu o en otro sitio en Colombia.
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Nikolas Kozloff es autor de: “Hugo Chávez: Oil, Politics, and the Challenge to the U.S.” (Palgrave Macmillan, 2006), y: “Revolution! South America and the Rise of the New Left” (Palgrave Macmillan, April 2008).
http://www.counterpunch.org/kozloff05212008.html

jueves, 22 de mayo de 2008

Ataque planeado Usraelí contra Irán: ¿habrá guerra?


Michel Chossudovsky
Global Research
Traducción Horacio J. Garetto


Los medios de comunicación han fallado en informar sobre la historia de las preparaciones de guerra norteamericanas contra Irán. Algo, muy poco, comenzó recién a aparecer a principios de 2007.

Aunque estamos en presencia de algo confirmado por informes y documentos oficiales militares sin embargo el hecho es que la opinión pública ha sido mantenida en la oscuridad y desinformada en lo que respecta a estas preparaciones de guerra.


Una guerra contra Irán viene siendo considerada ya desde mediados de los 90’. Durante la administración de Bill Clinton el Comando Central ya había formulado planes para teatros de guerra que incluían primero a Irak y luego a Irán:


“…El objetivo siempre es proteger los intereses vitales de los Estados Unidos en esa región, de forma ininterrumpida, y asegurar el acceso de EU y de sus aliados al Golfo Pérsico”.
(USCENTCOM, http://www.milnet.com/milnet/pentagon/centcom/chap1/stratgic.htm#USPolicy , emphasis added)
Concordantemente con las secuencias planeadas por el Comando Central ya en el año 1995 los planes para atacar Irán fueron reactivados en medio de la ola de la invasión de Irak en el año 2003, bajo lo que se denomina TIRANNT (Theater Iran Near Term). Consiste en un modelo de teatro de guerra directamente diseñado contra Irán que examina todas las alternativas a ese respecto.


"El Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea, los marines, todos tienen preparados planes detallados y han gastado cuatro años construyendo bases y entrenando para la operación “Libertad de Irán”. El almirante Fallon, el Nuevo jefe del Comando Central [renunciado en marzo de 2008], heredó planes bajo el nombre de TIRANNT (Theatre Iran Near Term)." (New Statesman, 19 Feb 2007)
El trabajo al que se hace referencia en la cita de abajo fue publicado hace tres años por Global Research, en el mes de mayo de 2005. Se titulaba Planned US Israeli Attack on Iran y detallaba la primera fase de esos preparativos de guerra en relación con Irán.
(Véase http://www.globalresearch.ca/articles/CHO505A.html)


Ese universo de planificaciones militares está hoy en estado más avanzado. Y asimismo evolucionan las estructuras de las alianzas militares. La OTAN es hoy parte de una alianza militar.


Con los auspicios de la OTAN, relacionados al Pentágono, están los británicos, los alemanes, los franceses, los turcos, todos jugarán un rol de responsabilidad importante en el caso de un ataque contra Irán y contra Siria.


A este respecto conviene tener presente que la OTAN e Israel firmaron un acuerdo de cooperación militar de amplio alcance en el año 2005. También, que existe un acuerdo de cooperación militar entre Israel y Turquía.


De acuerdo con declaraciones y documentos militares que tienen estado público Estados Unidos, Israel y otras fuerzas aliadas están en avanzado estado de preparación. En realidad buena parte de esa planificación ya está lista desde el año 2005.


Pero importantes variables intervienen en la evaluación de la conveniencia de una guerra contra Irán. Un importante número de factores en contrario de esta decisión también están en curso de ponderación.
Ruidos de sables
Ahora bien, todo ese conjunto de preparativos militares se los aprovecha también a menudo para otros objetivos.

Esos escenarios de guerra asociados a ultimátums y preparaciones militares también sirven para forzar a otros países a resignar soberanía, a abrir su economía a los inversores occidentales, a privatizar y vender los mejores activos a las compañías norteamericanas, etc.

Estas amenazas son efectivas solo si un país carece de capacidades defensivas. La fortaleza de su economía es también de la mayor importancia.


Hay ruidos de sables en relación con Irán. El objetivo final es neutralizar a Irán como poder regional y el de tomar posesión de su fastuosa riqueza petrolera, aproximadamente un 10% del total mundial.


¿Cuáles son las capacidades militares de Irán, a saber su habilidad para defenderse a sí mismo y también para infligir daño a Estados Unidos y sus aliados?


La respuesta a esta cuestión tiene dos aspectos esenciales. Primero, Irán tiene avanzados sistemas de defensa aérea, tanto con tecnologías propias como rusas. Pero además, según los expertos militares occidentales tiene perfeccionados sistemas de misiles con los que puede provocar importantes daños a las instalaciones militares de USA en Iraq, en el Golfo Pérsico y en Israel.


En los últimos años Irán se ha estado preparando activamente para una guerra. Con los ingresos petroleros pudo financiar mejoras en su preparación. Está en una situación muy diferente de la que tenía Irak antes de la invasión de 2003, que había sido blanco de ataques aéreos angloamericanos por más de diez años más otros diez de debilitantes sanciones económicas.
Este factor es el que ha venido operando a favor de demorar las hostilidades.


Los militares norteamericanos son plenamente conscientes de la posibilidad de una escalada. Si se lanza un ataque aéreo el ejército de Irán podría cruzar la frontera de Irak y atacar las instalaciones norteamericanas. Esta circunstancia ha venido ayudando a poner un freno.


Pero en lugar de un vasto bombardeo que podría tener una fuerte réplica los yanquis podrían lanzar ataques aéreos limitados con la idea de que Irán no conteste. Según especula Philip Giraldi el ataque sería como una especie de pin pong cortito, circunscripto a golpear solo a la gente de al-Qods y evitar bajas entre la población civil. Mediante amenazas y negociaciones secretas Washington podría intentar asegurarse de que Irán no replique.
Las capacidades militares americanas


El almirante Fallon, que fue recientemente despedido como Jefe Supremo del Comando Central del Ejército tenía plena conciencia de las habilidades militares y de la capacidad de réplica iraní. Esta comprensión fue transmitida a comienzos de 2003 en el marco de los escenarios de guerra TIRANNT.


Antes de ser renunciado el almirante Fallon desechó la posibilidad de una guerra “mientras el estuviera”.


El almirante Mullen, Jefe de la Junta de Jefes de Estados Mayores, reconoció las debilidades americanas. Dijo que las guerras de Irak y de Afganistán pueden haber socavado la capacidad militar de librar guerras contra adversarios de gran envergadura, incluido Irán (citado por el diario israelí Haaretz, octubre 22 de 2007)
En una entrevista con el New York Times, Mullen dijo:


"...los riesgos pueden ser altos, muy altos….... estamos ya en conflictos con dos países … tenemos que pensar muy bien antes de meternos en un tercero en esa parte del mundo”
Estas declaraciones fueron hechas al comienzo de su mandato como Comandante de la Junta de Jefes de Estado Mayor en octubre de 2007.


