martes, 5 de febrero de 2008

Sucre: Mariscal de Ayacucho, Abel de América

A 213 años del natalicio del gran prócer cumanés

Un pequeño recorrido por la vida de este gran héroe venezolano, nos lleva a conocer, o mejor dicho reconocer, la grandeza de un hombre que murió en la flor de su juventud en pro de los valores libertarios. Estratega sin igual y dueño de una benevolencia legendaria, su pensamiento progresista aún marca el camino en la construcción de una mejor patria. Acuñado en monedas, vitoreado en discursos, bustos de plazas y demás, el pensamiento de Sucre persiste orgulloso y reluciente al lado de Bolívar, ambos víctimas de la traición


Por: Yorkman ReinosoCuando se habla de Antonio José de Sucre, es fácil para la mayoría de los venezolanos asociarlo con el adjetivo de “Gran Mariscal de Ayacucho”, un título ganado a pulso por este héroe de la independencia que vio luz un 3 de febrero de 1795 en Cumaná. De familia aristócrata, cuyos orígenes se remontan a Bélgica, siempre despuntó, desde muy joven, como un defensor de la libertad y de la unidad. Un revolucionario, diríamos, en todo el sentido de la palabra. Antonio José de Sucre se inició en la milicia desde los 13 años, y ya a los 15, era subteniente de Milicias de Infantería de Cumaná y peleó a las órdenes del Generalísimo Francisco de Miranda. De espíritu revolucionario, era defensor de las clases más populares, reformista, liberal, gran pensador y hombre de familia. Cimentó los ejemplos de civismo, lealtad y amor por América. Llegó a convertirse en Presidente de Bolivia, demostrando sus dotes de estadista e ideólogo y su afán constitucionalista. Algo que le valió ser llamado por Bolívar como un hombre de visión pragmática. Su magnanimidad sólo era equiparable a su espíritu joven y visión libertadora. Algunos lo consideraban el sucesor natural de Bolívar. Su gran deseo de ver naciones libres se cumplió, sus afanes de sembrar la tierra y entregarse al hogar no pudieron darse, al morir prematuramente víctima de la traición y alevosía de sus amigos. El líder de la Revolución habla sobre el Mariscal Hablar sobre el Gran Mariscal de Ayacucho es ahondar en una vida fascinante como la de la mayoría de nuestros héroes. Entregado de lleno a la causa patriótica, siempre demostró lealtad al Libertador. Este vínculo ha sido utilizado por algunos de sus detractores para minimizar sus logros. Sin embargo, su imagen de joven guerrero y extraordinario estratega militar, es rescatada gracias a las palabras del propio Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, conocedor eximio de la historia y siempre dispuesto a recrearnos en los pasajes gloriosos de nuestra lucha independentista. “Sucre fue un auténtico revolucionario que construyó escuelas, abrió carreteras y caminos, acueductos. Por ello debemos luchar contra esa imagen que nos impusieron desde niños, ‘de que Sucre era un mojigato, un segundón de Bolívar’. Él era un soldado fiel y el propio Bolívar, escribió una biografía de Sucre. Bolívar admiró a Sucre y su buen juicio militar, muchas veces superior a él. Y tuvieron algunas discusiones. Sucre fue también un gran político”, refirió el Presidente en un acto realizado en su honor en Quito, Ecuador. El Mariscal quien murió muy joven, es altamente ponderado en naciones bolivarianas como Bolivia y Ecuador, gracias a las ideas progresistas e igualitarias que promulgó, amén de su alto sentido constitucionalista y progresista. ¿Qué hizo tan grande a Sucre? Las hazañas del Gran Mariscal de Ayacucho trascienden lo meramente histórico. Dueño de una magnanimidad a toda prueba, demostró su heroísmo y caballerosidad dentro y fuera del campo de batalla, estas acciones llevaron a los expertos a considerarlo único dentro de la pléyade de héroes patrios. A continuación algunas razones por las cuales se enaltece su nombre: -Libera al Ecuador el 24 de mayo de 1822, derrotando en Quito al general Aymerich en las faldas del Pichincha. -El Gran Mariscal movilizó a sus hombres por los inhóspitos desiertos de Los Andes, para poner fin a más de tres siglos de dominación española en suelo boliviano. -A pesar de ser su familia destruida por los godos no guardó rencor en contra de ellos y fue magnánimo como vencedor. -En el Perú el General Antonio José de Sucre logró la liberación definitiva de la América del Sur de los españoles, Cuba y Puerto Rico estuvieron en sus planes, pero el tiempo o mejor dicho la vida, no le alcanzó. -Con menos tropa que el Virrey La Serna, Sucre tuvo en Ayacucho el cenit de su gloria. Su táctica e ingenio, son para los amantes del arte de la guerra una obra maestra del ajedrez del combate, por lo que desde el 9 de diciembre de 1824 el campo de Ayacucho es recordado en los anaqueles de la historia como la batalla más grandiosa jamás vista en suelo americano. -Cuando el General Sucre esculpe su “Tratado de Regularización de la Guerra”, le dio visos más “humanos” a la confrontación bélica. -El Libertador escribiría más tarde sobre este Tratado de Regularización de la Guerra: “Este Tratado es digno del alma de Sucre; la benignidad, la clemencia, el genio de la beneficencia lo dictaron: él será eterno como el más bello monumento de la piedad aplicada a la guerra; él será eterno como el nombre del vencedor de Ayacucho”. El Mariscal Sucre hecho Misión Este gran prócer más allá de su leyenda en la historia americana, ha dado nombre a numerosas calles, plazas, monedas, ciudades, colegios y mucho más. Lo que habla de su papel ejemplarizante y el sello ineludible de la identificación que tiene en su mayoría la juventud con su figura. Es así que con el arribo del Gobierno Bolivariano, que ha puesto tanto énfasis en la educación, numerosas misiones nacieron al amparo de los nuevos tiempos revolucionarios, y que mejor que una misión educativa para llevar el apellido de tan ilustre e insigne venezolano, “Misión Sucre”, así de sencillo. Esta misión ha enaltecido y llevado los ideales impulsados por la hermandad bolivariana a lo más alto. Educación de primera y a todos los niveles. La Misión Sucre representa, más allá de las cifras, el reconocimiento póstumo a nuestros héroes. La emancipación de la educación elitesca, el escape a la subyugación de la ignorancia y la sabiduría a la mano del pueblo. Eso representa la misión, una parte de Sucre, de ese grande que murió joven, a los 35 años, por la libertad. Finalmente, el presidente Chávez aseguró que Antonio José de Sucre continúa vivo en nuestra memoria y relató que el Libertador Simón Bolívar, al saber de la muerte del Gran Mariscal de Ayacucho, “lloró y dijo: Dios mío han matado al Abel de Colombia, si tienes justicia lanza un rayo de tus manos sobre el monstruo”. Aseguró que “todo el pueblo lloró a Sucre y debe ser llorado eternamente, mártir de nuestro pueblo que pagó con su vida el ser patriota, el ser un verdadero revolucionario, el haber sido fiel al juramento que hizo sobre el Libertador. Hoy te lloramos, pero te reivindicamos. Hoy Sucre vive en nosotros y esto es más que una palabra, es una realidad”. yreinoso@minci.gob.ve

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