martes, 6 de mayo de 2008

DEL 11A de 2002, AL 11A de 2008-04-06



De:topo obrero

La historia de los pueblos es su pasado, pero también su presente, como paso hacia el futuro si aprende del mismo. Pero no se trata de enumerar hechos por mostrar que se tiene buena memoria. Se trata de recordar para aprender y poder transformar el presente sobre la base de las nuevas realidades.

En esta idea no podemos dejar de recordar que en aquellos días de abierta ofensiva contrarrevolucionaria, con movilizaciones de las masas, fundamentalmente de la mediana y alta pequeña burguesía, los medios de comunicación, cual organizaciones políticas, eran las encargadas de transmitir el mensaje de los sectores golpistas, todos ellos con la clara intención de crear una matriz de opinión de que el gobierno estaba perdiendo apoyo social de manera creciente, al igual que lo ganaba la oposición.

La Burguesía, mientras trataba de crear condiciones favorables desmotivando a las masas revolucionarias y envalentonando a las propias, ubicaba a sus cuadros en el seno de la alta oficialidad militar y policial. Por lo mostrado los días 11 al 13A de 2002, no fueron muchos sus éxitos, por lo que el golpe tuvo más características de una sedición de generales que el del conjunto de la Fuerza Armada. Contaron para esta acción con las complicidades de oficiales que se llamaban bolivarianos algunos y otros institucionales.

Recordar como el pueblo sin dirección política organizada comienza un proceso de respuesta, atomizada en las primeras horas del día 12, masivas a finales del mismo y el 13, nos debe servir para reafirmar nuestra fe en la capacidad de movilización y de sacrificio del pueblo cuando tiene claro y cree en las metas a alcanzar. En ese momento fue la libertad del presidente Chávez el motivo que las lanzó a la calle.

Es importante recordar cómo la potencia de las masas hizo aflorar las múltiples contradicciones en una fuerza golpista, sin apoyo en los cuadros medios y bajos de la oficialidad militar. Es importante recordarlo pues hoy sentimos esa misma fuerza por parte de uno de los batallones pesados del proletariado venezolano, como son los trabajadores de SUTISS en su lucha por su contrato colectivo haciendo retroceder a la empresa así como haciendo aparecer las contradicciones en el seno del gobierno del presidente Chávez. Todo se mueve, cuando la clase obrera se pone en acción.

Ayer el movimiento de masas se enfrentaba a la amenaza abierta de las fuerzas pro imperialistas y capitalistas en su conjunto, repetimos con una importante base social que se atrevió a irse de frente hasta el propio Palacio de Miraflores. Hoy, sin esa capacidad de movilización, aún habiendo aparentemente ganado el referendo del 2d, el imperialismo y su aliado incondicional de la burguesía nacional desarrollan una ofensiva basada en aumento de precios, fuga de capitales, desabastecimiento y acaparamiento, estando estos dos últimos más o menos controlados comparados con su fase más aguda que se vivió en los meses de enero y febrero.

Pero la ofensiva se traduce también en una serie de provocaciones al movimiento obrero con cierres parciales de la producción como en la Chrysler, en la Toyota, las acciones de las empresas pescadores de arrastre provocando el desabastecimiento de pescado, así como acciones represivas directas en alianza con sectores del gobierno como el ataque policial contra los trabajadores de la Firestone y el más grave a los trabajadores de SIDOR el viernes 14 que implicó a miembros de la Guardia Nacional Bolivariana.

¿EL MOVIMIENTO DE MASAS SE MANTIENE ESTANCADO O HA AVANZADO?

En los días previos al 11A, el movimiento obrero apenas estaba dando unos primeros pasos para romper sindicalmente con la burocracia Adeca – copeyana y de sectores de izquierda. El movimiento obrero acelera su proceso de ruptura con la burocracia sindical de derecha es a partir de la derrota del lock out patronal del 2d.

Para el momento del golpe de estado el movimiento popular (vecinal) estaba más avanzado que el movimiento obrero, incluso era el eje de las movilizaciones de defensa al proceso revolucionario. Es a partir del 11A cuando el proceso de organización se acelera, viviendo en los días subsiguientes al rescate de Chávez, momento interesantes de autoorganización con los llamados Círculos Bolivarianos.

Hoy día, la CTV es un cadáver insepulto. Ha perdido toda su fuerza en empleados públicos y en todo el movimiento obrero industrial de todas las ramas. En petróleo, su fuerza ha oscilado, pero hay una clara disminución de su fuerza. En SIDOR la fuerza que en un momento se presentó como alternativa a los adecos, como lo fue La Causa R, ya no tiene presencia importante. Incluso sectores que se desprendieron de esta corriente, siguen sufriendo un importante proceso de desgaste.