Las dudas del almirante Mullen no se originan en una postura política divergente sino en una evaluación realista de las capacidades militares americanas. Mullen ve que están sobreextendidos y que enfrentan severos problemas para conseguir reclutas para la guerra.
Pero además tácitamente se reconoce que el Pentágono y las fuerzas de la coalición enfrentan una fiera resistencia tanto en Afganistán como en Irak.


La designación del general Petraeus como jefe del Comando Central
La designación del general Petraeus como jefe del Comando Central tiene por objetivo neutralizar las oposiciones eventuales que pueda haber dentro de las Fuerzas Armadas. Refuerza la posición del vicepresidente Cheney y sus posibilidades de asegurarse de que si ordena el ataque tenga el apoyo sin fisuras de las Fuerzas Armadas.


El objetivo es preparar el escenario para un ataque utilizando como pretexto que Irán sería responsable de la caída de soldados norteamericanos en Irak (Ver “Iran should be "Set Up for an Attack" by Muriel Mirak-Weissbach, Global Research, May 2008). Irán es acusado también de intervenir en Afganistán y Líbano. A este respecto los ataques israelíes del 2006 al Líbano son parte de una amplia agenda militar de guerra contra Irán y contra Siria. (ver Mahdi D. Nazemroaya, Global Research, May 2007)
Enfrentamientos armados en el Líbano


Los recientes enfrentamientos armados en el Líbano entre el Hezbollah contra el movimiento 14 de mayo apoyado por Estados Unidos y por Israel precipitaron el país en el caos. Las peleas brotaron después de que el gobierno pro norteamericano de Siniora anunció medidas enérgicas contra el Hezbollah.


El Hezbollah tomó el control de partes del Beirut occidental lo cual podría preparar el escenario para una intervención de la OTAN de “mantenimiento de la paz”. Una mayor implicación de la OTAN y más militarización de toda la costa este del Mediterráneo, los dos forman parte del escenario de guerra contra Irán y contra Siria: las referidas fuerzas de “mantenimiento de la paz de la OTAN”, actuando por cuenta de Israel, en realidad apuntan a Siria, al Hezbollah y al Hamas.


Estos acontecimientos fueron deliberados. Tenían por objetivo desestabilizar el país. Forman parte de los planes militares deLa estructura de las alianzas EU. Están preparado el escenario de una confrontación con Siria.
militares
Conocer la estructura de las alianzas militares es crucial. Norteamérica cuenta con Israel y con la OTAN.
Los aliados de Iran son China, Rusia y los estados miembros de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO).
China y Rusia tienen acuerdos militares de cooperación de amplio alcance con Irán. Desde 2005, Irán tiene el estatus de miembro observador en la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO). Esta organización a su vez está vinculada con el Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO), un conjunto de acuerdos militares de cooperación entre Rusia, Armenia, Bielorrusia, Uzbekistan, Kazajstan, Kirguistán y Tajikistan.


En octubre de 2007, la gente del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO) y los de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO) firmaron un Memorandum de Entendimiento poniendo las bases de la cooperación militar entre las dos organizaciones. Este acuerdo entre el SCO-CSTO, un hecho de gran importancia pero sin embargo apenas mencionado en los multimedias occidentales, implica la creación de una alianza militar completa (full-fledged) entre China, Rusia y los miembros del SCO/CSTO. Es importante tener presente que esta gente realizó ejercicios militares conjuntos en el año 2006, en coincidencia con los realizados por Irán. (Para más detalles ver Michel Chossudovsky, Russia and Central Asian Allies Conduct War Games in Response to US Threats, Global Research, August 2006)


EU y sus aliados buscan debilitar la estructura de lazos militares que tiene Irán con Rusia y con China. En este último país están los cuarteles generales de la Organización de Cooperación de Shangai.


Esto indica que la alianza militar euroasiática que subyace debajo de la OCS se fortaleció. Irán actualmente tiene estatus jurídico de observador. Pero su gobierno ya manifestó deseos de ser miembro pleno de la SCO. Pero además en el último año Irán fortaleció sus vínculos energéticos petroleros y gaseros mediante oleoductos y gasoductos que llegan hasta la India pasando por Pakistán. La inclinación de la India hacia el lado de Irán en el terreno petrolero y gasero debilita la influencia de Washington en la región.


"Lo que Teheran está buscando es "nada menos que un rediseño de una nueva relación entre las naciones de Eurasia, cuya colaboración en el desarrollo de una infraestructura de nivel continental-- energía nuclear, gas y oleoductos petroleros y gaseros y transporte –debería todo ello establecer las bases de una auténtica independencia política y económica”( Muriel Mirak Weissbach, May 2008)
La historia alecciona mucho respecto de la importancia de las alianzas militares. Los Estados Unidos y sus socios de la OTAN están buscando socavar la formación de una alianza militar cohesionada que pueda desafiar y contener el expansionismo de la dupla US-OTAN en Eurasia, combinando las capacidades militares no solo de India y de China, Rusia, sino también de varias antiguas repúblicas soviéticas lo cual incluye Bielorrusia, Armenia, Kazajstan, Tajikistan Uzbekistán y Kirguistán.
La decision de ir a la Guerra
La decisión de ir a la Guerra no la toman los altos mandos militares.
Esa decisión la toman civiles.


El Ejército de E.U. tiene una jerarquía y una estructura de comando. Las órdenes vienen de arriba, emanan del gobierno civil, o sea, hoy, de la administración Bush. Van hacia abajo a través de la estructura de comando. Una vez dada la orden de ir a la guerra no se discute, no se debate, es ejecutada por el aparato militar. Además, con toda probabilidad, puentearán al Congreso, en una flagrante violación del art. 1 Sección 8 de la Constitución. No les importa.
En la práctica el presidente y comandante en jefe del Ejército no deciden. Ellos también obedecen órdenes. Aplica los dictacts de poderosos intereses corporativos.


La guerra es motivada por el afán de ganancias. “La guerra es buena para los negocios”, se repite constantemente, como un mantra. Es una operación para ganar dinero. Son miles de millones de ganancias para Wall Street, para los gigantes petroleros, para el complejo militar industrial, ni hablar de los especuladores en monedas, en barriles de petróleo, y en los mercados de materias primas agrícolas.


El objetivo de la guerra propuesta es para extender las fronteras de la economía global capitalista, eventualmente, si se puede, tomar el control de la riqueza petrolera iraní. Las tremendas implicaciones éticas y políticas de usar armas nucleares tácticas en un teatro de guerra convencional no preocupan a los tipos que deciden la guerra.
El rol central del vice presidente Dick Cheney


A diferencia de otras administraciones, en esta de George W. Bush, el vicepresidente juega un rol importantísimo, en realidad, eclipsa al presidente. En la práctica, rodeado de un ejército de consejeros y funcionarios, es el hombre que controla la Casa Blanca. Es el vértice, además de un poderoso aparato corporativo, por medio de sus vínculos con Halliburton y el rol que esta empresa cumplió en la definición de una agenda militar determinada por el apetito de ganancia.
Cheney jugó personalmente un rol clave en activar planes de guerra contra Irán.


“ Al principio del segundo mandato de Bush, Cheney tiró una bomba. Dijo que Irán estaba en el tope de la lista de los estados canallas, enemigos de Norteamérica y que Israel debería bombardearla (Michel Chossudovsky, May 2005)


Dick Cheney es de hecho la cabeza del estado. Bush es meramente figurativo. Recientemente jugó un rol clave en presionar a los estados árabes de la línea del frente en apoyar un ataque contra Irán.


