El Evangelio de piedra

Por: Víctor J. Rodríguez Calderón.

La trayectoria investigativa vital y azarosa, rica en actividades de variada índole, del líder del cristianismo, cuya lección se basa en una resistencia ofensiva cuyos ingredientes fueron de la no violencia y la total integración pasiva para construir una nueva doctrina untada de amor, comprensión, libertad, justicia e igualdad. En este trabajo histórico, investigativo, encontramos su ejemplo, su predica filosófica-política de incalculable significación desde su nacimiento, pero silenciada por el dogma, el misterio y una iglesia que mutiló el conocimiento y enturbio la honestidad del líder purificándolo para llevarlos a los altares metafísicos, donde la humanidad, sus seguidores, solo sirvieron para rendirle “culto sagrado” como un Dios mas de la antigüedad. La iglesia hizo un Dios al que hay que cantarle el himno de la sumisión y lo castró quitándole su originalidad la cual no ha pasado de ser un gesto vacuo y por siempre lamentable, hizo de su nombre un recuerdo, una replica de Dios, un camino cerrado que nadie puede andar, descompuso el pensamiento verdadero cristiano de su franco destino, para encerrarlo y hermetizarlo con el poder esclavista y opresivo que siempre ha sacrificado a la humanidad. Hoy se descubre que Jesús no murió en la cruz, como tampoco que Judas lo traicionó, que vivió como cualquier padre de familia y que su honda repercusión fue una existencia puesta enteramente al servicio de los ideales del humanismo y el anticolonialismo, ideales que se asocian permanentemente a una rigurosa búsqueda interior y a una identificación casi obcecada con el verdadero espíritu libre del pueblo. Este trabajo, esta historia de su vida, aun la que se mantiene en secreto, es en realidad para que se lea dentro de una extensa meditación acerca de la esencia de un verdadero evangelio escrito y vivido por Jesús, ella constituye un texto de inapreciable valor para todos aquellos que en el presente se interrogan sobre el destino del hombre mas grande y sabio que construyó la esperanza de toda una nueva civilización, como lo es la cristiana. Mi trabajo no ataca, ni tampoco tiene la verdad, su principal concepción, es que es el resultado de un arduo y prolongado esfuerzo de investigación. Ella resume la biografía de un pensar que lucha por encontrar su propia senda al enfrentarse a una pregunta que no dispensa tregua. Por eso, tal vez, no tenga resultados, pero eso es lo menos importante, quizás su importancia la tiene el propio lector, a quienes mi trabajo les plantea, no una duda, sino una verdad que los aproxime mas a Jesús, mediante perspectivas que le concedan un paso mas para conocer de verdad quien fue este “quijote sagrado”; de ahí que para nada toque las bases fundamentales del ocultismo, sus principios, sus leyes y hechos son respetados, pero a Jesús lo llevo al plano de ser hombre, de ser maestro, constructor filosófico y científico mortal que vivió en la tierra, que la pisó, como todos y cada uno de nosotros, como un envoltorio carnal y que su imagen física y espiritual simbolizaron la palabra de Dios, su padre, a quien él entendió perfectamente, pero sin temores o miedos y menos sumiso a misterios que él nunca mencionó. A medida que avanzamos por el mundo y el sendero de la investigación nos muestra las verdades ocultas, constatamos que todo lo de este mundo tiene una razón y un porque fijado según un plan que obedece a la misma naturaleza y que a pesar del desorden creado por el mismo hombre para confundir y dominar al mismo, una infinita sabiduría reina en el macrocosmos que nos dicta las verdades de todo. Por otra parte, estamos en pleno desarrollo de la “bestialización” de la inteligencia, mientras mas inteligencia muestre una civilización, mas salvaje se vuelven sus sistemas de dominación y siempre tomaran a Jesús para utilizarlo como un ser superior poderoso y sabio, pero oculto y lleno de esoteridades negativas que no dejaran ver el horror de la existencia de este mundo trastornado. Es un evangelio de piedra porque al final cobrara vida y habrá seres que se arrastrarán sobre ella. Tan solo es cuestión de tiempo.

(Continuará...)