miércoles, 10 de diciembre de 2008

Manuela la mujer (VIII)

Por: Víctor J. Rodríguez Calderón

Sin descanso el libertador trabaja y obtiene grandes victorias políticas, allí en Guayaquil. Acoge bajo la protección de la República de Colombia al pueblo de Guayaquil encargándose del mando político y militar de esta ciudad y de su provincia. Se entrevista con San Martin y quedan claras las diferencias de estos dos grandes hombres, por lo tanto allí se convino decisivamente que Bolívar terminaría la guerra envuelta en su causa, pues la monarquía que proponía San Martin no se justificaba en el conflicto de una verdadera libertad y justicia para nuestras naciones, San Martin llamado el “protector” vio eclipsarse su gloria de guerrero, pero no su gloria de libertador, pues a pesar de su forma de pensar, la historia le reconoce como tal. Pero lo cierto es que Bolívar lo elimina, él era el último de sus rivales, y es él quien después de entender a Bolívar, toma la decisión de renunciar a todo y se exilia voluntariamente en Europa.
Después de estos éxitos, el libertador se toma un tiempo para dedicárselo a los grandes placeres que le pide su corazón. Manuela le espera cerca de Babahoyo, a donde llega navegando por el Guayas. La hacienda “EL GARZAL” los acoge como una pareja de lobos solitarios, son amores que vibran y los hace temblar de felicidad. Él, un experto seductor, ella, apasionada, desbordada, entregada totalmente. Jamás hubo en aquellos parajes ardientes sentimientos embellecidos por el bálsamo de Afrodita. Nunca se sintió un fervor más profundo y conmovedor. Pero, no todo es amor, Manuela comprende y vive también la enorme responsabilidad que tiene su amante ante los pueblos de América. Hay que escribir cartas a todas partes, despachar emisarios en todas direcciones, hacer política, formar y estructurar planes militares, hallar los medios necesarios para la próxima campaña del Perú, defenderse de los enemigos, crear ejércitos y aprovisionarlos, alistar barcos, buscar armas y pertrechos e innumerables cosas más. Manuela interviene también en todo esto, se hace una ayudante indispensable y le enseña a su general, que no conoce la fatiga ni descuido en su memoria, a ser mas desconfiado, a ver la dobles de los espíritus que le siguen, a informarle los más mínimos detalles de ese pozo de intriga, grandezas y miserias que es Lima, la Lima virreynal, en donde el “protector” y sus soldados han sido un poco menos que devorados por la molicie.
Amor, causa y guerra se unen para engrandecer y unificar sus vidas, ella entra a convivir plenamente con el genio a quien ama con amor de la carne y con amor del espíritu, de todo espíritu. Esos días son para la bella quiteña los más claros y sabe que con ello se hace también la retadora de toda murmuración, porque se ha convertido en la colaboradora más eficaz de la liberación. Pero, ¿qué importa? ¿a que conduce? Un divorcio había bastado para justificarse. Pero los divorcios no bastan, estos todavía no han entrado en las justicias sociales de la época, ni su marido, podría ser solicitado para concederlo, por propia dignidad de Manuela, ofendida en lo que más podía apreciar en su existencia: el amor, un amor de grandes emociones, apasionado, destruido por la incomprensión, la indiferencia, la rígida frialdad, la testarudez y la inclemencia de un hombre con sangre sajona.
Allí en Babahoyo, sus habitantes los admiran. Ella sale a caballo como toda una Amazona, va erguida, esbelta, junto a su amante, rompiendo con las empedernidas estructuras de esa sociedad que está dispuesta a no perdonarles tal insolencia, los dos se ven impertérritos, emocionados, felices, son dos almas dignas la una de la otra. Aquel pueblo se mezcla con ellos, respetan la aventura de esos dos seres, la aplauden sinceramente, porque son humanos muchos más amplios que los de la Serranía, porque muchos de ellos se identifican con sus vidas, guiadas y unidas solo por el código de las leyes eternas de la pasión y los sentimientos.
Nuevamente el libertador se ve obligado a desprenderse de su amor, parte hacia Cuenca y Manuela cargada de ensueños se va hacia Quito, durante seis días viaja a caballo sin presentar fatiga o cansancio alguno, entra en una actividad nueva para su vida. Vienen las cartas de amor a su hombre, a su pasión sensible de mujer, a esa separación convenida y necesaria por la causa, pero no así, para el sentimiento de los dos.
Ocurren muchas cosas, Bolívar no puede detenerse en Guayaquil, las tropas patriotas tienen que acudir urgentemente a Pasto, puesto que los españoles acaudillados ahora por Benito Boves, sobrino del terror llamado el “tata Boves” quien había sido muerto en la batalla de Úrica, proclamaban nuevamente a Fernando VII. Sucre es el primero en llegar y espada en mano somete a la ciudad que han sublevado los realistas, en plena navidad y Pasto está sembrada de sangre, cadáveres y desolación. Las tropas vencedoras se lanzan a los desmanes de la guerra, pero Sucre emplea su carácter y castiga a quienes han tratado de insurreccionar al ejército en ese vandalismo.
Bolívar en persona, con nuevas tropas llega al día siguiente de haber comenzado el nuevo año y dicta providencias excepcionales con energía a aquel pueblo que se ha alzado a favor de la causa española. Confisca los bienes de todos cuantos tomaron parte en la revuelta; impuestos a la ciudad de 30 mil pesos, de 3 mil reces y de 2.500 caballos, reclutan 1.300 hombres.
Mientras, Manuela que ha regresado a Quito se siente desprotegida, las horas son profundas sobre su tiempo y ve doblarse su felicidad en la tempestad de la ausencia de su amante. Es así, como se dispone a escribir la primera carta para hacerse oír adelgazando sus sentimientos como huellas que tiñen ese dolor enredado en su destino. Cito: (1) “en la apreciable de usted, fecha 22 del presente, me hace ver el interés que ha tomado en las cargas de mi pertenencia. Yo le doy a usted las gracias por esto, aunque más la merece usted por que considera mi situación presente. Si esto sucedía antes que estaba más inmediata, ¿que será ahora que está a más de 60 leguas de aquí? Bien caro me ha costado el triunfo de Yacuanquer. Ahora me dirá usted que no soy patriota por todo lo que le voy a decir. Mejor hubiera querido yo triunfar de él y que no haya 10 triunfos en Pasto.
Demasiado considero a usted lo aburrido que debe estar usted en ese pueblo; pero, por desesperado que usted se halle, no ha de estar tanto como lo está la mejor de sus amigas que es
MANUELA”
(1) Alfonso Rumazo González ( Manuela Sáez, el amor)
Esta carta revela que Manuela fue al norte con Bolívar y que se regreso a Quito únicamente cuando su amante iba ya por las proximidades de Pasto. Su gran preocupación es que él se halle aburrido, puesto que ella de repente se siente como una palabra de un amor desesperado.
(Continuará…)

lunes, 8 de diciembre de 2008

Manuela la mujer (VII)

Por: Víctor J. Rodríguez Calderón

Pero los tiempos y la libertad de la patria exigían toda la voluntad del libertador, imperiosas necesidades políticas le obligaron a ausentarse de su amada, para marchar a Guayaquil, centro de coalición de las dos grandes fuerzas revolucionarias de la América Hispana: la que había triunfado en Boyacá y Carabobo y la que, se alejaba de las provincias de Río de la Plata, marchaba con el apoyo de los ejércitos Chilenos, a buscar una fórmula política para la anarquía social en que se debatía el llamado Nuevo Mundo y que no era otro, que el poderoso ordenamiento clasista y aristocrático que mantenía la sociedad Peruana.

Sin embargo, si bien es cierto, porque así lo demuestra la historia, a partir de ese momento los dos estarán unidos no solo por la mutua felicidad que les da el amor, no, sino también por el grande interés de esta mujer en la obra de Bolívar; en cuyo proceso descubrimos el amor y la devoción, la dignidad y la lealtad de ella por la causa.

Como podemos advertir, se impuso a todo y a todos, fue la compañera digna, una compañera de felicidades y también de hondísimas tristezas, una leal combatiente, en los intentos autoritarios y en los renunciamientos, a través de las horas solemnes en que su amante es el hombre más poderoso y dentro de las horas sombrías en que la traición o la enfermedad tratan de llevarse al genio a la tumba, ella está firme y de pie.

La presencia de un marido que sólo le ha proporcionado decepciones, frigidez, desengaño profundo respecto a la vida hogareña, no la preocupa. Para constancia, encontramos esta carta, de la cual cito un párrafo muy importante: “Yo sé muy bien que nada puede unirme a Bolívar bajo los auspicios que usted llama honor. ¿Me cree usted menos o más honrada por ser él mi amante y no mi esposo? Ah! Yo no vivo de las preocupaciones sociales inventadas para atormentarse mutuamente”

Nada la intimida, ni la asusta y menos los chismes que recorrían los salones Quiteños. Ella los conoce en su origen y en sus largos alcances, los ha vivido en plenitud, sabe sus intenciones, el daño que ocasiona porque son dosis de veneno despreciativo que mata las carcomas en un tiempo muy reducido y la sociedad lo utiliza como arma destructora contra quien se salga de su falsa apariencia, esa apariencia puritana, dogmática, ridícula y sobre cultural.
Por todo está decidida a mantenerse unida con el hombre que ha elegido su corazón y así lo hizo. Nunca hubo razón más poderosa ni firmeza más inconmovible que una determinación en el alma femenina. Ni nunca ha existido fuerza mayor que una mujer convencida de que ama y que es correspondida, hasta la muerte las respeta.

A pesar de que Bolívar se encontraba muy preocupado por la situación de Guayaquil que aún no había decidido ni por Colombia, ni por el Perú. Manuela se encontraba fija en su mente, más profunda en su corazón, y más aferrada a sus entrañas.
(Continuara…)

miércoles, 3 de diciembre de 2008

MANUELA LA MUJER (VI)

Por: Víctor J. Rodríguez Calderón


El Libertador se acerca al Palacio Municipal, allí se había levantado una tarima donde se le harían los honores correspondientes. Manuela no alcanzaba a comprender lo que le estaba sucediendo, quienes la acompañaban en el balcón la notaron distraída, distanciada del evento, una explosión inesperada de sus emociones solo la proyectaban para preparar el momento de conocerlo personalmente. Debido a esta situación, ella relativamente no presto atención a las ceremonia triunfal que se le hacia a Bolívar, bellas quiteñas, vestidas de ninfas, le coronaban de laureles y lo invitaban a escuchar los discursos de las autoridades, luego fue llevado a la Catedral donde se ofició una misa especial.