Al vice presidente Cheney le importan muy poco las consecuencias probables y las vidas que se puedan perder como consecuencia del uso de armas, ya sea convencionales, ya sean nucleares, contra Irán. Tiene plena conciencia de que aún un ataque aéreo limitado puede desatar un enorme conflicto que abarque todo el Medio Oriente y todo el Asia Central, hasta las fronteras occidentales con China. Todos estos escenarios ya fueron considerados. Se los tiene presente.
La crisis más seria de la Historia Moderna


Estamos en la encrucijada más seria de la historia moderna. Estos planes de guerra están en paralelo con un proceso de reestructuración económica y con una bastante bien instalada depresión económica mundial. La guerra y la globalización son procesos que están íntimamente relacionados. La militarización de Medio Oriente y de Asia Central tienen que ver con el proyecto de extender el sistema del “libre mercado” hacia esas nuevas fronteras.


A su vez la Guerra intensifica la crisis económica. La economía civil está colapsando, eclipsada y socavada por el complejo militar industrial, el que sí que, en un sentido bien real, y no figurado, produce armas de destrucción masiva. Concurrentemente los altos precios del crudo, de los alimentos de primera necesidad, empujados por la especulación en los mercados de commodities, empobrecieron a millones de personas.


El movimiento antiguerra tiene que actuar de forma inequívoca, contundente, para prevenir esta nueva fase de la guerra. No es fácil. Altos funcionarios, militares y del Congreso se han arrogado la autoridad para mantener una agenda de guerra ilegal. Se precisará de un amplio movimiento de masas, nacional e internacional, que desafíe la legitimidad de los que dicen que gobiernan en nuestro nombre.


Criminales de Guerra ocupan posiciones de poder. Las ciudadanías están hipnotizadas en el apoyo a los gobernantes que nos dicen que están comprometidos con nuestra “seguridad y nuestro bienestar”. A través de la desinformación de los medios se nos presenta a la guerra con un rostro humano.


Para revertir la marea de la guerra las bases militares tienen que cerrarse, la maquinaria de la guerra (entre otras la producción de sistemas de armas avanzados) tiene que ser detenida y la construcción de un estado policial tiene que ser desmantelada.


Hay que enfocarse asimismo en las grandes corporaciones, en las grandes petroleras, en los grandes bancos, en los grandes contratistas de la defensa, todos los cuáles devinieron parte integral de la maquinaria de guerra militar.


Con solo los sentimientos antiguerra no vamos a ningún lado. Los criminales de guerra de Estados Unidos, de Israel y de Gran Bretaña tienen que ser echados de sus oficinas.
Lo que es absolutamente necesario es revelar el verdadero rostro del Imperio Americano y la subyacente criminalización de la política exterior norteamericana que usa la “guerra contra el terrorismo” y la amenaza de al Qaeda para conseguir el apoyo del público a favor de una agenda permanente de guerra (Michel Chossudovsky, 1 de mayo de 2005).

fUENTE : Rebelion

miércoles, 21 de mayo de 2008

Dos visiones de izquierda de la Cuba actual: La lucha continúa / La vida después de Fidel


Samuel Farber y Saul Landau, dos conocidos y respetados analistas de izquierda, han expuesto recientemente para la revista norteamericana Foreign Policy Focus sus distintos puntos de vista sobre el presente y el futuro político, económico y social de Cuba.

La lucha continúaSaul Landau

Desde la caída de la Unión Soviética en 1991, los cubanos han vivido un "periodo especial". Este eufemismo significa no sólo el declive drástico de la media de vida, sino también una violenta alteración de los valores sociales. La ayuda soviética se desvaneció junto con el comercio ventajoso con el bloque soviético. A medida que declinaba la economía soviética en Cuba, el estado rompió parte de su contrato social: no cubrió las necesidades materiales básicas de los cubanos, ni les proporcionó suficiente comida ni vestir. La sanidad básica y la educación pública permanecieron, pero fueron recortadas. El gobierno recortó todavía más las raciones a más de la mitad de las que existían, y la comida barata desapareció. Para sobrevivir, cada cubano tuvo que transformarse a sí mismo de los valores del comunismo (compartir) a los valores del individualismo (sálvese quien pueda).
A principios de los noventa, expertos del gobierno estadounidense y otros prestigiosos entendidos predijeron la caída inminente del gobierno de Fidel Castro. Las oficinas de los departamentos de la burocracia de seguridad nacional de Washington empezaron a hacer quinielas (¿qué día o semana caerá Castro?). El premio Pulitzer Andrés Oppenheimer escribió en 1992 un libro titulado La hora final de Castro (dando un nuevo significado a las palabras "final" y "hora").
Diecisiete años después de la desaparición de la URRS, Cuba permanece como el único estado socialista del mundo. Sus críticos lo tildan de "estado fallido" o "caso perdido", pero tras la última década el nivel de vida de los cubanos ha crecido rápidamente. Los corredores de apuestas han cerrado la timba sobre la fecha de su desaparición.

Supervivencia milagrosa

Los dirigentes cubanos admiten en privado que es un milagro que hayan sobrevivido. La razón de ello puede descansar en la política maquiavélica de Castro de exportar a sus enemigos a los Estados Unidos (casi un millón). Incluso sus detractores más militantes envían regularmente dinero a sus familiares en la isla, dando así vida un tesoro público casi vacío con casi mil millones de dólares al año en remesas.
La agilidad política de Castro, sin embargo, no ha ayudado a desarrollar su quijotesca visión de convertir a Cuba en un espejo en el que otros países del tercer mundo busquen reflejarse en su búsqueda de los caminos más adecuados para el desarrollo. En vez de eso, los cubanos siguen abandonando la isla peligrosamente en balsas o barcos ilegales, en busca de mayores oportunidades en Florida. Ingenieros, científicos y doctorados en literatura eligen no desperdiciar sus vidas, y se disponen a hacer pizzas o cajas de cartón, o a enseñar en las escuelas primarias.
Los cubanos también quieren ganar dinero suficiente para sobrevivir. Durante el "periodo especial" los adultos se buscaron "chanchullos" para ganar lo suficiente para la supervivencia de sus familias. Lo que significaba quebrantar la ley, comprar o vender ilegalmente o pergeñar alguna pequeña trampa ocasional. También significó perpetración de robo en propiedades estatales y búsqueda de la prosperidad en las operaciones del mercado negro.
En 2006, sin embargo, China y Venezuela empezaron a inyectar cientos de millones de dólares de inversión en los recursos minerales y petrolíferos de la isla. Además, el descubrimiento de petróleo costero atrajo nuevos inversores a Cuba. Con el dinero recibido, Cuba empezó a reconstruir su deteriorada infraestructura. A mediados de los noventa, los apagones de verano duraban hasta veinte horas los peores días; en 2008, la renovada red eléctrica permite al gobierno vender electrodomésticos al público y elevar gradualmente el nivel de vida.

