domingo, 1 de agosto de 2010

Se rompió el abrazo del alma


Víctor J. Rodríguez Calderón

Para comprender a Venezuela es necesario partir de una verdad elemental: El país de Bolívar está en transición a cumplir con una revolución. Venezuela se siente arteramente herida en su soberanía y desafiada en su dignidad nacional por las constantes intromisiones, tan mal disimuladas, en los asuntos internos de nuestro país por el Gobierno de la hermana República de Colombia, cuyo fracaso impidió el asesinato del Presidente y varios venezolanos por parte de las llamadas AUC. Pero esta criminosa intervención quedaría como un problema bilateral entre ambas naciones si una larga experiencia no pusiese de relieve que el Gobierno Colombiano que denunciamos a viva voz ofende en general a la conciencia democrática de los pueblos latinoamericanos y del caribe y, en particular porque ha entrado en violación de los derechos humanos, en conflicto con la mayoría de nuestras patrias libres y soberanas del continente.

Por lo dicho, estamos con la decisión que ha tomado el Gobierno de nuestra nación, Pero el juego abstracto de los principios verdaderamente revolucionarios y la urgencia de las preocupaciones positivas no pueden apartarnos de los imperativos de la realidad y vernos obligados a analizar entre otras, estos sucesos: por parte nuestra, ¿es una decisión meditada, de conciencia y bien tomada? ¿Está el pueblo de acuerdo?

Lamentablemente, Uribe el enemigo, siempre ha sido un lobo astuto y ha jugado como le ha dado la gana con nuestro gobierno y con nuestro líder, siempre hemos caído como “pendejos” en su propio terreno lodazado y lleno de estiércol, no escapa a mi criterio que las jugarretas de quien en el mundo está calificado como asesino, narcotraficante y vasallo del imperio, busca evitar que sus antecedentes sean elementos seguros para una persecución mundial, que no lo van a desvirtuar para un aprovechamiento anti popular, por que le teme a todos nuestros pueblos que han despertado y abren las nuevas perspectivas hacia el camino de la libertad.

Chávez, siempre pregonó que nunca caería en esas provocaciones ridículas, pero por el contrario, ha sido lo primero que ha hecho. Olvido que Venezuela inspira su política internacional en el pensamiento de Bolívar y que por esa orientación es menester culminar el proceso de la integración hispanoamericana, bajo formulas que ahora impone la realidad, en eso va el mas sagrado propósito: La solidaridad activa de nuestros Pueblos y no la de un hijo de la mal Colombia, como lo es Uribe.

Que importa las acusaciones de Hoyos en la OEA, ¿no nos jactamos de decir que somos una nación soberana? ¿Lo somos o no? Cuando Uribe cedió el territorio de los colombianos para meter las bases americanas lo primero que dijo fue que su patria era soberana y que nadie podía inmiscuirse en sus política internacional, hasta ahí duro el ruido del presidente Chávez y de todos los supuestos países socialistas del mundo.

La integridad está en nuestros pueblos y son ellos los que deciden, todo lo contrario seria una traición al pensamientos Bolivariano, siempre lo he dicho y lo sostengo, me molesta el escamoteo, el juego de las palabras del Libertador pues eso demuestra que no se está en la realidad de la ruta Bolivariana. El mundo latinoamericano y caribeño tiene lacras que impiden la unidad y que niegan valor moral a su gestión y lo mas lamentable que los gritan ¡VIVA BOLIVAR! Caigan en esas ridiculeces políticas, que no tienen sino el animo de desestabilizar el verdadero sentimiento de los revolucionarios Bolivarianos.

A nadie escapa que vivimos bajo el impacto de una angustia multiforme y persistente con las bases norteamericanas al lado. ¿Por qué callan? ¿No es ese acaso el verdadero peligro que nos amenaza? No he visto a ningún embajador nuestro quejarse. De ese problema no se ha dicho nada en la OEA, todas las plumas, voces y voluntades se escondieron, ahora todas hablan de guerra con Colombia, ahora todos nos odiamos por la sagacidad de un canalla asustado. Lo malo de verdad, es que aquí en mi nación, los líderes, gobierno y revolucionarios de verdad caigan en ese juego ridículo, nada saludable, ni revolucionario, ni siquiera inteligente, pretender escuchar a un montón de cobardes.

La primera idea que desgloso en forma general del pensamiento del Libertador, es la de identidad de origen y destino, esa que verdaderamente nos distingue como la América Bolivariana, la que empieza en el río Orinoco y termina en el Paraná. Bolívar lo predijo: NO ME USEIS PARA HUNDIR LOS PUEBLOS Y SUMIRLOS EN GUERRAS. ¡Hagamos lo que tenemos que hacer! “SEREMOS LIBRES O SEREMOS MUERTOS”.


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