El encuentro tan anhelado por ella, se produce esa misma noche, en el baile ofrecido en honor al Libertador por las autoridades locales. El gran salón de la casa municipal había sido acondicionado para el evento y fue adornado con un precioso dosel de rico tricolor de seda, centenares de luces y engalanado por el brillo de los uniformes de los revolucionarios y las magnificas galas de las damas quiteñas; hacia el fondo del salón se le preparó el sitio de honor al caraqueño, a quien rodeaba su estado mayor y las principales personalidades de la ciudad.

Del brazo de don Juan Larrea, Manuela atraviesa el enorme salón y va al sitio donde está el hombre que ella se ha prometido conocer personalmente, muy cortésmente don Juan se la presenta al Libertador, éste al verla trae a su mente aquellas miradas ardientes que se habían cruzado en el desfile, sus manos se unen y sus almas se estremecen en un trance que los atasca en unos sentimientos encontrados, fue algo muy fuerte en ellos, tanto así, que por instantes olvidaron la importancia de la ceremonia.

Manuela se había preparado para esta ocasión, sabia que no tendría otra, en lo personal puso el mayor cuidado en su maquillaje, en su tocado, nunca había sido tan grande su necesidad de gustar, de ser admirada y deseada como esa noche. Se aseguraba de comenzar a vivir una nueva vida, toda su naturaleza la comprometía solo en el anhelo de introducirse en el alma de Bolívar, quien a pesar de las atenciones que lo rodeaban no podía dejar, mientras bailaba, ver el símbolo de sus sueños, la sentía, admiraba su imponente orgullo, lo embelezaba su picara sonrisa mundana, descubría sus habilidades, era el ingenio personificado en una mujer de extremada belleza.
Por intermedio de algunos de sus oficiales se enteraba que era una mujer de carne y hueso, audaz con la espada, capaz como él, de montar a caballo durante días y versada e intelectual como cualquier oficial superior de su estado mayor. Bolívar no puede quedarse en la paciencia de esa historia, abandona de nuevo su sitio de honor y ante la curiosidad de todos los presentes, que conocían la fama del líder, pues el Libertador tenía ya todo un historial sentimental, como el marinero del poema: “En cada puerto un amor”, e igual a las galanterías y leyendas de la señora Thorne, nuevamente la invita a bailar, todos los ojos se fijan en ellos y a partir de ese momento danzan casi toda la noche, conversaron y se prometieron con animo acometer nuevas y más temerarias empresas.

Manuela no vaciló para decidir su nuevo destino, su corazón no tuvo entonces, ni tendría después otra ambición que la de ganarse por completo el amor de ese hombre, que en forma plena satisfacía sus aspiraciones y sus sentimientos. Coinciden los dos, sin dudas, enrumbarse hacia lo inevitable, ella y él se sintieron dominados por la seguridad de que su amor forjaría esa voluntad de durar y fortalecer sus emociones y sus pasiones. Al despedirse esa noche solo restaba resolver los nuevos pasos de sus vidas y se imaginaron el placer de sentirse amados para siempre.

Para ese momento Manuela tiene veinticuatro años y el Libertador cuarenta. Menos de veinte días duran esas relaciones en secreto, las fiestas se multiplican, las invitaciones se hacen diarias y comienzan las murmuraciones en aquella sociedad, donde ninguno de los dos se da por aludido. Su posición era la entrega total, donde la emoción descubría nuevas felicidades y aunque el Libertador conocía muy bien las costumbres de estos lances y ella se gobernaba por su temperamento voluntarioso, audaz, despreciativo y sensual, sensualismo que busca en el placer la gloria, los dos se han unido, porque en estos temperamentos la lucha es una necesidad y marchar contra la corriente de aquella sociedad una dicha.

Manuela era una mujer hermosa, rica, aristócrata, valiente y decidida para todos los desafíos. ¿Qué podría perder? ¿Su matrimonio con el doctor Thorne?, eso estaba desbaratado hacia mucho tiempo. Ahora si cambiaba su desgracia por la gloria de amar y ser amada por el hombre más grande de América en ese momento. En cuanto a Bolívar se encontraba en plena gloria y cada día adquiría fulguraciones mundiales, se cruza con esta mujer en su camino, en cuya existencia él funde las grandezas de la emancipación de los pueblos, los resentimientos, las caídas y las debilidades del nuevo mundo caótico que estaba adquiriendo conciencia en los combates de la revolución y porque siempre supo que Manuela Sáenz, la mujer, era ante todo una rebelde, una americana, con una conciencia llena de libertades y justicia, pues en su sangre, en su historia y en sus recuerdos, estaba el drama de la esclavitud y en sus potentes conceptos existía la energía del nuevo porvenir, como lo que en esos momentos se vivían y ya se asomaban como un horizonte de este continente.

Por eso Bolívar, en los brazos de Manuela vivía el delirio y la pasión, estaba protegido por su ternura y nunca se sintió lejos de su drama histórico con el cual estaba comprometido. De ahí que estemos obligados a entenderlos, porque si observamos, no fue indudablemente el sentimiento corporal que los juntó, hubo además una potencia espiritual unificada, los mismos anhelos, la misma rebeldía, la misma ambición de libertad y justicia, una misma fe en la causa, un mismo sentido del sacrificio integral, una misma desconfianza de todos a pesar de la necesidad de contar con todos y la misma y triste experiencia sentimental.

Ni María Teresa, su esposa, fallecida; porque mi Dios no le permitió un tiempo como para analizar, ni Fanny de Villars, ni Josefina Machado, la famosa “señorita Pepa”, como le decían los revolucionarios venezolanos, ni Manuelita Madroño, en la sierra peruana, ni Antonia Santos de Colombia y otras, no pudieron nunca conquistar el corazón y el pensamiento y todas las facultades del Libertador. Sólo en su vida hubo una, que por su inteligencia, sus sentimientos, su preparación y por el vigor de su carácter logro penetrar su vida, su alma y su corazón: MANUELA SAENZ, LA MUJER.

(Continuará…)

sábado, 8 de noviembre de 2008

MANUELA LA MUJER (V)

Por: Víctor J. Rodríguez Calderón

Así fue el retorno de Manuela a su amadísima patria, ya el general Sucre, enviado por Bolívar, se ocupa de tomar posesión de Riobamba, a trescientos kilómetros al sur de Quito. Va de batalla en batalla, para poder alcanzar la ciudad. Manuela lejos de detenerse hasta aguardar el resultado de los sucesos, deja a su padre en Guayaquil y se va al combate de frente con las tropas libertadoras. Por instinto y por tendencia conoce la vida del guerrillero, lo que le place por entero, y se entera de la forma de pensar de Bolívar, al que espera conocer pronto.
Al llegar a Quito, ocurrían grandes acontecimientos, la ciudad se preparaba para recibir triunfalmente al Libertador de Colombia. Sin duda que lo desconocido para esta mujer, era el nuevo horizonte que le esperaba, aunque ella se había declarado: libre, libérrima, en cuanto a moral, revolucionaria, belicista, tempestuosa, desprendida, generosa y su vida la había desenvuelto en un mundo de fantasías, su carácter lo definía muy bien y ella misma lo predicaba: “soy amiga de mis amigos y enemiga de mis enemigos”.
QUIEN LO IBA SIQUIERA A IMAGINAR, ALLÍ COMENZARIA PARA MANUELA LA MUJER, SU VERDADERO Y UNICO AMOR Y PARA EL LIBERTADOR DE COLOMBIA LA PASION Y EL ENCANTO MAS GRANDE DE SU VIDA.

El 16 de Junio, desde las primeras horas de la mañana, una grande multitud del pueblo y sus alrededores, se reunían en la plaza y a todo lo largo de la calles por donde iban a desfilar aquellos aguerridos hombres, se adornaron con banderas y los balcones con flores, las damas lucían sus mejores ajuares, lo que contribuía a enriquecer en emoción y colorido aquel gran homenaje popular.

A eso de las diez de la mañana, se encendió el bullicio y los gritos de: ¡ahí vienen! ¡ahí vienen! Acompañados de las músicas marciales de la banda de guerra, se acercaban a la plaza, y los sonidos de las campanas de los templos son echados a vuelo, fuegos artificiales estremecen al pueblo de felicidad, aquel cortejo triunfal era maravilloso, la tensión de todos aquellos ciudadanos explotaba como un gran cañón libertario, la expectativa general se hacia inefable.

El Libertador de Colombia entra a Quito seguido por sus oficiales, por el norte lo está esperando el General Sucre, también en compañía de varios de sus revolucionarios.

Bolívar monta un hermoso caballo blanco, tascaba nervioso e impaciente el freno, de tal forma que hombre y corcel se confundían con aquella ola de emoción gloriosa, 600 jinetes vienen detrás.

El Libertador vestía -describe el historiador Alfonso Rumazo González, en su tríptico Bolivariano- “uniforme de gala que brilla con el sol, uno de esos soles quemantes de junio en aquella región. A su paso por las calles empedradas, resuenan los cascos de los caballos, lluvias de flores, millones de aplausos y vivas, delirio, frenesí, son arrojados a los rostros de esos combatientes victoriosos con un fervor que nunca presenciaron esas calles ya casi tricentenarias”.

El cortejo se dirige hacía la plaza mayor, donde están situadas otras bandas, los toques de corneta y el ruido de las salvas de la victoria se confundían con el inmenso clamor de voces que gritaban: ¡Viva Bolívar! ¡Viva nuestro Libertador! Los aborígenes, con sus típicos y pintorescos trajes y sus largas mantas de lindos colores, elevaban aún mas sus esperanzas al vislumbrar en el calido fervor de este homenaje, un verdadero horizonte de libertad tras de tantos siglos de esclavitud. Tratan de romper los anillos de seguridad para acercarse a Bolívar, lo rodean y lo obligan a detenerse, lo tocan, lo saludan con respeto y con emoción casi religiosa.