Rechazo de otros modelos

En 2007, los dirigentes cubanos empezaron un debate público para encarar algunos de los problemas aparecidos en el periodo post-soviético. Algunos de esos problemas echaban sus raíces en el mismo modelo soviético. La cúpula dirigente, sin embargo, no tenía ninguna intención de convertirse al capitalismo. Quienes apostaron por los modelos chino o vietnamita no lograron imponerse cuando, el último 26 de julio, Raúl Castro habló de resolver los temas más urgentes, como las adversidades cotidianas, la escasez de comida y la baja productividad agrícola, en el marco de un modelo socialista.
El gobierno ha respondido así a un descontento popular, a la alienación y a un descomunal cinismo, y en los últimos dos años ha importado un 35% más de comida. Raúl ha admitido que "los salarios son claramente insuficientes para satisfacer las necesidades del pueblo." Esta afirmación no significa lo que por lo común informan los periodistas estadounidenses cuando comentan con sorna que el salario medio cubano alcanza los veinte dólares al día. No tienen en cuenta la gratuidad del sistema de sanidad público, ni de la educación desde la guardería hasta los programas de doctorado; la ausencia de impuestos y alquileres; la gratuidad de prácticamente todos los medios de transporte o el entretenimiento y la comida subvencionados. Pero todo ello aún se encuentra lejos de la seguridad desde la cuna a la tumba que experimentaron los cubanos antes de la desaparición de la Unión Soviética.
Muchos periodistas extranjeros también omiten lo obvio: que los dirigentes cubanos toman sus decisiones según las necesidades de más de 11 millones de personas, destacando el carácter básico de la sanidad y la educación. Los periodistas mantienen como axiomas los valores de las sociedades de consumo de las que provienen, en las que tiendas y supermercados están abastecidos con productos de varias marcas. Si los cubanos desean mantener la igualdad como un valor irrenunciable, un modelo como ése no debería asomarse por la isla. A pesar de que el comercio cubano se ha incrementado, especialmente con Venezuela y China, está muy lejos de ser competitivo. Su fuerza de trabajo ha permanecido poco productiva, lo que se explica parcialmente como resultado de las leyes laborales que dificultaban el despido o incluso la disciplina de los trabajadores.
Permitir la venta de más bienes de consumo no significará una explosión de las ventas, porque la mayoría de los cubanos no posee en exceso moneda extranjera para comprarlos. Los cubanos tendrán que escoger entre los nuevos productos disponibles, incluyendo las estancias en hoteles de postín. Los cubanos que reciben remesas de miembros de sus familias en el extranjero, o pagan en moneda fuerte, continúan disfrutando con la compra de privilegios –desigualdad institucionalizada—, crispando con ello a la mayoría de la población. Pero la libertad para comprar no puede ser el pilar de un país socialista, sobre todo en una nación del tercer mundo construida sobre cimientos de justicia e igualdad.
Las nuevas inversiones de Cuba se han destinado también al transporte público, especialmente los autobuses y los trenes urbanos y de largo recorrido. Las reformas también han dado mayores libertades a los pequeños campesinos, que han rendido mejor que los grandes establecimientos agrícolas estatales. Más comida, mejor transporte, y menos apagones significan mucho en la vida cotidiana de los cubanos.
La revolución en peligro

El nuevo sentir se ha extendido más allá de lo material. Los artistas e intelectuales han manifestado que no tolerarán más la censura. La cúpula dirigente se ha mostrado de acuerdo. Todas las aperturas y reformas significan progreso, pero medidas positivas aparte, la revolución está en peligro. En los primeros meses de este año, miles de cubanos abandonaron la isla en dirección a Florida. No abandonaron su país por la falta de libertad de expresión, sino por imposibilidad de ejercer sus profesiones y en búsqueda de mayores posibilidades para ellos y para sus hijos.
Fidel Castro alertó de que, aunque la revolución cubana haya desafiado con éxito al imperialismo, los cubanos pueden ser los responsables de perder su propia revolución. En su carta del 3 de abril al presidente de la Unión de Escritores y Artistas Cubanos, Miguel Barnet, escribió Castro que "todo lo que éticamente fortalezca a la revolución es bueno; todo lo que la debilite es malo". Algo similar dijo a los intelectuales cubanos en 1961: "Todo dentro de la revolución, nada fuera de la revolución." La revolución significaba soberanía e independencia, justicia social e igualdad. Pero si uno está de acuerdo con este programa y simpatiza con él, por fuerza tiene que estremecerse cuando ve cómo actúan los dirigentes cubanos de manera que o contradice o ignora ese punto de partida.
Algunos acontecimientos recientes son especialmente perturbadores. A principios de abril de 2003, funcionarios de seguridad del estado cubano arrestaron a tres hombres que habían intentado secuestrar un ferry de pasajeros y matado al piloto cuando se resistió. El tribunal los condenó a la pena de muerte, dando a los condenados sólo unos cuantos días para apelar la sentencia. El Tribunal Supremo Cubano y el Consejo de Estado confirmaron las sentencias, y el 11 de abril fueron ejecutados los tres. Los funcionarios cubanos afirmaron que la rapidez del proceso "resultaba ejemplar" para otros secuestradores potenciales. Una avalancha de robos de barcos y aviones permitió antes a los cubanos huir a los Estados Unidos, y los funcionarios ni castigaron a sus autores ni reclamaron el retorno de las embarcaciones. Pero la pena de muerte sin prácticamente tiempo para apelar la sentencia, lo que indica es más bien pánico, si se compara con las respuestas razonadas que los dirigentes cubanos suelen dar a las crisis.
Un mes antes, en marzo, Cuba arrestó a 75 disidentes, escandalizando a buena parte del mundo y entristeciendo a algunos de los partidarios de Cuba. En el juicio subsiguiente, los testigos declararon que los disidentes acusados habían recibido bienes y servicios de diplomáticos estadounidenses en La Habana. Doce testigos eran supuestos disidentes, incluyendo a algunos de los miembros más concienzudos y mejor conectados, como el periodista Néstor Baguer, que presentó documentos describiendo las transacciones de los acusados, que eran una violación de la legislación cubana concebida para responder al Acta Helms Burton, hostil a Cuba. En 1998, Baguer dirigía la Agencia de Prensa Independiente de Cuba. Con unos pocos periodistas, envió por fax informes a Reporteros Sin Fronteras y al gobierno estadounidense, y fundó Radio Martí. En el juicio de abril de 2003, Baguer se reveló como uno de los doce topos infiltrados por el servicio de seguridad del estado. Las pruebas convincentes que se presentaron al tribunal no disuadieron a los críticos, que creían que Cuba no debería castigar a la gente que mantiene puntos de vista disidentes, ni siquiera en caso de aceptar dinero de representantes de un gobierno enemigo.
¿Por qué abroquelarse recurriendo a la pena de muerte y arrestar a quienes habían sido neutralizados ya por agentes infiltrados? ¿Y por qué exponer a esos agentes a la luz pública?
Los funcionarios cubanos, algunos de ellos medio excusándose, me explicaron que tenían que mostrar a los Estados Unidos que no podrían actuar impulsivamente contra Cuba como lo habían hecho en Afganistán e Irak. Ejecutando a los secuestradores y arrestando a los disidentes, el gobierno mostró su determinación: será implacable –y hasta sangriento— contra las provocaciones estadounidenses. Estas explicaciones no me satisficieron, aunque creo que los funcionarios cubanos me contaron la verdad.
Cuba duele

