El presidente Barack Obama denunció el golpe de Honduras, pero la posición y decisión de su gobierno gira totalmente contraria a esta denuncia, la asistencia que los golpistas directamente están recibiendo son de carácter militar y económica desde Washington, además de que Zelaya regrese al poder se consideraría como una victoria a las independencias de las patrias que hoy se han revelado fuertemente contra el imperio y eso seria demostrar la gran debilidad de la vida artificial que tiene en sus entrañas el neoliberalismo global.
Por otra parte, no olvidemos que Honduras ha sido uno de los países mas utilizados por los sectores más reaccionarios y derechistas de la región central para afianzar su política agresiva contra cualquier otra nación que conate progreso en Centroamérica, allí se entreno en la década de los ochenta las tropas mercenarias que se enfrentarían a los revolucionarios nicaragüenses financiada en su totalidad por el imperio norteamericano y desde allí se combatió contra el sandinismo, se organizaron los escuadrones de la muerte que asesinaron a lideres progresistas y fustigaron el proceso de paz en El Salvador.
Zelaya se sentenció ante las oligarquías de su país con el aumento de salarios que hizo a los trabajadores y con el delito imperdonable de “preguntar a su pueblo” si querían una cuarta urna para que se pronunciaran si aceptaban una convocatoria para una asamblea constituyente para el próximo año. Una iniciativa apoyada por más de 400 ciudadanos Hondureños.
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha montado su “parapeto” condenando el golpe y buscando transar la supuesta democracia y defender las instituciones, pero con el mismo amor del imperio hacia el golpe.
En síntesis, tenemos razones para mirar el gran tablero geopolítico del “orden mundial” vigente, estamos sentados en una olla de presión que esta a punto de explotar para generar una guerra intercapitalista y ya vemos los diversos teatros conflictivos que se viven en el mundo y los cuales cuentan con tres altísimos elementos detonantes interactivos.
a) Las necesidades del imperio norteamericano y sus aliados como la UE de generar por medio de ataques, golpes u otros medios agresivos que desarrollen un nuevo polo productivo y ese se llama economía de guerra.
b) Asegurar el control del petróleo y los recursos estratégicos perecederos del planeta que les asegure su supervivencia como potencia hegemónica, no olvidemos que nuestras tierras son para ellos el paraíso prometido.
Impedir que los enemigos que se despiertan después de 100 años de indolencia aprieten sus gatillos hasta nucleares capaces de lanzarles un apocalipsis sobre sus metrópolis imperiales.
De ahí, que país que se despierte, es necesario volverlo a dormir. En consecuencia, esto solo es un microanálisis que debemos ir ampliando, pero por ahora, a Obama y a todos sus aliados les interesa que regresen los países bananeros, chocolateros, cañeros, cafeteros y paperos que les rindan obediencia ciega, y cuyas oligarquías sean la peonada de su implantada esclavitud. Ante el mundo eso no es un caos, no es un retroceso, eso es solo un remolino de figuras perturbadas que ellos apelaran a la más amplia decibilidad para decir y hacer nada.
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