Seguido por esa ola de pueblo, Bolívar logra llegar a la esquina diagonal del Palacio del Obispo, en uno de aquellos balcones está Manuela quien lo detalla totalmente, lo ve con el sombrero en la mano y saludando cortésmente, no le quita los ojos de encima, ella está allí en compañía de su madre, tíos y amigas, espera impaciente que el vencedor pase cerca de su balcón. En el preciso momento en que el Libertador esta bajo su dominio, Manuela le arroja una corona de laurel la cual cae sobre él, al levantar sus ojos chocan con los de la quiteña, con su maravillosa sonrisa y con sus brazos blanquísimos, finos, que parten de los hombros desnudos como dos llamaradas de amor, las sonrisas se cruzan acentuadamente. Bolívar clava en ella su mirada de fuego y con una gentil venia agradece el homenaje que ya nunca mas va a olvidar.

Cosas de la vida, fue un momento definitivo para la vida sentimental de ambos, con esas miradas cruzadas, se iniciaba un amor y una pasión histórica e inmortal, el cielo de Quito les cubría sus almas y los iluminaba porque a partir de allí vivirían para amarse en un para siempre.

Para Manuela, este fue su momento decisivo, el que cambiaria por completo su existencia. Después de tanta espera y búsqueda de amores inútiles, encontraba al hombre, esos minutos para ella fueron siglos, sintió el dominio hondo de la nueva emoción, ella lo había anhelado íntimamente desde hacía tanto tiempo, que ahora el destino le daba la voluptuosidad de ese sentimiento, del poder y de la gloria.

(Continuará…)

jueves, 6 de noviembre de 2008

Obama, presidente del imperio invasor y saqueador del mundo


Pedro Echeverría (especial para ARGENPRESS.info)

1. ¿Puede alguna persona serena y equilibrada tener confianza o esperanza (hope) en un presidente que es el representante de un gobierno imperial, es decir, de una potencia que domina al mundo desde hace un siglo por medio de su poderío económico, militar e ideológico?.

La realidad es que sólo se podría tener confianza si ese presidente fuera producto de una profunda revolución de las conciencias, si viniera de una prolongada lucha social y contara con poderosas organizaciones de trabajadores con experiencias de organizaciones colectivas y de autogobierno. Pero si (como el caso de Obama) viene de un simple proceso electoral, como los miles de comicios que ha habido en el mundo, sólo habría que averiguar qué poderosos sectores aprobaron su candidatura, quienes pagaron su campaña y cuál es el contenido real, entre líneas, de su discurso.

2. Como bien se ha publicado: Obama recibió el apoyo de grandes multinacionales, personajes de mucho peso, multimillonarios y de miembros reconocidos de su partido demócrata; además de captar el voto afro-estadounidense y un sector juvenil que antes no había expresado un interés notable en la política nacional. Logró recaudar más dinero que cualquier otro candidato de la historia de EEUU. La campaña de Obama convirtió la palabra cambio se convirtió en una moda. Incluso llegó a decir Obama (para no dividir con su negrura) que la nación era un sola, que no veía color ni sexo ni afiliación política; que los EEUU era un solo gran país. En sus discursos, según puede leerse, fue claro con su punto de vista imperial y su reafirmación sobre la necesidad de recuperar la posición de Estados Unidos como una superpotencia y como el país más grande y dominante del mundo. Y esto del poderío sin par, lo ha subrayado hablando de Iraq.

3. En sus discursos Obama dio a entender que era mejor concentrar todas las fuerzas en Irak, destruir al enemigo rápidamente y retirar al ejército de ocupación para que los soldados estadounidenses y sus familias no sufran. Es decir, según Obama hay que hacer bien las cosas, a la perfección: EEUU debe actuar con firmeza para reafirmar que es la nación más poderosa del mundo y para que sea respetada. ¿Será la misma estrategia intervencionista brutal que aplicará contra Cuba, Venezuela, Bolivia, las FARC, Irán o Palestina? Si esto fuera así como lo he entendido entonces podríamos estar hablando de un dictador sin piedad que con la risa en los labios busca reivindicar el gran poder yanqui para frenar cualquier competencia. Pero esperemos que no sea así, que sea una mala interpretación y que, por el contrario, arrepentidos los yanquis, quieran reconciliarse con el mundo.

4. Dice Obama: Tenemos una situación difícil en Pakistán porque, para empezar, tomamos una mala decisión al ir a Irak cuando no habíamos terminado la tarea de capturar a Bin Laden ni aniquilado a Al-Qaeda. Entonces lo que ocurrió fue que nos distrajimos, desviamos recursos y finalmente Bin Laden se escapó, instaló base en Pakistán en las provincias. Ahora están atacando a nuestras tropas en Afganistán, desestabilizando la situación. Ahora son más fuertes que nunca desde 2001. Y es por eso que pienso que es tan importante cambiar el rumbo, porque ese es el frente principal en el tema terrorismo. [.] Si tenemos a Osama bin Laden localizado y si el gobierno paquistaní es incapaz o no está dispuesto a sacarlos, entonces pienso que tenemos que actuar y sacarlos nosotros. Mataremos a bin Laden. Aniquilaremos Al-Qaeda. Esa debe ser nuestra mayor prioridad de seguridad nacional.

5. Sin embargo, si decimos que basta con que haya sido elegido un negro y que su gobierno cambie algunas cosas en los EEUU para que ya sea ganancia, entonces queremos que las cosas sigan igual. No debe olvidarse, por ser un asunto esencial, que EEUU es el país más poderoso del mundo, que domina el universo en gran parte y que sus políticas llegan a ser determinantes para muchos países. A EEUU debe medírsele, principalmente, por su política exterior, de manera secundaria por su política interna. ¿Se puede soslayar acaso que su extensión territorial, que todo su gran desarrollo, que todas sus enormes riquezas, que todo su potencial económico los logró amenazando, invadiendo, saqueando y cobrando rentas a los demás pueblos y gobiernos del mundo y, sobre todo, que esa política la ha continuado hasta el siglo XXI?

6. ¿Puede Obama negarse a aplicar la política imperialista que los grandes consorcios o empresas transnacionales necesitan? Basta recordar lo que sucedió a uno de los presidentes más populares de los EEUU (John F. Kennedy) por ser joven, blanco y multimillonario y tener a una esposa admirada en el mundo por su belleza. Arrebató en 1960 a los republicanos la Presidencia al derrotar a Richard Nixon, quien era el vicepresidente de Eisenhower. A pesar de que Kennedy ordenó la expulsión de Cuba de la OEA, la invasión de ese país, la intensificación de la guerra en Vietnam, la represión a los negros, el imperio le exigía más; pero como no profundizaba la represión y los saqueos en el mundo fue asesinado en noviembre de 1963. Se quiso culpar a los comunistas pero investigaciones posteriores demostraron que fueron los derechistas.

7. Obama tiene como objetivo recuperar el gran poder de los EEUU en el mundo. No está mal que cualquier país que no haya sido imperialista, que una nación que no buscara dominar, quisiera prosperar y sobresalir o estar más presente en el mundo para solucionar sus problemas económicos. Pero en el caso de los EEUU que durante todo el siglo veinte sólo se ha dedicado a presionar, amenazar, intervenir e imponer sus políticas en otros países no puede esperarse otra cosa que buscar dominar. Obama conoce diez veces más la historia de ese país que muchos de nosotros, pero su compromiso, según discursos pronunciados, es volver a situar a ese país como el más poderoso del mundo. Y parece que ahora los medios de información, controlados ideológica y económicamente por ese país, le están dando la vuelta al mundo para crear nuevas esperanzas.

8. Si pensando en lo que podría pasar sólo nos basamos en simpatías, en suposiciones y deseos, sin acudir a los textos de sus discursos y a los análisis crítico, podríamos caer en simples impresiones. La obligación de quienes están preocupados por comprender lo que sucede en el mundo es seguir de manera permanente la problemática y escarbar un poco la historia. La historia política de dominación ejercida por los EEUU no da ningún espacio para pensar que podrían cambiar en dos o cinco años. Contrario a los que quiere Obama: recuperar el poder de los EEUU, los pueblos del mundo desean lo contrario: que en ese país de registre una gran revolución, un profundo cambio, que logre acabar con su papel imperial y que los EEUU se conviertan en una nación dispuesta a colaborar, de igual a igual, con todos los países del mundo. Si eso sucediera el mundo sería otro.

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Publicado por ARGENPRESS en 17:59:00
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LIBERTAD Y EXPRESION

Por: Víctor J. Rodríguez Calderón

Sin lugar a dudas que la libertad y la expresión son derechos fundamentales que se ven consagrados en las constituciones de nuestras naciones. En estos días se habla mucho sobre el tema y lo más delicado que observamos es que escuchamos opiniones de personas que adolecen del conocimiento científico y filosófico de lo que es en verdad este código.
El verdadero periodista concibe la libertad de expresión cuando utiliza la información como un factor real que eleva la educación y la moral del hombre, cuando su texto es el fruto de una investigación que no está controlada por opiniones contrarias, lesivas, que ordenan el abuso de que una información se trastoque. Hoy, no se puede negar, los medios de comunicación en Venezuela se han convertido en libérrimos de la suciedad política, se perdió la ética del periodismo. Ya no se abusa, ahora son pasquines que se burlan del pueblo y nadie lo dice, cualquiera se agarra por su intermedio a ofender, amenazar, a vilipendiar, injuriar, maltratar, acusar, calumniar y todos callan y otros de acuerdo del lado que estén: Aplauden.
Ahora bien, un diario informativo es un medio de comunicación que lleva un complejo de informaciones a toda una comunidad de personas que son nuestros lectores a los cuales debemos respetar llevándoles noticias, informaciones, actuales, reales y opiniones de personas que sepan manejar y orientar sus ideologías con comentarios que ilustren y representen la neutralidad y la honestidad del diario para quien trabaja.