La revolución cubana tenía que haber sido diferente", escribió en una ocasión el escritor uruguayo Eduardo Galeano. "Atacada por el incesante acoso del imperio por el norte, sobrevivió como pudo y no como quiso. El pueblo, valiente y generoso, sacrificó una gran oportunidad para seguir de pie en un mundo de servilismo rampante. Pero año tras año los procesos sacudieron a la isla, y la revolución empezó a perder la espontaneidad y la frescura que había tenido en sus comienzos."
No exagera. En 1960 pude comprobar hasta qué punto la vida cotidiana cubana estaba dominada por un torrente de creatividad. Y como Galeano, he tenido ocasión de ver cómo en estos 48 años "la virtud revolucionaria" iba transformándose en "obediencia a las órdenes que vienen de arriba."
Ese es el resultado, casi como si de una ley de la naturaleza política se tratara, de medio siglo de agresiones estadounidenses. El crimen de Cuba: la desobediencia. Castigando a este advenedizo, escribió Galeano, los Estados Unidos habían bloqueado de manera efectiva "el desarrollo de la democracia en Cuba, alimentando la militarización del poder y proporcionando una coartada para la rigidez burocrática."
"La revolución que fue capaz de sobrevivir a la furia de 10 presidentes estadounidenses y 20 directores de la CIA", continua Galeano; "necesita la energía que proviene de la participación y la diversidad para enfrentarse a los oscuros tiempos por venir que seguro le aguardan. Siempre digo con tristeza que Cuba duele."
¿Podría yo o cualquiera que yo conozca haberlo hecho mejor? Fidel asegura que la CIA ha tratado de asesinarle en 638 ocasiones. La CIA sostiene que exagera levemente. La Agencia admite que lanzó miles de ataques terroristas contra Cuba y los cubanos. En medio siglo, los Estados Unidos han atacado a la isla económica, psicológica y, acaso, hasta química y bacteriológicamente. Trataron de aislar a Cuba diplomáticamente, y siguen haciendo una propaganda agresiva desde Radio y TV Martí.

Apertura democrática

Cuba resistió y sobrevivió; mas salió herida del combate. En marzo de 2008, sin embargo, la apertura democrática que Galeano y otros viejos simpatizantes esperaban, comenzó. Por encima y más allá de la tan cacareada libertad de los cubanos para comprar electrodomésticos y teléfonos móviles y para poseer sin mayores problemas su propia casa, Cuba ha firmado la cláusula de las Naciones Unidas de los derechos humanos y laborales, que la ata a los principios de estos acuerdos. Eso significa que los sindicatos no pueden ser parte del gobierno, y que las libertades de expresión y de prensa, y también las políticas, tendrán que ser respetadas. Ya se verá que pasa.
Un ciudadano explicó al Vicepresidente Carlos Lage, con ocasión de una conferencia de éste, que el gobierno carecía de sensibilidad para las necesidades sociales de la gente y para sus problemas psicológicos, cosas que el dinero no puede resolver. Lage se disculpó. Los cubanos lo vieron por televisión. A principios de este año, en Juventud Rebelde, un periódico oficial, el gobierno fue acusado de amañar las estadísticas de desempleo. Los cambios han empezado, pero los contrabandistas permanecen en la isla. Los barcos también marchan llenos.
Echemos un vistazo histórico a la revolución cubana. Ha sido un éxito. Ha conseguido soberanía e independencia para el país; ha educado y mejorado la salud de su población; ha cubierto sus necesidades básicas y instruido a su pueblo para que tenga un papel en el escenario de la historia mundial, sin limitarse a ser un mero espectador de la misma. Los cubanos alteraron el destino de Sudáfrica cuando sus tropas ayudaron a derrotar a los ejércitos del apartheid en Cuito Cuanavale en 1987-88. Mandela abrazó a Fidel en su nombramiento como presidente: "Tú hiciste esto posible", dijo al mundo para que escuchara. Los cubanos han jugado un papel vital ayudando a Angola a mantener su independencia, y a Namibia a obtener la suya. Han jugado un papel importante en las guerras de Vietnam y del Yom Kippur, yliderado el cambio para terminar de una vez por todas con la Doctrina Monroe.
Hace cincuenta años, Washington controlaba Latinoamérica y ningún dirigente se atrevía a desafiar su hegemonía o sus políticas económicas. Hoy, cuatro de los hijos ideológicos de Fidel gobiernan países (Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua), y muchos de sus primos gobiernan otros tantos (Brasil, Chile, Argentina y Panamá).
Médicos y científicos cubanos, artistas y bailarines, escritores y cineastas han dejado estampados sus nombres en los frontispicios de innumerables países con su excelente trabajo. La revolución cubana ayudó a formarlos a todos ellos.
Todos esos triunfos pertenecen al pasado. La cuestión ahora es: ¿puede Cuba sobreponerse a la herencia del periodo especial, cuando el individualismo erosionó el espíritu colectivo? ¿Puede superar las tres décadas del modelo soviético que tuvo que adoptar para sobrevivir? Sus dirigentes han vivido en y para la revolución, y han difundido sus valores entre la población. ¿Responderán los cubanos recogiendo su iniciativa y preservando unos logros enormes, o sucumbirán al brillante atractivo del consumo de masas? Ya veremos.

La vida después de Fidel

La renuncia oficial de Fidel Castro al puesto de jefe del estado cubano, aunque esperada, ha sido un momento crucial que ha planteado grandes interrogantes sobre el futuro de Cuba. Su hermano menor Raúl, que oficialmente ya ha asumido el mayor puesto oficial del país, había antes sustituido "temporalmente" al comandante en jefe el 31 de julio de 2006, después de que Fidel Castro se retirara debido a una grave enfermedad, cuya naturaleza ha sido declarada secreto de estado.
La decisión de los dirigentes cubanos de escoger a José Ramón Machado Ventura, de 77 años, como sucesor de Raúl Castro, ha sido sorprendente pero reveladora. La mayoría de los observadores, incluido quien esto escribe, esperaban el nombramiento de Carlos Lage, un médico aún en la cincuentena, con reputación de moderado, y que desde hace años ha jugado un papel relevante en la dirección de la economía cubana. Los dirigentes cubanos han designado en cambio a un partidario de la línea dura que se ha dedicado a preservar la pureza ideológica del sistema. Machado Ventura también ha ayudado a consolidar la influencia del ejército en las más altas esferas de poder del gobierno, permitiendo con ello una sucesión del status-quo que aseguraría la continuidad del actual sistema.
Existen diferencias políticas tanto en la jefatura como en la intelligentzia del país sobre la cuestión del cambio político y económico, dudas acerca de sus futuras relaciones con los círculos militares dominantes. Al mismo tiempo, hemos podido ver signos de nuevas protestas desde abajo que podrían frustrar los planes de la elite. Y existe además una presión exterior, particularmente desde los Estados Unidos, que indudablemente tiene un importante impacto en cualquier tipo de transición política que tenga lugar en la isla.
Desintegración socialSamuel Farbe