A nivel campesino, hoy existen varias organizaciones que han desplazado totalmente a las fuerzas de la derecha Adeca copeyana y que responden a varias tendencias políticas que se reclaman bolivarianas. El apoyo al gobierno es total.

A nivel popular, el proceso de organización ha sido más acelerado y rico. Hoy la organización predominante son los Consejos Comunales, a los cuales se les ha dado un importante impulso, sobre todo con los llamados bancos comunales a través de los cuales el gobierno invierte recursos para obras en las comunidades.

En términos generales el movimiento obrero y popular hoy está mucho mas organizado que en el año 2002. Aunque en su seno han aparecido corrientes con prácticas burocráticas, no se puede decir que ya existe una o varias corrientes burocráticas con el poder de controlar al movimiento de masas. No se pueden comparar con la fuerza de la burocracia adeca de los años 60, 70 ni 80. Nos atrevemos a decir que los elementos burocráticos que existen, y son numerosos, son muy débiles tanto políticamente como socialmente.

Esta debilidad es producto de la creciente fortaleza del movimiento obrero y popular. Las masas explotadas y oprimidas siguen en creciente movilización y toma de conciencia. Lo sucedido en el congreso del PSUV donde se aprobaron una declaración de principios y un programa que contradice planteamientos defendidos por el propio Chávez; un congreso donde se eligió una dirección nacional que relegó a buena parte de los más cuestionados dirigentes bolivarianos y un PSUV donde diversos sectores se adelantaron a apoyar a los sidoristas en su conflicto, cuando un ministro, un gobernador y más de un alto funcionario estaban cuadrados con la multinacional ítalo argentina, son indicativos de que hoy el nivel de conciencia y combatividad de las masas está más elevado que en aquellos días del 11A de 2002.

PERO EL MOVIMIENTO OBRERO ESTÁ DIVIDIDO

Las divisiones que han aparecido públicamente en el movimiento obrero no son nuevas. Vienen desde el nacimiento mismo de la UNT. Recordemos que esta central sindical nace sobre la base de un acuerdo burocrático entre las diferentes corrientes que apoyaban al presidente Chávez. Estas fracciones que se pusieron de acuerdo para elegir una dirección nacional, no tuvieron la suficiente capacidad política para cumplir su acuerdo de realizar en el término de un año a elecciones por las bases. Durante años convivieron bajo las siglas de la UNT pero en raras oportunidades lograron unificar criterios para actuar como lo debe hacer una central sindical.

El reacomodo de las fuerzas al interior del gobierno, que dan como vencedor la tesis de tratar de controlar la UNT o en su defecto destruirla, rompe la frágil estabilidad o “unidad” entre todas las corrientes, abriéndose una batalla abierta que está afectando al movimiento obrero, pero que no ha logrado lo fundamental para los sectores sindicales burocráticos que tienen acuerdos tácitos o implícitos con la burocracia reformista del gobierno, como es paralizar o desviar a la clase de su proceso de luchas reivindicativas que es el eje de sus luchas hoy. Esta es una de las características de la coyuntura de ese 11A.

Una situación “ideal” de unidad del movimiento obrero sindicalizado tendrá que pasar por el fortalecimiento de luchas como las de SIDOR que obliguen a los dirigentes sindicales a sentarse para alcanzar este objetivo, a menos que quieran que las masas les pasen por encima. Antes de alcanzarse la unidad sindical, pasarán muchos hechos, entre ellos el intento de corrientes como la FSBT, de conformar una central sindical propia, o de realizar un congreso de trabajadores, que represente solo a corrientes minoritarias dentro de la UNT, u otras demostraciones de sectarismo y ceguera política.

LAS CORRIENTES SOCIALISTAS

El cuadro global de los partidos políticos que están con el proceso es parecido hoy al de 2002. Las variantes no son pocas pero no hay cambios cualitativos porque no se ha podido constituir una corriente o tendencia marxista, socialista revolucionaria con implantación nacional e influencia de masas.

V República ya no existe, siendo suplantado por el PSUV, en el cual milita la mayoría de la vanguardia política revolucionaria del país. El peso de Chávez sigue siendo determinante, pero el movimiento de masas ha madurado y ha tomado posiciones disidentes frente al máximo líder. La posibilidad de construir esa corriente, pasa fundamentalmente por la militancia dentro del PSUV que como se viene viendo, está preñada de contradicciones no solo en su dirección, y sobre todo en sus bases, donde decenas de miles de militantes honestos y combativos quieren avanzar hacia un socialismo sin patronos, sin burócratas y sin corruptos.