Para nadie es un secreto lo que vemos, leemos en ciertos diarios venezolanos y lo que oímos a ciertos periodistas que en sus espacios se han convertido en vulgares actores políticos de oposición o vulgares protagonistas gobierneros, aunque estos piensen que la razón de ser medios les da autoridad, se equivocan, olvidan el código de la información, la educación y hacen daño, sólo buscan alienar la conciencia y lo mas terrible que no hacen política , sino siembran odios y separación ciudadana en sus propósitos. La libertad de expresión está en la imparcialidad como medio de comunicación actuante del sistema democrático de libertades. Cuando el periodista elude los lineamientos éticos, indudablemente se estrellará y será sujeto de que su medio caiga en la falsedad y su conducta profesional se desajusta a la critica, pues se han olvidado que ante todo esa libertad de expresión es una prestación de un servicio publico dispuesto a informar y educar.


Es innegable que algunos medios vengan de donde vengan, traten de adueñarse de las conciencias de todos los venezolanos y que con esto los incite a pensar y cambiar sus inquietudes, sus pasiones, estimulándolos con un aluvión de críticas virulentas, que la televisión, la radio y la prensa digital, como impresa, divulgan. La libertad de expresión tiene su origen, su ética en el tratamiento ajustado a la dignidad, la moral, veracidad que se merece la información para una patria democrática socialista. Nosotros debemos dar ejemplo y no caer en el terreno de estos ignorantes que están prostituyendo la más hermosa profesión del mundo.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

La ilusión de Obama

Txente Rekondo
Rebelión

El triunfo de Barack Hussein Obama ha sido presentado como la victoria del cambio y la ilusión, pero para ilusión la que ha venido albergando el propio Obama desde hace años. Toda su carrera política ha estado marcada por la búsqueda de su propio acomodamiento en las instituciones y el sistema actual, más que a buscar cualquier transformación del mismo.
El triunfo de Obama ha estado basado en varios pilares. Una campaña casi “perfecta” (uso de Internet, movilización de voluntarios, marketing), las grandes dotes comunicativas (como orador y escritor) del candidato, las grandes sumas de donaciones y dinero que ha recibido (claves en las primarias) y una coyuntura política y económica favorable (la crisis financiera de septiembre, cuando las encuestas auguraban un vuelco favorable a McCain, y ser el candidato anti-Bush).
El hecho de que se convierta en el primer presidente negro de EEUU es un factor importante, pero los que tenían esperanzas en un cambio profundo pueden esperar sentados. Los discursos de Obama no varían en el fondo de lo que han defendido sus antecesores en el cargo, y su oposición a Bush era táctica (críticas a los errores y el coste…) más que objeciones morales o éticas.

Como han señalado algunas voces críticas en EEUU, “Obama ha sido el candidato de las clases dominantes”. Los que manejan la política y la economía en el país impedirían que cualquiera que ponga en duda la “jerarquía dominante y sus doctrinas” llegara a la Casa Blanca. Y no debemos olvidar que Obama ha recibido ingentes donaciones económicas de esos sectores, así como el apoyo de los medios de comunicación del establishment.

La anécdota de color, con un presidente negro en la Casa Blanca, no significará una mejora sustancial para la minoría negra, ni el racismo estructural que domina la sociedad cambiará. El futuro presidente de EEUU, definido con ironía como “republicrata” (por su capacidad por absorber los discursos de los dos partidos mayoritarios y dominantes) protegerá los privilegios de las élites y de las poderosas corporaciones, todas ellas dominadas mayoritariamente por blancos.

A partir de ahora el color del dinero en EEUU será el verde del dólar, el de su presidente, negro, pero el de la Casa Blanca, y los pilares que sustentan a ésta, seguirán siendo blancos. La obamanía y las ilusiones que se han creado se irán diluyendo en los próximos meses, dando paso a la fotografía completa de este “histórico acontecimiento”.

TXENTE REKONDO.- Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)

El imperialismo bajo Barak Obama


Independencia y socialismo (Canarias)

A pesar de su aspecto de buen muchacho, el recién elegido presidente de Estados Unidos garantiza la continuidad en lo fundamental de las políticas imperialistas. Cierto es que John MacCain defendía una política exterior a “cara de perro”: quería continuar la guerra de Irak, abogaba por el bombardeo de Irán, sospechaba de las medidas diplomáticas de George W. Bush hacia Corea del Norte, quería excluir a Rusia del G8 y enfrentarse a China, afirmando que la “alianza demócrata” está librando un combate enconado contra la “liga totalitaria”.

En contraste con esta vuelta a la “guerra fría” de MacCain, Obama ha venido abogando por las medidas diplomáticas. Sin embargo, existe una gran diferencia entre la imagen de Obama y sus planteamientos políticos.

Un presidente electo que se apoya en Joseph Badin, candidato demócrata a vicepresidente que apoya la guerra de Irak, y en Zibigniew Brzezinski, ex consejero de seguridad nacional del presidente Jimmy Carter, considerado como un “halcón” de la línea dura.


Los europeos desean que EEUU cambie su política exterior, especialmente en la definición del status quo y el papel que desempeña EEUU en el mundo, ya que la guerra de Irak ha dado como resultado que las relaciones entre ambos lados del Atlántico hayan sufrido una severa prueba. tampoco ven con buenos ojos las dificultades que la agresiva política estadounidense les ha reportado en sus relaciones con Rusia. y puesto en evidencia que los EEUU no puede recurrir solamente a la fueza para imponer su voluntad.

Además los países de la UE desean que EEUU no se limite a recurrir unilateralmente a la fuerza y quieren que actúe a través de la ONU y otras organizaciones internacionales en las que los europeos pueden hacer valer su peso.


Para la mayoría de los europeos, desde el 11 de septiembre de 2001, los EEUU ya no es el bastión inexpugnable para protegerse en un mundo convulso. La crisis financiera global también han puesto en duda la modalidad del capitalismo estadounidense, libre de control.


Sin embargo, ni los europeos ni los bienpensantes del resto del mundo, deben hacerse ilusiones, ya que tras la victoria de Obama, y para salvaguardar los intereses del complejo industrial militar, las multinacionales petroquímicas y los bancos, EEUU no van a renunciar a la hegemonía imperialista ni a preferir la diplomacia a la guerra. La invariable tendencia que les ha dado buenos resultados desde la década de 1980 (hasta que tropezó con la heroica resistencia del pueblo irakí) no va a desaparecer así como así con la elección de Obama.

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sábado, 1 de noviembre de 2008

MANUELA LA MUJER (IV)


Por: Víctor J. Rodríguez Calderón

Pero Lima, no resultó lo que Manuela se había imaginado, allí se encontró con enormes dificultades a vencer si deseaba obtener por lo menos una situación algo parecida a la que disfrutaba en Quito, Lima era una ciudad cosmopolita y la llegada del doctor Thorne y su lindísima esposa no paso de ser un incidente sin importancia alguna, lo que le pegó duramente a Manuela, aquella sociedad aristocrática y poderosa no demoró en hacer sentir rudamente la presencia de las barreras nada fáciles de franquear. Pero Manuela era invencible, para fortuna suya, esta lucha desproporcionada contra esa nefasta sociedad que no se dignaba tomarla en cuenta, halló en los acontecimientos históricos de la época una salida inesperada, destinada a darle esa importancia tan grata que tanto necesitaba su temperamento.

No había pasado mucho tiempo de su instalación en Lima, cuando los sucesos y las noticias de los progresos del movimiento revolucionario en el Sur, que según se decía, aspiraba a llevar a sus fuerzas al propio virreinato peruano, estimularon las esperanzas de los ambientes subversivos imperantes en la ciudad, las casas de los descontentos –ricos y pobres- se convirtieron en centros operativos revolucionarios, cuyo carácter se disimulaba con las apariencias de inocentes reuniones sociales.

Invitada inicialmente a estas reuniones por Rosita Campuzano, una de la mujeres mas activas de la conspiración, Manuela de simple espectadora, pasaba a trabajar de lleno en una de las mas peligrosas empresas, como era el movimiento emancipador de América y lo hizo con enorme facilidad, por su actividad, sus encantadores atractivos y por su odio contra el estado de cosas que se aspiraba a derrocar. Esto la llevo a ser una de los principales personajes del submundo revolucionario de Lima.

Su residencia se convirtió, para desesperación y oposición de su tranquilo y temeroso doctor Thorne, en un centro de reuniones, donde asistían aquellas gentes esperanzadas en los progresos de la revuelta.

Empezaba una nueva vida con la cual Manuela se identificaba perfectamente, ella la llenaba y la matizaba de excitantes alegrías y se apasionaba por el peligro que corría, esto podríamos asegurarlo, llenó el alma ardiente de Manuela, pues en el curso de sus cambiantes peripecias estratégicas descubrió una nueva fase de su personalidad, la cual la empujaba imperiosamente a la política, a las intrigas, a gozar con los encantos y peligros del poder.

Por los correos que allí la visitaban, se enteró con entusiasmo, sobre el desembarco efectuado en las costas de Pisco, donde San Martín probablemente se entrevistaría con el Libertador Simón Bolívar. Suceso que a pesar de la activa vigilancia enemiga española, aumentó la audacia de los descontentos.

Algo de lo que no ponemos en duda, es de las conversaciones íntimas entre Rosita Campuzano y Manuela Sáenz, el significado de la emancipación, por ambas deseada, al inicio se materializaban en divagaciones profundamente femeninas sobre el héroe que la dirigía, pues para ambas era desconocido, pero las historias que se contaban sobrepasaban lo epopéyico, ese hombre por el que ambas esperaban, no era otro, que el Generalísimo argentino San Martín.

Cuando estas fuerzas revolucionarias se acercaban a la entrada de Lima, ellas temblaban de felicidad y una vaga expectación, un anhelo confuso, pero poderoso, se les incrusto en el alma, al ver al frente de los ejércitos del Plata a un personaje soñado, capaz de entusiasmarlas no solamente como militantes de la causa americana, sino también como mujeres.

Esta sensación de anhelo era particularmente muy notoria en Manuela, que en el fondo de su espíritu y gracias a las complejas circunstancias de su existencia, había sentido acentuarse en su vida intima una contradicción, cada vez más dolorosa e insoluble, entre aquellas fuerzas de su personalidad que la hacían aborrecer las posiciones susceptibles de condenarla a una vida mediocre a la vida de algo o de alguien, como fue la historia de su madre. Pero, ella en su interior se sentía poderosa, sabia como dominar su naturaleza femenina, la cual traducía en añoranzas de la cálida felicidad experimentada en los tiempos de su primer amor.