Las discusiones políticas sobre el futuro de Cuba están teniendo lugar con una considerable desintegración social como telón de fondo. En un importante discurso realizado en la Universidad de La Habana en noviembre de 2005, Fidel Castro ya señaló que la corrupción se había extendido tanto, que temía que pudiera destruir la revolución desde dentro. Buena parte de esta corrupción es el resultado de graves penurias económicas. A pesar de que ha habido mejoras materiales significativas, especialmente en la distribución de electricidad –los apagones casi han desaparecido— y en el transporte público de La Habana, el país no se ha recuperado completamente de la tremenda crisis que trajo consigo la desaparición del bloque soviético.
Sanidad y educación, las áreas que fueron testimonio de un mayor progreso desde los primeros días de la revolución, fueron gravemente perjudicadas por la crisis. Ha habido una preocupante escasez de profesores, debida sobre todo a los bajos salarios que prevalecen en el sector. Entre los efectos de esta crisis del sistema educativo cubano destacan la sustitución de profesores por clases televisadas y la cada vez mayor importancia de las clases particulares remuneradas, una tendencia que fue observada con preocupación por el periódico Juventud Rebelde el 30 de mayo. Hay una importante escasez de medicinas y provisiones médicas en las clínicas y hospitales que atienden a la población general (que contrasta con las instalaciones sanitarias disponibles para la elite política y los "turistas sanitarios"). La crisis sanitaria se ha agravado a causa del intercambio de médicos por petróleo con Venezuela, que ha provocado una falta de médicos de cabecera en el otrora muy apreciado programa de médicos de familia, así como entre los especialistas a los cuales estos pacientes eran remitidos.
Además, la cartilla de racionamiento oficial cubre solamente la mitad de las necesidades alimenticias de la población. El resto debe obtenerse en el mercado libre a precio de peso convertible (que es aún más caro que el dólar). La Comisión Económica de las Naciones Unidas para Latinoamérica (ECLA, por sus siglas en inglés) estima que el 62% de los cubanos tiene acceso a esta moneda fuerte (en cantidades muy variadas), mientras que el 20% de la población urbana de la isla se encuentra en riesgo de no ser capaz de cubrir sus necesidades mínimas básicas (Cuba es actualmente urbana en un 75%). No es ninguna sorpresa que el robo, sobre todo de la propiedad estatal (incluyendo incluso partes del tendido eléctrico), y todo tipo de chanchullos se hayan convertido en el pan de cada día para un buen número de cubanos. Últimamente, la prensa cubana ha informado de un creciente número de incidentes que sugieren una crisis social generalizada más allá de la corrupción y del quebrantamiento de la ley con fines utilitarios. Estos incidentes van desde el absentismo escolar, el alcoholismo y el declive del civismo a hechos mucho más graves, como los ataques espontáneos a autobuses que recorrían barrios pobres y algunos casos de gamberrismo sin precedentes enacontecimientos deportivos.


Las reformas de Raúl

Raúl Castro está tratando de incrementar a corto plazo su apoyo popular y su legitimidad garantizando reformas económicas para eliminar las restricciones actuales, particularmente en lo que se refiere a la vida económica del país, mientras mantiene firmas las riendas con el objetivo de prevenir cualquier viso de democratización de la sociedad cubana. Ésta parece ser su respuesta, discrecional y selectiva, a las demandas populares expresadas tras su llamada –en el discurso del 26 de julio de 2007— a la organización de un debate franco y abierto de alcance nacional.
No es la primera vez que se hace una llamada de este tipo en la isla. Algo parecido ocurrió en el periodo anterior al IV Congreso del Partido Comunista en 1991. En aquella ocasión, sin embargo, la prensa oficial publicó frecuentemente las propuestas hechas en reuniones de comunidades y lugares de trabajo, aunque con escaso o ningún efecto práctico. Algunos cubanos describen este tipo de apertura institucionalizada como la "cultura del montacargas": las propuestas son enviadas hacia arriba, a las autoridades, y las respuestas de éstos bajan sin que la gente pueda responder o actuar por otras vías. En otras palabras, la gente tiene prohibido organizarse independientemente, fuera de los canales oficiales, prohibición que tiene como fin prevenir la confrontación directa con los dirigentes y cortocircuitar cualquier petición de soluciones a sus problemas.
Así las cosas, Raúl Castro ya ha retirado la prohibición de comprar teléfonos móviles, computadoras y otros electrodomésticos, así como suministros y utensilios agrícolas. También ha retirado la prohibición a los cubanos de hospedarse en los hoteles para turistas y de alquilar automóviles. Estas concesiones sólo benefician, sin embargo, a los cubanos que tienen acceso a la moneda fuerte. Raúl Castro ha retirado el tope de los salarios estatales y está dispuesto a sentar las condiciones que permitan a más cubanos establecerse laboralmente por su cuenta en las ciudades. Ha empezado también a distribuir a los campesinos grandes porciones de tierra estatal sin cultivar, la mayor parte de las cuales pasaron a estar disponibles con las pérdidas drásticas que afectaron a la industria azucarera. Una medida como ésta, si fuera considerablemente extendida, abriría la caja de Pandora, con consecuencias políticas que merecen ser tenidas en cuenta. De él se espera en el futuro próximo que relaje las duras restricciones de viajar al extranjero, y que reduzca, o directamente elimine, las desorbitantes cantidades de dinero, hogar y otras propiedades personales que los cubanos tienen que abandonar, si quieren que se les permita emigrar. Por encima de todo, Raúl Castro mantendrá su propio estilo de gobierno limitando la frecuencia de las manifestaciones políticas que interrumpan las rutinas políticas, delegando funciones en vez de librarse a la gestión del pequeño detalle, y reduciendo las repentinas y arbitrarias improvisaciones en el campo de la economía. En otras palabras, Raúl intentará formar, como base para sus reformas, una clase burocrática "normal" que le permita poner fin, substituyéndolo, al caótico desorden dimanante de un bonapartismo carismático.
Ya sobreviva Raúl a su hermano mayor, ya continúe el ejército manteniendo su supremacía actual tras la muerte de Fidel, los dirigentes cubanos adoptarán probablemente alguna variante del modelo vietnamita o chino que Raúl tanto admira. Este modelo reduciría la apertura democrática a una economía capitalista de libre mercado bajo la dirección de un estado autocrático de partido único controlado en su mayor parte por el ejército. La base material para un modelo como éste prácticamente ya existe, si tenemos en cuenta el papel dominante en la economía que las Fuerzas Armadas Cubanas, a menudo en conjunción con capital extranjero, han jugado al menos desde principios de los noventa tras el desplome de la Unión Soviética. El ejército ha estado coordinando sus actividades económicas a través de una corporación llamada GAESA; uno de sus holdings, Gaviota, es probablemente la mayor empresa turística en Cuba. Oficiales del ejército de alto rango han estado dirigiendo otros importantes sectores de la economía, como la industria azucarera. Resulta significativo que Raúl Castro haya promocionado recientemente a otro miembro de la vieja guardia, el comandante general Julio Casas Regueiro, a Ministro de Defensa. Casas perfeccionó el rendimiento empresarial y la eficacia basada en métodos de organización capitalistas en las compañías dirigidas por el ejército (los mismos métodos también han sido empleados en algunas empresas civiles). Las actividades económicas del ejército han creado un importante estrato de técnicos militares y directores ejecutivos, "hombres de negocios en uniforme" que, junto a sus homólogos civiles en iniciativas empresariales con capital extranjero, constituyen la base social principal para el posible surgimiento de un modelo sino-vietnamita en Cuba.