PERSPECTIVAS

A pesar de que el presidente Chávez continúa con sus intentos de construir puentes de “reconciliación” con la burguesía, esta es una tarea imposible, pues el proyecto de Chávez no la representa y por el contrario exacerba las contradicciones con el capitalismo internacional y entre las masas explotadas y oprimidas y la burguesía, como dueña de los medios de producción.

Si Chávez ha podido paliar el problema del desabastecimiento y el acaparamiento, es por una razón fundamental: la inmensa capacidad económica que tiene el estado por los precios petroleros. Pero esta situación va a ser afectada por la inmensa crisis del capitalismo mundial, con epicentro en los propios EEUU. Depende de la intensidad de esa crisis, los efectos sobre nuestra economía.

Dependiendo del tamaño de los efectos de esta crisis, veremos las primeras respuestas del gobierno que tiene dos opciones, ó se radicaliza a la izquierda, abriendo nuevamente la posibilidad de que se tomen medidas no solo antiimperialistas sino anticapitalistas, o que intente deslizarse más aún hacia la derecha y aumentar sus acciones represivas contra el pueblo. Esto último sería realmente peligroso para el gobierno, pues la respuesta de las masas sería mucho más contundente que la dada por los trabajadores de SIDOR.

ALGUNAS TAREAS

Aunque algunas luchas puedan plantear la oportunidad de impulsar propuestas políticas como la nacionalización de empresas bajo control obrero, el motor de las luchas sigue siendo el campo reivindicativo.

Otras nos pueden abrir la posibilidad de plantear el desarrollo de la participación de las masas en la toma de decisiones gubernamentales, y hasta pudiera surgir la posibilidad de desarrollar embriones de Consejos Obreros, pero tenemos que tener presentes que estos solo serán posibles al calor de las movilizaciones de los trabajadores, tal y como por ejemplo se han dado algunos pasos en SIDOR con el surgimiento de un Comité de Conflicto que empezó a desarrollar algunas tareas que el sindicato no cumplía. De crearse por decreto o como lo plantea la FSBT y el Ministro del Trabajo, serán una expresión tan o más burocrática que los sindicatos que plantean sustituir.

Junto a la lucha de los sidoristas, se han venido desarrollando otras como la de los ex trabajadores de la Coca Cola, los trabajadores automotrices de Carabobo y Anzoátegui, la de los empleados públicos, la de los trabajadores despedidos de la administración pública, trabajadores de la Firestone y se anuncia la de los trabajadores de Alcasa y otras más que van a requerir y también abrir una oportunidad para impulsar la unidad del movimiento obrero en lucha. Estas luchas son una oportunidad de fortalecer una política de solidaridad de clase, tan o más fuerte que la desarrollada con los trabajadores de SIDOR, que ha sido un factor importantes para que la misma haya alcanzado llegar hasta hoy, con una fuerza creciente.

Otro eje de lucha que los revolucionarios debemos aprovechar está dado en las discusiones internas del PSUV sobre la elección de alcaldes y gobernadores. Tenemos una gran oportunidad de proyectar nuevos dirigentes sobre la base de unas propuestas de cómo deben gobernar estos funcionarios para impulsar de verdad el socialismo como expresión del poder obrero y popular sobre todos los ámbitos de la vida.

Junto a todas estas tareas, es fundamental para que el avance sea sólido construir una corriente socialista revolucionaria que se disponga convertirse en la dirección política de las masas revolucionarias. Una corriente que sea capaz de levantar campañas de solidaridad con luchas como las de SIDOR, a su vez de acompañar a las masas por sus derechos reivindicativos, pero también de plantear de manera oportuna cuando hay que tomar medidas antiimperialistas y anticapitalistas.

Un corriente socialista que organice a los mejores militantes de toda Venezuela que insertados en todas las organizaciones obreras, populares, estudiantiles y campesinas, puedan responder a cada agresión del imperialismo y de la burguesía nacional como las que desarrollan hoy día y que aumentarán en la medida que se acerquen las elecciones del mes de noviembre.

Invitamos a todas y todos los camaradas que comparten estas ideas, para que nos unamos como un sol puño y construyamos esa corriente socialista revolucionaria que nos enrumbe por los caminos del socialismo.

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