Si observamos bien el análisis psicológico de la personalidad de esta mujer, podemos asegurar que ella fundía en una enorme pasión, los sentidos del alma, las delicias del amor y la voluptuosidad del poder, tal era la inspiración de su profundo e inconsciente anhelo, que lo mismo no podía mirar indiferente la proximidad del jefe revolucionario, cuyo nombre era como un reguero de pólvora gloriosa y de libertad desde las riberas del Plata hasta las márgenes del Rimac.
Pero, todo ese sueño, se le convertiría en la más amarga de sus desilusiones. El generalísimo que había imaginado, el conductor de la emancipación del Sur, le resultó ser un militar egocéntrico y puritano, su opaca entrada a aquella ciudad, su falsa modestia que anunciaba su timidez, su rigidez y ese acentuado desprecio por las multitudes que lo aclamaban, lo hacían mas bien como hijo del racismo hacia el propio pueblo, él era un hombre que mantenía una tendencia a resolverlo todo en conciliábulos secretos y su apego a la orden conservadora de las clases americanas, producto de su resistencia a afrontar con sentido creador una autentica causa revolucionaria.

Para Manuela, desde ese primer momento, se le elevo a la máxima potencia, una pésima impresión, más, al enterarse que este generalísimo se proponía montar un trono español en América. Indudablemente se habían equivocado, aquel no era el hombre que estaban esperando con secreto entusiasmo. Manuela, con su rapidez, su intuición de mujer realizó rápidamente su juicio, presintió con tristeza las horas difíciles que le aguardaban a la causa verdadera de la revolución.

A pesar de los honores que recibió, inclusive, de manos del propio San Martín, con la cruz de las Cabelleresas del sol, como reconocimiento a sus servicios a la causa rebelde y a la insistencia de la misma Rosita Campuzano. Manuela tomo decisión de regresarse a su ciudad natal Quito con su padre, quien temeroso, (pero con buenas ganancias) de las represalias decretadas por los ministros del Protector del Perú contra los españoles, le anuncio a su hija el propósito de retornar al lado de su familia, a lo cual ella se incluyo de inmediato.

(Continuará…)

martes, 28 de octubre de 2008

MANUELA LA MUJER (III)

Por: Víctor J. Rodríguez Calderón

Pero este amor, también iba a correr el mismo riesgo que el de su madre, no duró mucho tiempo y el joven capitán la abandonó, dejándola en un estado deteriorado moralmente, ella se sintió burlada por otro miembro de esa raza dominadora que solía fácilmente en America hacer lo que le daba en gana, sobre todo con las mujeres criollas, pues estos señores se habían acostumbrado a mancillar la honra y la dignidad de ellas. Manuela se quedo con sus ilusiones, fantasías y con la burla del maltrato sentimental. En un principio sufrió y lloró mucho, y en busca de consuelo regresó a su casa, donde su madre la recibió con la mayor ternura inspirada por la triste remembranza de su juventud.
A su lado la pena se fue calmando, olvidando su transitorio sueño de felicidad que le había dejado aquella intensa y pasajera voluptuosidad idílica, que a momentos se negaba a morir y volvía a renovarse en un indomable deseo de emociones sensibles.

Todas estas sensibilidades que atacan a Manuela, la hacen reflexionar y ahí es cuando ella toma decisiones de transformar radicalmente su vida, poco a poco empieza a ser otra mujer, dominante, deseosa de gozar, aunque sus goces causen sufrimientos a otros. Se traza un propósito firme que guía todas sus acciones y configura todos sus actos, eso si, por ningún motivo correrá la suerte de su madre, ella se dispone salir del olvido y el entredicho social a que la ha condenado su pecado. Necesita imponerse por encima de todos y todas aquellas que la miran de reojo y pretenden aprovecharse de su caída. Llego la hora de buscarse una situación socialmente aceptable, que la cubra de todo reproche. Su mente comienza a obsesionarse y encuentra como solución el matrimonio, pues vive en ella el temor de sufrir una derrota en momentos tan decisivos de su vida.

Resulta muy difícil en la investigación histórica, a menos que se invente, saber si su casual encuentro con el médico inglés Jaime Thorne, hombre ya en toda la mitad de la etapa de la vida, de gran reputación social y profesional, despertó de verdad en ella la idea del matrimonio o si la convicción de su necesidad la llevó a acercarse a este hombre tranquilo, rutinario en sus costumbres y falto de atractivos humanos que parecían indispensables en una naturaleza como la suya; en todo caso, lo que si está fuera de toda duda es que en la aproximación de estos dos seres tan diferentes, el amor compartido no jugó papel alguno. La ardiente y tardía pasión que en el hombre maduro despertó la atractiva juventud de Manuela, sólo encontró en ella ese asentamiento sin espontaneidad, muy propio de la mujer cuando toma soluciones que comprometen su vida sentimental sin comprometer sus sentimientos.

A mediados de 1817 se celebra la ceremonia nupcial de esto dos seres, Manuela ordenó tres días de fiestas. Fue evidente desde ese primer momento que el deseo de la desposada no tenia ninguna prisa por comenzar su intimidad con su serio marido, las fiestas se celebraron en la casa de su madre, pero el baile del cortejo en la residencia de don Simón, en la hacienda de Catahuango.

Desde aquellos sitios Manuela se hizo acompañar de muchos de los compañeros, con los cuales disfruto de tres días de regocijo, donde se le pudo observar mas preocupada por bailar locamente que de buscar la compañía del doctor Thorne, quien además de sus prejuicios contra el baile, tampoco tenia disposición para el mismo.

Lo que si fue cierto es que su matrimonio le sirvió para iniciar una agitada existencia social, lo que psicológicamente, entre cuyas pequeñas alegrías le ayudo a olvidarse del vacío de su vida interior. Su casa la convirtió en uno de los centros principales de la sociedad de la ciudad y ante el excesivo lujo de su existencia fastuosa, Manuela de Thorne vio como se caían las barreras de censura que se habían levantado y pretendido conservar contra ella.

A salvo de los desaires, por su ventajoso enlace, alcanzó la cumbre del éxito con la satisfacción orgullosa de obligar a una sociedad a perdonarle a regañadientes sus audacias o a callarse sus reproches.

Sin duda, Manuela tenía demasiada impetuosidad en el alma para que estos éxitos transitorios pudieran satisfacerla permanentemente. El abismo de su vida sentimental que con el correr de los días se hacía presente y al lado de un hombre del cual todo la distanciaba, no demoro en revivir en ella los recuerdos callados de su fugaz aventura de amor, nuevamente apareció el joven y apuesto capitán español, al que encontraba casi en todas la fiestas y al que nuevamente le fue reiniciando sus preferencias sentimentales.

Estos amores no pasaron mucho tiempo oculto para el doctor Thorne, quien los monitoreaba desde su inicio. Cuando estuvo absolutamente seguro de lo que estaba aconteciendo, con su típica frialdad, arreglo sus asuntos en Quito y so pretexto de importantes negocios, notificó a su mujer que debían mudarse de inmediato hacia Lima a la mayor brevedad. El problema era que ella le pusiese resistencia o pretexto, pero la verdad es que el sorprendido fue él, la actitud de Manuela no tuvo ninguna vacilación y le expresó sus deseos de emprender de inmediato ese viaje. Ella sabia que la ciudad de los virreyes, sólo atractivos podía ofrecerle, y nada ni nadie la iba a retener en Quito, no podía menos interesarse por las obvias posibilidades de un ambiente como el de la ciudad de Lima, más prometedor, por todos los conceptos, para servir de escenario a la gran personalidad de esa hermosa mujer.

(Continuará…)

lunes, 27 de octubre de 2008

MANUELA LA MUJER (II)


Por: Víctor J. Rodríguez Calderón


En 1809 Quito lanza su grito de libertad, estalla el primer movimiento revolucionario. Doña María Aizpurú, no duda, da todo su apoyo a los rebeldes y junto a su hija Manuela vio impasible desfilar hacia las cárceles, a centenares de españoles, entre quienes se encontraba su amante, el señor Sáenz. Los conflictos la han convertido en una mujer fría, donde se confundían entrañablemente sus resentimientos de mujer con su vanidad ofendida de americana; raza y desamor, esto le había inyectado una actitud implacable, lo cual Manuela no olvidaría nunca más.

Pero, esta primera acción de los rebeldes dura poco tiempo, la reacción española no tardó en mostrar su fortaleza y el movimiento emancipador fue ahogado en sangre. Doña María pierde las esperanzas, pero Manuela empieza a formar su conciencia política cuando ve los horrores de esa terrible guerra.

En calles y campos se exponían macabramente las cabezas y los miembros sangrientos de los jefes de la revuelta.

Tales acciones causaron profunda preocupación en Doña María, quien sin pensarlo dos veces, decidió evitar este cruel espectáculo a Manuela y se trasladaron a su hacienda, no muy lejos de la capital y allí procuro dedicarse a la educación de su hija, quien cada vez mas se hacia dueña de su voluntad y de su corazón.

Iniciándose el año de 1814, la causa revolucionaria atravesaba su más difícil época, se anunciaba la proximidad del “pacificador” Morillo y con ello se extinguían las últimas esperanzas patrióticas. Esta situación preocupó mucho a doña María, ya le era muy difícil controlar el carácter de su hija Manuela, quien ya sabía manejarse con entera audacia y se convertía en una mujer hábil manejando su coquetería. Decidió entonces internarla en el convento de Santa Catalina, donde además completaría su educación. Pero argumentos históricos de historiadores de la época, sostienen que eso influyo por las preferencias que notó en Manuela, por el apuesto oficial de Húsares, Fausto D`Elhuyar, español como su amante don Manuel Sáenz, y ella por ningún motivo aceptaría, que su Manuela fuese atravesar por esas infernales vicisitudes que tan dolorosos recuerdos mantenía en vivo, eso le dio valor para separarse de su hija, pues por nada en el mundo deseaba que el brillo y aureola de poderío que rodeaba a los dominadores de la nueva revolución arrastrara a su hija, como le acaeció a ella, en esa aventura sin porvenir.