Comunistas liberales versus Talibanes

Desde hace cierto tiempo, una tendencia comunista liberal apoyada por la mayoría de los intelectuales, académicos y artistas de la isla, ha venido actuando con cautela, y seguirá jugando, según parece, un papel importante en el futuro inmediato. Recientemente, este grupo hizo notar su presencia en el congreso de la UNEAC –Unión de Escritores y Artistas Cubanos— que tuvo lugar a primeros de abril. Esta tendencia tiende a favorecer una apertura de mercado, pero no según pautas neoliberales, sino más cercana a las reformas moderadas de mercado que se intentaron llevar a cabo en Europa del Este antes de la caída del Muro en la década de los 80, e incluso antes. Además de estas reformas económicas, a los comunistas liberales también les gustaría ver reformas democráticas que condujeran a una Cuba más pluralista, quizáincluyendo incluso la presencia de diferentes fracciones políticas en el seno del Partido Comunista Cubano. Estos puntos de vista son publicados y predominan en publicaciones de relativamente escasa circulación, como La Gaceta de Cuba, Temas, Revolución y Cultura.
Aunque estas reformas democráticas no serían aceptables para un futuro grupo dirigente "sino-soviético", los liberales de mercado y los autócratas de mercado forjarían una alianza temporal, ya que la introducción del mercado acarrearía una liberalización en el terreno social. Este hecho podría llevar a reformas que están actualmente bajo consideración y pronto podrían ser anunciadas, como una reducción de las restricciones para viajar al extranjero, una mayor libertad para las pequeñas empresas, el derecho a alquilar, comprar y vender la propia casa y un mayor acceso a Internet, aun dentro de las limitaciones de la censura. Cualquier concesión material que un régimen como el cubano sea capaz de proporcionar a los intelectuales (la base social de los actuales comunistas liberales) prolongará la vida de semejante alianza.
Lo que sí es seguro es que los fidelistas de línea dura se resistirán a los cambios liberalizadores en la economía y lucharán contra cualquier intento de democratizar la política. En Cuba se les llama "talibanes", y en el grupo se incluye a gente como Felipe Pérez Roque, el jefe del estado mayor de Fidel Castro y actual Ministro de Exteriores. El centro principal del poder "talibán" se encuentra en el Grupo de Apoyo a Fidel Castro y entre algunos sectores del aparato del Partido Comunista, sobre todo en las provincias, que incluyen a personas que fueron personalmente formadas por el comandante en jefe. El Grupo de Apoyo, constituido por figuras como Carlos Valenciaga, el secretario personal de Fidel Castro, han sido marginadas por Raúl Castro. Apodados jocosamente "los huerfanitos", han jugado un papel clave en la "Batalla de Ideas" de Fidel Castro. Esta "batalla" implicó no sólo luchas políticas e ideológicas acompañadas de manifestaciones masivas, sino también la realización de proyectos económicos que a menudo se desviaban de los planes preestablecidos y usurpaban el poder y las funciones de los departamentos y ministerios gubernamentales.
Los "talibanes" no tienen ningún futuro político mientras el ejército esté bajo el liderazgo de Raúl Castro, o quienquiera le suceda, y permanezca unido y capaz de llevar a cabo importantes reformas económicas a corto plazo que incrementen su legitimidad y popularidad entre la mayoría de la población. La transición China es un buen ejemplo con el que comparar el papel jugado por los "talibanes": sus equivalentes asiáticos fueron la "Banda de los Cuatro" y quienespermanecieron apegados al viejo sistema estalinista. Ninguno de ellos fue rival para Deng y lo que prometió: una mejora del nivel de vida y un alivio de las arbitrariedades y mobilizaciones sin cuento de Mao.


Tendencias políticas

  1. Como en muchas otras transiciones post-comunistas que han tenido lugar desde los ochenta, hay un apoyo muy poco significativo en Cuba a una economía y a una sociedad de tipo colectivista controlada desde la base mediante una política abierta y democrática. El panorama político parece limitarse a tres puntos de vista: dos de éstos apoyan la existencia de un estado de partido único aun difiriendo entre sí en lo tocante al grado en que debería Cuba abrirse a una economía de mercado. Un tercer punto de vista, influyente entre intelectuales y académicos, apoya la liberalización y la democratización de la sociedad, pero dentro del contexto de un giro hacia el mercado de impronta poco menos que neoliberal. Sin embargo, el sentir popular en Cuba es tal, que, aun a pesar del creciente de personas tenadas a pensar que el capitalismo es el mejor sistema para producir bienes y servicios, la mayoría defiende ferozmente la sanidad, la educación y otros servicios sociales públicos y gratuitos que ganaron en los primeros años de la revolución.
    Las abundantes historias ya conocidas de transición al capitalismo sugieren que una transición capitalista en Cuba estaría muy lejos de adoptar una forma relativamente benigna. Más bien seremos testigos de varias "terapias de shock" y agudas reducciones en el gasto y las instituciones del "estado del bienestar", reducciones impuestas por el dominio dictatorial del ejército en colaboración con el capital extranjero y el emergente capital nacional. También podemos esperar un papel determinante de los EEUU. en los asuntos internos de la isla con un ajuste estructural del estilo del FMI, privatización y políticas de austeridad que tendrían un efecto devastador, particularmente entre los pobres y la población negra cubana. Las posibilidades de un cuarto punto de vista, el de las políticas democráticas anticapitalistas, hay que cifrarlas en la oposición popular a una transición como la mencionada.
    Precisamente, los acontecimientos recientes en la isla parecen sugerir la aparición de una tendencia en este tipo. El año 2007 puede que haya sido testigo del incipiente arranque de una transición de las políticas de queja individual –que ganaron una difusión particularmente relevante con la crisis provocada por la caída del bloque soviético a principios de los noventa— a políticas de resistencia colectiva. El año empezó con la protesta de los intelectuales y artistas cubanos contra la reaparición pública de tres individuos asociados con las viejas políticas culturales represivas, quienes purgaron a numerosos intelectuales y artistas destacados en el periodo más oscuro de los 70: Luis Pavón Tamayo, Armando Quesada y Jorge "Papito" Sergueras. La protesta fue políticamente limitada, ya que nunca desafió a la censura ni planteó preguntas acerca de quién había dado las órdenes de que volvieran estos funcionarios de la represión cultural; pero era inédita en Cuba, pues empezó de manera espontánea por correo electrónico y permitió a los artistas e intelectuales poner a prueba su músculo político y su independencia frente al control del estado de partido único. El gobierno trató de contener la protesta, pero los manifestantes consiguieron obtener con éxito una declaración oficial de reafirmación de las relativamente tolerantes políticas culturales actuales.
    Desde entonces han tenido lugar varios acontecimientos que confirman que algo se mueve en el país. En septiembre de 2007, algunos cientos de estudiantes se manifestaron abiertamente en la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba en protesta por las precarias condiciones de vida y educativas, así como por la falta de seguridad para las estudiantes. La protesta estudiantil debe de haber sido importante, pues el gobierno consideró necesario organizar una gran contramanifestación oficial en Santiago de Cuba a primeros de octubre de reafirmación del apoyo al régimen. Hay noticias sin confirmar de que muchos de los manifestantes fueron expulsados de la universidad; pero los medios de comunicación controlados por el gobierno han mantenido un silencio absoluto respecto de este asunto. En enero de 2008 lo que puede calificarse sin reservas como un casi-motín interrumpió una reunión en la que funcionarios del gobierno informaban a los trabajadores de compañías extranjeras de que, a partir de ahora, se les cobraría un impuesto por los suplementos salariales en moneda fuerte otorgados bajo cuerda por sus empleadores extranjeros. Los trabajadores estaban particularmente indignados porque el gobierno cubano ya recibía en moneda fuerte sus salarios en estas compañías para luego pagárselos en pesos.
    A principios de febrero, en un vídeo profusamente distribuido por Internet, estudiantes de la Universidad de Ciencias de la Información, situada en lo que en su día fue el puesto de escucha soviético en Lourdes, se encararon con Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional Cubana. Protestaban por las restricciones para viajar, la prohibición de visitar instalaciones turísticas en Cuba, los efectos injustos del sistema de doble moneda, una falta de información sobre los candidatos a las elecciones parlamentarias y sus respectivos programas, y contra la censura que impide acceder a motores de búsqueda como Yahoo. Los estudiantes realizaron sus reivindicaciones libertarias y democráticas desde un punto de vista explícitamente revolucionario. En su hipócrita respuesta, Alarcón contestó que la mayoría de gente en el mundo carece de los medios para viajar, y que si todo el mundo pudiera viajar, no habría recursos bastantes para satisfacer la demanda. Confundió deliberadamente el derecho político y legal a viajar con la capacidad para permitírselo. También omitió el hecho de que en Cuba, por razones exclusivamente políticas, algunas personas tienen más derecho a viajar que otras.

