viernes, 5 de febrero de 2010

Cambio climático: Aumentarán los huracanes más fuertes

El calentamiento global podría lleva a menor número de huracanes pero más intensos. El número de grandes huracanes en el Atlántico por año podría casi doblarse para final de siglo en respuesta al calentamiento global, según un nuevo estudio.

Un equipo de investigadores de huracanes sugiere que el daño de un mayor número de huracanes muy fuertes –categoría 4 y 5- es probable que supere la proyectada declinación en tormentas menos intensas (1).

En 2008, un grupo liderado por Thomas Knutson del National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), el Geophysycal Fluid Dynamics Laboratory (GFDL) en Princenton, New Jersey, proyectaron una marcada reducción en el número promedio de tormentas tropicales y huracanes en el oeste del Océano Atlántico Norte (2).

El resultado, basado en una simulación de la actividad de huracanes en un mundo más caliente, se convirtió en una sorpresa. Buscando una explicación, el equipo realizó la hipótesis de que el oeste del océano Atlántico podría convertirse en un entorno menos favorable para tormentas si las temperaturas superficiales del mar crecientes más al sur atraían las tormentas del Golfo de México y regiones adyacentes.

Sin embargo, en una resolución de cerca de 18 kilómetros, los modelos que el equipo uso para la simulación inicial eran muy gruesas para resolver sistemas de tormentas individuales.

Cuando repitieron sus esfuerzos con un modelo de mucha mayor resolución, los científicos encontraron un cambio en la distribución de las tormentas, pero también se mostraba un 80% de incremento en la frecuencia de tormentas más intensas –categoría 4 (210-249 km/h) y categoría 5 (más de 250 km/h)

Fuerza de la tormenta

El estudio, liderado por Morris Bender, un científico atmosférico en el GFDL, usaron los mismos 18 modelos climáticos que en el estudio previo, junto con otros cuatro modelos, para simular las temperaturas superficiales del mar y la actividad tormentosas en el Atlántico bajo un escenario moderado de futuras emisiones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático para el siglo XXI. Después ampliaron la resolución en algunas tormentas, generando un dibujo más detallado de ellas con un modelo de huracanes usado por Servicio Meteorológico Nacional del NOAA y observaron su comportamiento durante los cinco días simulados.

“Reducir la escala en los modelos reveló detalles tales como las bandas de lluvia, el movimiento vertical y la estructura de la pared del ojo de los huracanes”, comenta Bender. “Pensamos que la un incremento en la cizalladura vertical del viento en un clima más cálido evitará que muchas tormentas crezcan hasta huracán. Pero en pequeñas subregiones del Atlántico el efecto podría no darse y la trayectoria de tormentas por estos puntos podría probablemente ser más intensas.”

“Esto es importante porque, por ejemplo, en los Estados Unidos, el 80% del daño es producido por huracanes de categoría tres y más alta,”dice Kerry Emanuel, un investigador sobre huracanes del Instituto Tecnológico de Massachussets en Cambridge.

Incertidubmre de los modelos

La cizalladura vertical –cambio espacial en la dirección del viento y la velocidad- se predice que se vuelva más fuerte en un planeta más cálido e inhibir la rotación ciclónica de los vientos, un efecto que algunos científicos piensan que podría compensar el efecto del aumento de las temperaturas superficiales.

La proyección de que habrá menos pero más intensos huracanes en el Atlántico está en acuerdo con resultados de otros grupos que han usado unos modelos de clima de alta resolución para estudiar la actividad de huracanes.

Emanuel, por ejemplo, se ha enfocado en la cantidad de energía que las tormentas emiten para proyectar cambias en la actividad de huracanes. Algunos de los modelos que ha usado, proyectaron un gran incremento en la energía de los huracanes (3), consistente con los descubrimientos más recientes del equipo GFDL.

Pero Knutosn añade una nota de precaución. Uno de los cuatro modelos que el equipo usó para sus simulaciones mostró un descenso en todas las categorías de huracanes – lo que dice que tiene que ser considerado una solución plausible.

“Lo que nos da confianza es que nuestro modelo reproduce las observaciones históricas muy bien,” dice. “Pero todavía estamos tratando con problemas que tienen una incertidumbre inherente.

Artículo original:
http://www.nature.com/news/2010/100121/full/news.2010.24.html

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Referencias

1. Bender, M. A. et al. Science 327, 454-458 (2010). | Article | ChemPort |

2. Knutson, T. R., Sirutis, J. J., Garner, S. T., Vecchi, G. A. & Held, I. M. Nature Geosci. 1, 359-364 (2008). | Article | ChemPort |

3. Emanuel, K., Sundararajan, R. & Williams, J. Bull. Am. Meteorol. Soc. 89, 347-367 (2008).



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