Pero, el joven capitán estaba muy enamorado y demasiado interesado por aquella lindísima mujer, para que su encierro en aquel convento lo obligara a renunciar a ese amor compartido ya por los dos. Por ese amor se las ingenio y logro mantener una comunicación constante con ella, cuestión que no le fue muy difícil por su raza y por su rango, mensajes apasionados iban y venían enviados con las porteras y los días de visita por las esclavas Jonatás y Nathan, D`Elhuyar trabajó rodeándola de una asiduidad tierna y constante que se adentró muy hondo en el corazón de Manuela, cada vez menos dueña de sí ante esta tentación que invadía sus sentimientos con el irresistible enervamiento de su primer amor. Ambiciones sociales, anhelos que la llevaban desde su infancia a desear el brillo, el triunfo social, todo se fundió en el fuego impaciente de esta pasión, donde se comprometía emocionada y completamente su ardiente juventud.

Las consecuencias de estos sentimientos encontrados trajo la ansiedad y un día Manuela Sáenz abandonó secretamente el claustro de Santa Catalina y sin pensar en el escándalo que iba a estallar huyo con su oficial enamorado. Doña María al enterarse entró en una profunda crisis de angustia, desesperada, vio repetirse su dolorosa historia en su hija.

Para Manuela, poco o nada pesaban entonces estas consideraciones, ella solo sentía la embriaguez que por esa primerísima felicidad que le concedía el destino, a la cual se entregaba en cuerpo y alma a su amante y seductor, Manuela descendió, con la emoción de lo desconocido en el alma, hasta esos abismos del deleite humano que un vez tocados nos impulsan a sumirnos completamente en su indefinible y maravillosa profundidad

(Continuará…)

Relato de una breve estadía intensa

Venezuela

Alejandra Ciriza
SinPermiso

La filósofa y activista socialista y feminista Alejandra Ciriza nara la experiencia de su participación en el VIII Encuentro Mundial de Intelectuales en Defensa de la Humanidad celebrado la pasada semana en Caracas.
Llegué a Caracas en medio del crash financiero causado por la crisis de Wall Street. Es decir, en una condición material provocadora para hacer lo que veníamos a hacer unos y unas 200 intelectuales procedentes de 68 países del mundo entero: pensar acerca del tipo de crisis de la que se trata, debatir sobre las perspectivas que ese acontecimiento abre (o no) para la construcción del socialismo en América latina y en el mundo entero, pensar y discutir nuestras perspectivas como parte de la izquierda, hacer un balance de nuestras posibilidades, conocer la situación por la que atraviesa Venezuela.
Su universidad, a la que fui con un querido amigo, es patrimonio de la humanidad y está ubicada cerca del jardín botánico, en un parque lleno de árboles asombrosos para quienes procedemos del desierto. Obra del arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva, la universidad no es sólo un conjunto de edificios, sino un proyecto urbanístico sorprendentemente bello que integra arte, arquitectura y paisaje, con esculturas y murales emplazadas en el predio, y un vitral de Léger en la biblioteca, un edificio revestido con mosaicos rojos que destaca contra el verde intenso de los jardines.

La propuesta no podía ser para quienes estábamos allí más convocante: pensar desde América Latina como el lugar de construcción de los proyectos emancipatorios más radicales y en defensa de la humanidad, puesto que el capitalismo amenaza, hoy más que nunca, con la barbarie y la destrucción de los seres humanos y de la naturaleza.

Escuchamos, en la apertura del VIII Encuentro Mundial de Intelectuales en Defensa de la Humanidad a Samir Amin, François Houtart, y Carmen Bohórquez, los tres insistieron en la relevancia del sur como espacio de resistencia a la crisis del capitalismo, que no es sólo una crisis financiera, sino una verdadera y profunda conmoción que es preciso aprovechar en procura de la construcción del socialismo. De alguna manera la idea es que la construcción de una nueva internacional de los pueblos y los obreros, será una internacional que, liderada desde el sur, será también capaz de emancipar a quienes en y desde el norte padecen las consecuencias del capitalismo.

El trabajo estaba organizado en 8 comisiones.
El primer grupo, coordinado por Devandiren Pillay; de Sudáfrica, era sobre el trabajo y la unidad de los trabajadores. La propuesta incluía la posibilidad de debatir sobre una serie de aspectos ligados al análisis de las transformaciones en el mundo del trabajo, la solidaridad sur-sur y las nuevas formas de internacionalismo.
El segundo, coordinado por Lau Kin Chi, era para discutir sobre la cuestión agraria, el tema de los agro-combustibles, el acceso a la tierra, la eco-política y la soberanía alimentaria.
El tercero (que fue donde me tocó participar a mí) se titulaba La democracia la igualdad y las relaciones de género. La coordinadora era Marta Harnecker, que no sé si recordarán, chilena ella, autora de un libro que se convirtió en un manual que recorrió toda América Latina en los '70: Los conceptos elementales del materialismo histórico.

A mí me tocaba coordinar el subgrupo sobre democratización y derechos de mujeres, pero cuando llegó el momento de las que hubo nos dividimos según nuestras lenguas nativas. Los mecanismos de traducción no funcionaban. Eso produjo un efecto extraño sobre nuestro grupo, formado exclusivamente por latinoamericanos y latinoamericanas. Debatimos en profundidad, sobre la base de una ventaja comparativa enorme: el conocimiento que la mayoría de nosotras y nosotros tenemos de los procesos nacionales y continentales. Produjimos un documento orientado a pensar la cuestión de la democracia de manera diferencial: por una parte, las democracias existentes bajo condiciones de degradación democrática, en las cuales las tareas de denuncia, resistencia, defensa de la legalidad burguesa, pueden ser consideradas como conquistas democráticas. Es el caso de Colombia, por ejemplo. Por la otra creímos preciso avanzar en la reflexión sobre el proceso de transformación de la sociedad en dirección a la construcción de una democracia socialista/un socialismo democrático, así como también sobre las dificultades y obstáculos que puedan producirse en ese proceso. En ese caso están pocos países en América Latina e incluso en el mundo. Tal vez Cuba, Venezuela y Bolivia, un proceso que se inicia en Nepal. No es precisamente el mejor de los mundos posibles, pero probablemente de eso se trate.

Entre otras cosas señalamos que una democracia socialista debe transformar la ley política, la ley civil y la ley de familia, en el sentido de transformación de las relaciones asimétricas de poder existentes: las políticas, las de clase, las de género sexual. Un verdadero "toque domenechiano" (de Toni Domènech, el autor del Eclipse de la fraternidad). La fraternidad… cuyo fantasma plebeyo revoloteó durantes esos días de encuentro.

El cuarto grupo de trabajo, sobre cultura, medios y multiculturalismo fue coordinado por el ecuatoriano Víctor Hugo Jijón. Se discutió bastante la cuestión de los monopolios mediáticos y el adocenamiento de la opinión pública.

Los cuatro primeros grupos funcionaron durante los días lunes, martes y miércoles hasta el medio día y luego comenzó el trabajo de los otros cuatro grupos.

En la segunda ronda fui menos afortunada. Creo que los debates más interesantes se dieron en el grupo 5, cuyo tema era El orden económico mundial. Economistas de primera línea analizaron los aspectos financieros de la crisis, hicieron una crítica del funcionamiento de los organismos multilaterales como instancias de control y domesticación de las soberanías nacionales, y discutieron sobre la propiedad social de los recursos naturales. Uno de los temas que me resultó más atractivo (estuve allí metiendo mi nariz una mañana) fue el de la crítica de la alternativa "capitalismo verde", es decir, la salida a la crisis energética por el lado de la producción de agro-combustibles y de la nueva agricultura sin agricultores. Apasionante. Por decirlo de una manera simple: ante la alternativa del llamado capitalismo verde es bueno comenzar a diseñar las posibilidades de apostar por el socialismo solar, por una sociedad que garantice la comida para todas y todos, lo que implica, desde luego, una reevaluación de la relación con/en la naturaleza que somos y la reconquista de la soberanía sobre nuestros recursos naturales. Ese grupo estaba coordinado por Theotonio dos Santos.

El grupo 6 debatía sobre el orden político mundial y el surgimiento de nuevos paradigmas. La persona que hizo el reporte de ese grupo fue Ana Esther Ceceña, una investigadora mexicana muy interesante que hizo hincapié en las características de la predación capitalista en los últimos años, en las formas del despojo económico y militar. Ella señaló, me parece que de un modo muy adecuado e interesante, el proceso de militarización planetaria llevado a cabo por Estados Unidos, las formas de construcción del enemigo, la transformación en las prácticas de la guerra, y el papel que cumplen Israel y Colombia como cabeza de playa del imperialismo. Dicho sea de paso, una de las intervenciones más interesantes en nuestro grupo de trabajo fue la de la senadora colombiana Piedad Córdoba, que denunció los efectos de la militarización, los fusilamientos extrajudiciales y las migraciones internas forzadas en Colombia. Impresionante la fuerza de esa mujer, que es además bellísima.

El grupo 7 era sobre integración regional. Señalaron la importancia de la integración regional y los obstáculos con los que nos encontramos para hacer posible una cooperación sur-sur.
Yo trabajé en el grupo 8, que estuvo coordinado por Manuel Monereo, español, e Isabel Monal, cubana. Discutimos sobre transición al socialismo. Esta vez éramos gentes de todas las partes del mundo: españoles, hindúes, chinos, brasileños/as y portugueses, cubanos/as, ecuatorianos, norteamericanos, africanos. Fue complejo y difícil ese debate. Desde mi punto de vista no lográbamos focalizar de modo adecuado ningún asunto. Sin lengua ni experiencia histórica, política y cultural en común, la discusión se deshilvanaba con frecuencia.

Pocas mujeres siempre. Las que encontré eran economistas. Ellas fueron mis compinches en las pequeñas conspiraciones feministas que llevamos a cabo. El documento de democracia fue sistemáticamente intervenido por el "comando feminista", integrado por Ritu Dewan, hindú, Hassania Drissi Chalbi, marroquí y yo. Hicimos empatía inmediatamente entre nosotras y con una cuarta, también muy interesante ella, Augusta Conchiglia, italiana, periodista, muy conocedora de la cuestión africana.

El debate fue siempre intenso, apasionado. No sé cómo nos manteníamos en pie. Desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche con un intermedio para almorzar, durante el cual seguíamos discutiendo en distintas lenguas, en mesas pobladas de africanos y africanas, asiáticos y asiáticas, europeos y europeas, latinoamericanos y latinoamericanas. Una especie de pequeña Babel empeñada en romper las barreras de las lenguas.