El papel de los EEUU

Desde hace casi 50 años, el imperialismo estadounidense ha impuesto un bloqueo económico que ha violado el derecho de Cuba a su autodeterminación y empeorado considerablemente la vida del pueblo cubano. El bloqueo también ha proporcionado una base anti-imperialista al régimen que le ha ayudado a asegurar su supervivencia. El fin de la Guerra Fría redujo considerablemente la importancia de Cuba en la política exterior norteamericana, como lo atestigua la ausencia de Cuba en prácticamente todos los análisis estratégicos de amenazas y desafíos internacionales a los que se enfrenta el gobierno estadounidense. Sin embargo, el régimen de Castro ha alimentado el miedo a una invasión cada vez que lo ha considerado conveniente por razones de política interior y exterior, con el fin de desviar la atención de los escándalos nacionales, como cuando impuso fuertes condenas de prisión a 75 disidentes pacifistas en la primavera de 2003.
Han pasado varias décadas desde que los EEUU contemplaron seriamente una invasión de la isla. No obstante, el gobierno estadounidense, y en particular la administración Bush, han continuado con una política de intimidación, con un creciente acoso que tiene como objetivo el empeoramiento de las condiciones de vida en la isla, acelerando así el colapso del régimen desde dentro sin necesidad de emprender una invasión. Al mismo tiempo, han dado refugio a terroristas como Luis Posada Carriles y Orlando Bosch –responsables de la muerte de 73 civiles inocentes en el atentado a un avión cubano cerca de Barbados, en 1976— e intentado comprar apoyo político dentro de la isla. La actual estrategia del gobierno estadounidense hacia Cuba parece estar basada en la idea de que los individuos y los grupos de la isla que apoyan las políticas e intereses estadounidenses tomarán el poder con la ayuda del gobierno estadounidense y sus asociados cubano-americanos del sur de Florida. Esta gente implantaría entonces una transición capitalista "democrática" en Cuba. Aparte del hecho de que semejante transición precisaría de una dictadura feroz, la idea pertenece al desacreditado género de la política-ficción que predijo que las tropas norteamericanas serían recibidas como libertadores en Bagdad.
Desde el desplome del bloque soviético, la política económica de bloqueo y acoso político ha sido mantenida más por razones políticas y electorales que por el deseo de la clase empresarial norteamericana, la cual, de hecho, no ha dejado de mostrar un creciente interés en emprender negocios con Cuba. Muchos directores de empresa y destacados políticos – señaladamente los de la costa Oeste y del Medio Oeste, que han facturado cientos de millones de dólares al año vendiendo comida y productos manufacturados a Cuba bajo las excepciones "humanitarias" que garantizaba el bloqueo desde noviembre del 2001— han visitado la isla estos últimos años. Este creciente interés se ha reflejado en el Congreso estadounidense. Durante los años en que Bush júnior ha ocupado su cargo, el Congreso ha estado muy cerca de aprobar una legislación, con el apoyo republicano, que hubiera supuesto un serio revés para el bloqueo; pero Bush supo actuar a través de los lobbies con éxito, sacarla de la agenda política del Congreso. Propuestas legislativas de este tipo puede que sean aprobadas por el nuevo Congreso que será elegido en noviembre. Si terminará o no siendo vetado por quienquiera sea el nuevo presidente, es pregunta que está por ahora todavía en el aire.
Lo cierto es que una transición "sino-vietnamita" en Cuba, sobre todo si viniera de la mano de un dirigente que no se apellidara Castro, dividiría a la derecha cubana de Florida, debilitándose así el principal apoyo político con que cuenta el bloqueo estadounidense. Llegados a ese punto, los dirigentes de la isla podrían invitar a los capitalistas cubano-americanos de Florida a viajar, invertir y enriquecerse en Cuba, siempre que pudieran acreditar que se mantienen al margen de toda cuestión política. Sería el equivalente a lo que el gobierno chino ha hecho con los empresarios chinos de ultramar y al decreto que ha impuesto Putin a la oligarquía empresarial rusa.
Las perspectivas para una Cuba post-Castro son preocupantes, tanto si se inclina por el modelo "sino-vietnamita", como si continúa con el mismo régimen (aun con cambios liberalizadores). Los progresistas norteamericanos pueden contribuir a la posibilidad de una transición democrática, humana y socialista en Cuba exigiendo una restauración inmediata de las relaciones económicas y políticas de EEUU con la isla. Para hacerlo, no es necesario crear ilusiones sobre la naturaleza del régimen cubano. Hacerlo, sería, de hecho, contraproducente, porque minaría la credibilidad de las fuerzas que luchan por un cambio en la política estadounidense. La normalización de las relaciones con Cuba haría avanzar la causa de la autodeterminación de las naciones y sería una buena alternativa práctica para casi cincuenta y cinco años de fallida política de bloqueo económico y acoso político. No puede haber un mejor momento que éste para traer todo ello a colación y presionar a favor del cambio en el contexto de las elecciones de este 2008.Traducción para sinpermiso de Àngel Ferrero

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