Por: Víctor J. Rodríguez Calderón
El problema de la energía eléctrica en mi nación no se resuelve nombrando un ministro, comisiones o un comando y que nacional de ineptos, para que estudien este conflicto, ese es el principal efecto de corrosión que tiene encima la revolución, eso es burocratismo, corrupción e ineptitud, además de ser una injusticia, una subestimación, que se comete con el verdadero talento revolucionario venezolano.
Ese problema si tiene solución y como se lo manifesté personalmente al presidente apenas tomo el poder en 1999, cuando le hablé de la “operación bombillo”, el cual se trataba de un proyecto donde se le notificaba la situación de ese momento de Cadafe y sus filiales, dándole la problemática y las soluciones, estudio que se realizó dirigido por el ingeniero electricista, Rodolfo Galvis .
Este proyecto fue trabajado en base a toda una investigación exhaustiva, realizada por personal altamente calificado y donde participaron, ingenieros, trabajadores ejecutivos y obreros de las diferentes instituciones a nivel nacional, Edelca, Cadafe y sus filiales Enelven , Enerbar y Enelco y cuya razón ideológica y práctica fue la de promulgar y divulgar el gravísimo problema en la que estaba sumida nuestra industria eléctrica nacional y su reindustrialización y de como esta área era un requisito básico para el ordenamiento político social y económico de la nueva República.
Es verdad, la energía eléctrica desde la IV República se manifestó por ser un espectro, una empresa ineficiente y no rentable, allí nunca se corrigieron las fallas que se originaron en sus sistemas, daños en equipos e instalaciones y las interrupciones, causadas por la mala organización y su funcionamiento, era una empresa dedicada al clientelismo partidista y sindical, siempre con una deficiente administración de los recursos humanos y materiales, una gerencia en crisis y una supervisión insuficiente.
Las grandes inversiones que se le hicieron fueron a parar a los bolsillos de los personeros, diputados, presidentes de los organismos de las instituciones y los ministros de turno. Cadafe era una mafia, un centro de donde se manejaba todo un equipo de corrupción.
Las compras de equipos y materias necesarias nunca se llevaron a cabo y si se hacían, traían chatarras inútiles. De ahí, que los equipos de generación, transmisión y telecomunicaciones, se encontraban siempre envejecidos y deteriorados.
Pero, lo más lamentable es que en estos once años de revolución, el panorama es totalmente igual, a pesar de que también se han hecho enormes inversiones y voy a señalar solo un hecho.
Recuerdo que en un Aló Presidente, realizado hace 6 años las agencias de noticias registraron que se había firmado en presencia del Presidente Hugo Chávez, un contrato por 160 millones de dólares con la firma internacional Alston Power, el 13 de mayo del 2003, para construir la casa de máquinas de la presa La Vueltosa, cuyas obras físicas estaban concluidas, desde 1999.
El presidente si estaba informado de lo que se le venia encima a la nación, debe asumir esta responsabilidad, no puede lavarse las manos como Pilatos y de no intervenir con justicia y como revolucionario, en septiembre que no este maldiciendo al pueblo que lo tiene en el poder. Hay que luchar contra los oportunistas y corruptos, eliminarles la etapa de bonanza y repartición del botín energético, por culpa de estos la energía está hipotecada, en quiebra, es cierto, lo nuevo no se incrementa fácilmente, es un proceso histórico objetivo de fuerzas y personalidades limpias, donde lo fundamental es la independencia, la conciencia nueva de la verdadera revolución. No es posible que un país tan rico en energía, como el nuestro, tenga estos problemas tan graves hoy y lo mas critico, que se sacrifique al pueblo y se le diga que el es culpable por el derroche de luz. ¿Qué tal?
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