Además tuvimos un par de actividades extra: el miércoles estuvo Chávez, que habló largamente, durante 5 horas, de la historia de la experiencia venezolana, de nuestro destino común como latinoamericanos y latinoamericanas y de las medidas que su gobierno realiza para la construcción del socialismo. Es muy inteligente y carismático, rápido para las respuestas, enormemente pedagógico. Habla de economía, por ejemplo, con claridad y solvencia. Indudablemente es un líder con una personalidad enormemente seductora, habitado por una voluntad política capaz de mover montañas y una capacidad de encantamiento capaz de conmover multitudes. Desea ser la reencarnación de Bolívar y hace constante referencia al libertador, a don Simón Rodríguez, a las guerras de independencia como momento fundacional en la constitución de nuestras identidades.

El viernes no pude estar presente en la clausura. Fuimos invitadas algunas y algunos de nosotr@s a presenciar un acto de entrega de dinero para financiar proyectos comunitarios en el marco de la Misión 13 de abril, de creación de comunas socialistas.

Se trata de proyectos realizados por los consejos comunales, que son producto de la organización de las comunidades mismas. Ellos y ellas, organizados, formulan los proyectos que consideran prioritarios y los presentan ante el Ministerio del Poder Popular para obtener financiamiento. Hacen, ellos y ellas mismas el diagnóstico, el plan, solicitan el financiamiento, ejecutan el plan y lo controlan. La organización comunal está vinculada a la puesta en marcha de varias misiones: una de ellas, Madres del barrio otorga subsidios a mujeres en condiciones de pobreza extrema, la Misión Robinson se ocupa de educación de adultos mayores, y la Misión Ribas de educar adolescentes con la secundaria incompleta. El Simoncito Comunitario es un plan de educación infantil, la Misión Sucre apunta a formar profesores comunitarios, Barrio Adentro está destinada a facilitar el acceso a la salud de la población.

Lo más impresionante de la entrega de dinero no es el hecho de que el gasto social sea en Venezuela muy importante, y que la gente tenga realmente acceso a financiamiento para la realización de los proyectos que ellos mismos consideran prioritarios, sino… ver a gente muy joven, fundamentalmente mujeres, con un grado de compromiso y conciencia como hacía mucho no veía. La joven Milady, una comunera de los alrededores de Caracas, cuya comunidad había proyectado la realización de una obra para asegurar el agua a la comunidad, fue la que me convenció de que algo importante está pasando en Venezuela. Algo así como la inexpropiable experiencia de construir una sociedad diferente con las propias manos, con el propio cerebro, con el propio corazón.
La revolución, la construcción del socialismo en carne y hueso, luego hay otras cosas que no me gustaron tanto…. El exceso de voluntad de control, la superposición entre partido y organización comunitaria, un cierto tufillo autoritario. Son asuntos a los que hay que prestar atención, y muy probablemente también algo más, sin duda, pero Venezuela está cambiando y eso es innegable.
El sábado recorrimos la ciudad, visitamos un centro de salud (Barrio Adentro II) y conversamos largamente con las y los médicos cubanos que están colaborando con el gobierno venezolano, visitamos un mercal, que es un mercado comunitario donde las personas acceden a los alimentos básicos a precios muy inferiores a los del mercado capitalista, fuimos a una radio comunitaria y a una escuela bolivariana.

Al día siguiente quedábamos muchos menos. Desayunamos y me fui con un amigo ecuatoriano al Museo de Arte Moderno de Caracas, compramos pocos recuerditos, husmeamos en una librería donde compré poesía de Aimé Césaire por 2 bolívares, y me volví a mi país. Y cuando llegué leí un diario… y se me encogió el corazón.

Aimé Césaire decía sobre la Martinica:
Partir. Mi corazón resonaba de enfáticas generosidades.
Partir… llegaría joven y llano a este país y le diría a este país que es mío y cuyo limo forma parte de mi carne… "He andado errante mucho tiempo y vuelvo a la fealdad abandonada de tus lacras".

Alejandra Ciriza es profesora de filosofía política en la Universidad de Mendoza, Argentina.
Fuente: Rebelión

sábado, 25 de octubre de 2008

La necesidad del socialismo revolucionario

Homar Garcés
Argenpress

La implosión de la Unión Soviética supuso un serio revés para quienes, adheridos a los ideales del socialismo, luchaban (y luchan) por un mundo más justo y sin divisiones de ninguna clase. Para sus enemigos históricos, la misma representaba el fin de la historia, al proclamarse victoriosa la democracia representativa y, con ella, la economía capitalista, a escala mundial.
Sin duda, la supremacía del capitalismo arroparía inevitablemente a todo el orbe, conduciendo a todas las naciones a un mismo destino y una promesa de bienestar generalizado, favorable a las naciones capitalistas industrializadas. Sin embargo, la reacción temprana contra los inicios del neoliberalismo globalizado en nuestra América, lo mismo que la insurgencia armada de campesinos e indígenas en el sur de México, justamente cuando se anunciaba la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio entre este país, Estados Unidos y Canadá, hizo que muchos dudaran de la veracidad de esta afirmación tan categórica.
Durante este tiempo, grupos, individualidades y movimientos se plantearon hallar una alternativa al capitalismo. En esta convergieron ecologistas, ex guerrilleros, feministas, campesinos, científicos sociales e intelectuales, entre otros, que concluyeron en que la vía a escoger tendría que ser la del socialismo. Esto vino a tomar revuelo cuando Hugo Chávez lo asumió abiertamente en el Foro Social de Sao Paulo, generando toda suerte de proyectos teóricos, especulaciones, y, por supuesto, oposiciones de una y otra parte, lo cual se ha mantenido hasta hoy con pocas variantes. No obstante, el hecho de que se esté hablando con mayor libertad y seriedad sobre las posibilidades de construir realmente el socialismo adolece aún de un debate de altura, el cual podría extenderse a los sectores populares que -hoy por hoy- se han convertido en sujetos sociales de la revolución, especialmente entre nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños.

Algunos han llegado a creer que la asunción del gobierno es indicativa de lo que puede ser la revolución socialista aún cuando están conscientes de que ello sólo será realidad mediante la organización, la lucha y la conciencia revolucionaria del pueblo.
Hasta ahora varios de los gobiernos de la región sudamericana se han proclamado de izquierda o progresistas, sin dar pasos decididos hacia el socialismo, contentándose con mejoras parciales que dejan intactas las diferentes estructuras que caracterizan a la sociedad capitalista. En este sentido, vale recordar lo aseverado en 2007 por Aurelio Alonso, Director de la Casa de las Américas, al señalar que "no basta que el proletariado tome el poder ni que la burguesía sea expropiada ni que se derogue la legalidad del ancien régime ni que se barra con sus instituciones y se desechen sus fundamentos ideológicos. El dato clave es, a nuestro juicio, que reinventar el socialismo supone parejamente reinventar la democracia, y viceversa, y este es un paquete completo en la agenda del siglo XXI".

Falta mucho por definirse en este camino. La multiplicidad de factores que han hecho de nuestras naciones dependientes o semi-dependientes, subdesarrolladas y con una gran deuda social insatisfecha tendría que someterse a la identificación del socialismo revolucionario como una alternativa válida y necesaria frente a los desniveles y depredación en aumento del capitalismo globalizado. Para ello es ineludible que se produzca una insurrección (en el buen sentido de la palabra) contra el orden establecido, sin permitir que la misma derive en un reformismo que, a pesar de declararse socialista y revolucionario, sólo servirá para impedir los cambios que demandan nuestros pueblos para su redención total. Esto es lo que hace del socialismo revolucionario una necesidad histórica y una verdadera alternativa para la preservación de la vida en general.

miércoles, 22 de octubre de 2008

¿A quién sirve la sentencia anticomunista de Chávez?

Alejandro Ruiz
Venezuela Cantaclaro

I parte. Chávez en la aldea anticomunista global

Con sorpresa y desconcierto para millones de luchadores revolucionarios en el mundo, Latinoamérica y en Venezuela, el Presidente Hugo Chávez, líder de la Revolución Bolivariana y del Socialismo en Venezuela, Latinoamérica y el mundo, ha sentenciado al Partido Comunista de Venezuela (PCV) al exterminio político, al igual que al partido Patria Para Todos (PPT).

