Con Uribe, no vendrá nunca la paz

Lo que ahora pide a gritos la opinión mundial –un poco desconcertada y presa de un terrible temor, a pesar que la FARC cumplió con su misión humanitaria, es la paz para Colombia. Pero, ¿ como se puede conseguir si existen personas como el “amigo del alma”, “Uribito” y sus compinches? ¿Cómo lograrla y qué se debe pagar por ella?. Se han enfrentado los hechos, se han buscado las mejores situaciones para alcanzarla y ya se tenían condiciones para un camino, por lo menos inicial y seguro. No se consiguió nada en este aspecto, el ejercicio violento de “Uribito”, excluyente, no tiene otro camino que el de la violencia de estado para enfrentarlo, la amenaza, la venganza del accionar contra un pueblo que no se rinde ante la vorágine de sangre a que este monstruo la ha sometido. Colombia es un pueblo que resiste y lucha, y que crea sus métodos de resistencia desarrollándolas con la intención humana de exigir solo mejores condiciones de vida y democracia. Por otra parte, no se puede olvidar que esta nación del Sur es uno de los epicentros de la guerra “infinita” del gobierno de George W. Bush y que el “paisa Uribito” es producto directo de su política, es su aliado mas intenso, uno de los fuertes con que cuenta aquí en Latinoamérica. Recordemos que este señor fue electo con la figura de “super”, pues su mano dura buscaría para Colombia, una solución IRAKI, BUSSHIANA, pues las tentativas de pacificación de los anteriores mandatarios habían sido un fracaso rotundo. De tal manera que la única intención de paz de “Uribito”, es el derramamiento de sangre, él piensa que este es el único camino para derrotar a la FARC y cree que con ello favorece las políticas de Washington y las clases oligárquicas que detentan el poder, ellos no permitirán de ninguna manera que venga una unidad social y que las organizaciones políticas tengan la mínima oportunidad de disputarle el poder, por supuesto, para lograrlo no ha vacilado nunca en asesinar a sus contendores. Al suspenderse la operación humanitaria, el gobierno Uribista, en la voz de su canciller Fernando Araújo, acuso a la comisión internacional y se quejo de que “algunos de sus miembros” dudaban de la transparencia del gobierno y se mostraban en un escenario a favor de la FARC y que eso elevaba la imagen en la esfera internacional de esta organización y en esas condiciones ellos no podían permitir tal conducta, por lo que habían decidido cortarlo de raíz y no permitirlo nunca más. Pero fueron las mismas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, las que callaron estas voces agoreras. Cuando esto ocurrió, Las reacciones no se hicieron esperar, primero, el pueblo colombiano se sacudió y empezaron a manifestarse reacciones encontradas, pues se vio claramente que el gobierno pasaba factura a la victoria política que había obtenido ante el craso error de la FARC al callar sobre lo sucedido con el niño Emmanuel, una de las personas comprometidas ante el mundo que ellos liberarían. Segundo, la comisión internacional cayó ante el asombro sorpresa que anunciaba el canciller colombiano, de que no permitirían mas comisiones humanitarias internacionales en operativos para liberar retenidos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) puesto que estas favorecían a los subversivos. La Cancillería Argentina, fue la primera en manifestarse, aclaró de inmediato: “Con todo respeto, es necesario señalar que lo dicho por Araújo resulta contradictorio a lo manifestado por el presidente colombiano, Álvaro Uribe, al expresidente argentino Néstor Kirchner y a otros miembros de la comisión humanitaria internacional a favor de la liberación de los rehenes”. “Fue el propio Uribe quien, al termino de la visita, le manifestó a Kirchner su agradecimiento por su presencia en Colombia y por los esfuerzos humanitarios llevados a cabo por la comisión internacional en ese país”. Además, resaltaron que, por “indicación del propio Uribe”, toda la relación como integrantes de la comisión de garantes “se mantuvo con el comisionado para la Paz, Luís Carlos Restrepo , y en este sentido, el canciller Araújo no tuvo ninguna participación durante la visita de la comisión a Villavicencio. Pero lo mas importante por encima de todo esto, es que la FARC le entregó clandestinamente las coordenadas al presidente Venezolano Hugo Chávez, para la liberación de Clara Rojas y Consuelo González y en tiempo record se hicieron las operaciones donde “Uribito” y gobierno ante la presión mundial, no les quedo otra salida que aceptar y colaborar con la operación. A San José de Guaviare llegaron los helipcoteros de la Cruz Roja, con los delegados venezolanos y el señor embajador de la Republica de Cuba. Resaltamos que toda la acción se realizó bajo los criterios que exigió el gobierno colombiano, de manera discreta y en permanente coordinación. Así se cumplió el compromiso de la FARC y se mostró ante el mundo que el trabajo de la senadora Piedad Córdova y el Presidente Chávez llevo el tinte indeleble del sentimiento humano. Sabemos que la guerrilla entregó pruebas de vida de ocho secuestrados al ministro venezolano del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, las cuales se le entregaron al señor Presidente de Venezuela. “Uribito” y “ Bushito” no pudieron sabotear esta vez y no les quedo otra salida que colaborar y agradecer, lo que ellos nunca estuvieron dispuestos a realizar, Uribe. habló a los colombianos y a nombre de ellos agradeció al presidente Chávez, por sus esfuerzos y su eficacia para el logro de la acción, extendiéndolo a la Cruz Roja, a la comunidad internacional, la senadora Piedad Córdoba, los observadores internacionales, los soldados colombianos y al gobierno de Cuba que han participado decididamente en todo momento en esta face, y les dijo a la FARC, que ahora si había las posibilidades de que se construya una zona de encuentro, tal y como lo propuso la iglesia católica. Pero con las cejas arrugadas expreso: “La institucionalidad ganará la batalla contra el terrorismo”. “Nuestro gobierno está listo para la paz”. Invicto a la FARC a considerar una negociación sencilla, ágil”. Esperaremos los resultados.