El Comandante Hugo Chávez ha prometido que el PCV y el PPT "van a desaparecer del mapa político. Yo me voy a encargar de eso, tengan la seguridad (…) Yo los acuso de contrarrevolucionarios y hay que barrerlos del mapa político venezolano, van a desaparecer". Y agrega al mejor estilo del decadente y peligroso George W. Bush: "El que está conmigo tiene que estar con Hugo Cabezas [candidato a la Gobernación de Trujillo por el PSUV], no hay otro. El que no esté con Hugo Cabezas no está con Chávez, está contra Chávez". Y punto (Últimas Noticias, 12-10-2008, p. 23).
¿Y quién es Hugo Cabezas?, se preguntarán. ¿La reencarnación del Che Guevara? ¿Un dirigente obrero, un líder campesino, un líder comunitario? No importa, por ahora. No nos detengamos en lo particular de los candidatos, porque el problema no es simplemente electoral.En dos pequeñas ciudades del interior del país, el Presidente Chávez se ha jugado su prestigio de aglutinador de la voluntad de la mayoría del pueblo venezolano, de líder de la unidad continental, de referencia viva para movimientos revolucionarios en América, Europa, Asia, África y Oceanía, y todo por tratar de posicionar a dos de sus candidatos a la gobernación en los estados Portuguesa y Trujillo.
¿Y contra quién arremete? ¿Contra los partidos y grupos de la oposición golpista y fascista que lo derrocó el 11 de abril de 2002? ¡No!. Arremete contra sus aliados electorales del PPT y los comunistas. Sí, aliados desde 1998 cuando logró ganar la presidencia de Venezuela, especialmente los comunistas del PCV.
Me entero que el PCV apoya a 16 de los 22 candidatos a gobernación del PSUV (73%). No apoya a ningún candidato de partidos de la oposición. Y apoya 6 candidatos propios o en alianza con el PPT (27%), y que ninguno de estos 6 es apoyado por el PSUV. Si como dice el Presidente Chávez, parafraseando a Pitágoras de Samos, "Dios habla por las matemáticas"; según esta novedosa certificación de revolucionarios (apoyar o no apoyar a los candidatos del PSUV), el PCV es 73% revolucionario y 27% contrarrevolucionario. En síntesis, el PCV sería matemáticamente revolucionario.No es cualquier cosa lo que ha dicho el Presidente Chávez, tal vez sin meditar la resonancia y repercusión de sus palabras más allá de la prensa local. Esta bien defender unas candidaturas, pero no era necesario presentarse como un verdugo dispuesto a exterminar personalmente a los comunistas, además de llamarlos contrarrevolucionarios, traidores, desleales, buscapuestos y mentirosos. Todo en una semana.Si esto continúa así, muchos agentes del Departamento de Estado estadounidense y de la Comisión Europea contra el Comunismo se quedaran sin empleo. Y los organismos de inteligencia policial y militar de Venezuela, DISIP y DIM, redoblarán sus esfuerzos de "monitoreo y neutralización" contra el Partido Comunista de Venezuela, como en los "mejores tiempos" de los gobiernos del puntofijismo.A los comunistas chilenos, exterminados físicamente -no como organización- por el régimen de Pinochet, no les hace ninguna gracia ese discurso propio de los anticomunistas. A los comunistas españoles, menos, al recordar a Franco. Para los comunistas de Turquía, Indonesia, Nepal, Japón, Grecia, República Checa, Sudáfrica, Colombia, El Salvador, Guatemala, "borrar del mapa" recuerda la muerte, la persecución, la cárcel, la tortura y la privación de empleos durante años. Ni siquiera al Partido Comunista Chino ha gustado semejante amenaza contra el PCV.Llamo la atención no sobre el debate electoral, sino sobre el daño que le hace al futuro de la Revolución Bolivariana y al liderazgo del Presidente Chávez que lo perciban como un anticomunista.
Entonces es preciso respondernos algunas otras preguntas.¿Es posible una revolución socialista anticomunista? No, aunque algunos dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que preside Hugo Chávez, lo consideren viable.
¿Existe en el PSUV fuerzas anticomunistas? Sí, así como existen fuerzas no anticomunistas, corrientes procapitalistas, corrientes progresistas, corrientes reformistas, corrientes de superrevolucionarios, corrientes marxistas, corrientes antimarxistas, corrientes y hasta fracciones diversas en constante pugna por controlar el partido, por posicionarse en cada evento electoral interno y de cargos públicos.¿Puede un dirigente incidir en la construcción del socialismo? Sí.
No es lo mismo Hugo Chávez que Arias Cárdenas. No es lo mismo William Fariñas de próximo gobernador de Nueva Esparta que Alexis Navarro.¿Es Chávez anticomunista? No. En 1994, después de salir de la cárcel declaró al periódico del PCV, Tribuna Popular: "No soy comunista, pero tampoco soy anticomunista". Suficiente, más no se le puede pedir.
Sin embargo, las fuerzas anticomunistas que controlan parte del gobierno y del PSUV han hecho fiesta con la melodía del Presidente. Se ha desatado una verdadera arremetida ideológica y comunicacional, donde las agencias estadounidenses y la oligarquía aprovechan para colarse también y atizar la campaña contra el comunismo.
Un verdadero fuego cruzado contra los comunistas venezolanos, sean militantes del PCV, del PSUV –que los hay- o sin militancia. Uno nunca sabe dónde hay un comunista.Sólo falta que esa fracción del PSUV declare la "Semana del Anticomunismo" y pida una reforma constitucional –esta vez sí buscarían los votos- para insertar el inciso 6º de la Constitución gomecista de los años 30, que prohibía las actividades comunistas y los consideraba traidores a la Patria. Y que en vez de la consigna "Patria, Socialismo o Muerte" –que no les gusta mucho, aunque la repitan automáticamente- escriban en su bandera: "El único comunista bueno, es el comunista muerto". Borrado del mapa, pues, exterminado, liquidado.
Estas fuerzas anticomunistas han logrado inducir el discurso del Presidente Chávez para defender sus posiciones en gobernaciones, alcaldías, gobierno nacional y en el PSUV. Cuando "Don" Luis Miquilena, el Coronel Luis Alfonso Dávila y el periodista Alfredo Peña eran los capos del MVR sucedía lo mismo. No es sólo una confrontación contra los candidatos del PCV y el PPT, también conspiran contra los propios candidatos del PSUV de la corriente de izquierda, juegan a su derrota para derrotar a Chávez y presionar después de las elecciones del 23 de noviembre.
Ciertamente, las fuerzas de izquierda avanzaron mucho en las elecciones internas por la dirección nacional del PSUV, ocuparon las posiciones principales, pero los suplentes son quienes dirigen el partido. Extraña democracia esa. La correlación de fuerzas dentro de un partido determina la preferencia por las alianzas. Por eso no se hizo ningún esfuerzo por activar la Alianza Patriótica.
Si los reformistas de Podemos no hubiesen abandonado a Chávez hoy habría una alianza con ellos para las elecciones regionales.En definitiva, el anticomunismo sirve al imperialismo, a la oligarquía, a los reformistas, a los amantes del capitalismo y de las corbatas marca Louis Vuitton, a los adoradores del "socialismo a la venezolana" de Teodoro Petkoff, a los promotores de la cogestión obrero-patronal, a quienes juegan al socialismo desde el Penthouse de un hotel.Si los comunistas venezolanos en vez de un partido fuesen una tribu o una etnia, estaríamos hablando de limpieza étnica continuada desde el año de su fundación en 1931.
Si en medio de esta orgía "socialista" anticomunista el PCV gana alguna gobernación o alguna alcaldía, sin el apoyo de Chávez, o simplemente logra más del 1% de los votos, será un fenómeno electoral.Hoy los comunistas transitan el desierto y los "socialista democráticos" de la Revolución Bolivariana les niegan hasta el agua. Es tiempo de parar este linchamiento, para no repetir luego, junto con el poeta y dramaturgo alemán Bertold Brecht, el poema del pastor protestante Martin Niemoeller:Primero vinieron por los comunistas, / pero yo no dije nada / porque no era comunista. / …Cuando vinieron por mí, / ya no había nadie / que dijera nada.

martes, 21 de octubre de 2008

Guerra de tipo colonial del presidente Uribe Vélez contra indígenas



Apolinar Díaz Callejas (especial para ARGENPRESS.info)

Colombia mira con espanto la guerra que ejecuta el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez contra las comunidades indígenas sobrevivientes, en el sur de Colombia. El periódico español El Tiempo de Bogotá ha tenido que denunciar con vigor los atropellos y agresiones físicas contra los grupos indígenas colombianos del sur del país que sobreviven en los departamentos del Valle y del Cauca.A su vez, el diario liberal El Espectador, de Bogotá, dice el 15 de octubre: “la muerte sistemática de representantes indígenas, la expansión de proyectos de palma, de caucho en zonas ancestrales, la continua presencia de grupos irregulares y amenazas conexas, así como la protesta en contra de leyes y reformas sobre tierras que ha venido impulsando el gobierno, derivaron en fuertes disturbios que contabilizaban no menos de 32 heridos- uno con muerte cerebral- y 12 policías que corrieron la misma suerte, luego que cerca de 6.000 indígenas se enfrentaran con miembros de la fuerza pública en varios municipios de los departamentos del Valle y Cauca. El Dezmad de la policía lanzó gases lacrimógenos para repeler la protesta indígena”. Los grupos indígenas se tomaron la carretera aduciendo que en los últimos meses han sido asesinados muchos líderes de las distintas etnias del país. Según la Vicepresidencia de la República en 2.007 fueron asesinados 40 indígenas. En lo que va corrido del año, van por lo menos 36 muertos. La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca denunció que la policía y el ejército dispararon contra los indígenas, contra los comuneros. Nueve nativos fueron heridos a bala. El Defensor Regional Del Pueblo, funcionario público encargado de la defensa de la ley, insistió “en que la Fuerza Pública se ha excedido en el uso de las armas de fuego”.Frente a estos sucesos de violencia y sangre contra los indígenas, el Presidente Uribe Vélez, con el cinismo de un funcionario del sistema colonial español de hace 300 años exigió que los indígenas le pidieran perdón. El Senador indígena Jesús Enrique Piñacué ha intervenido con mucha energía para parar la represión oficial. La reacción nacional de Colombia ha sido de solidaridad con la población indígena y de denuncia de la agresión armada de las fuerzas militares gubernamentales contra esas comunidades.El concejo Mayor de Gobierno Indígena de la Organización Nacional Indígena de Colombia explico la decisión de los indígenas de movilizarse durante el mes de octubre contra Estado Colombiano y el actual Gobierno Nacional a defender y exigir sus derechos humanos y colectivos. La respuesta del Gobierno ha sido el empleo masivo de la represión militar y policial de los pueblos indígenas.Lo que actualmente ocurre contra los indígenas es una muestra de la política de guerra y agresión del Gobierno Uribe Vélez contra la creciente protesta de los grupos étnicos, sociales y de trabajadores sindicales que se han lanzado a la oposición contra esa represión. El grave riesgo para Colombia es que Uribe Vélez se lance del todo a la agresión contra el pueblo colombiano, como en los peores tiempos de los últimos 100 años de historia de la república.El Movimiento Indígena de los departamentos del Valle y Cauca ha recibido hasta ahora el apoyo de la totalidad de Las Organizaciones Indígenas colombianas que se han lanzado a la calle en protesta por la represión oficial del gobierno Uribe Vélez, y reclamando sus propios derechos.A su vez, los cortadores de caña de la Industria Azucarera del valle llevan 30 días de protesta y de reclamos por sus derechos sociales y sindicales. En esa región está concentrada la Industria azucarera Colombiana. El Gobierno Uribe Vélez se coloco desde el principio contra los trabajadores y en apoyo incondicional los empresarios, movilizando hacia la región la nueva fuerza represiva rural que ha sido puesta en marcha en los pueblos Colombianos.Foto: Alvaro Uribe Vélez presidente de Colombia. / Autor: Fernando Ruiz Nieto - SNEHaga click aquí para recibir gratis Argenpress en su correo electrónico