Conforme a las exigencias de la situación creada debemos desplegar con pleno ímpetu la lucha política, movilizando todas nuestras fuerzas, pero para ello, debemos conocer bien lo que significa trabajar en equipo, saber que construir el partido de la revolución es UNO mas UNO para sumar el montón de victorias que se necesitan para fabricar la plataforma real del poder.
Yo creo que en estas elecciones del 2D pasadas, nos mostraron con claridad que el pueblo está con Chávez, pero no con la mayoría de zánganos que lo rodean. El éxito del líder está en el éxito de la construcción del partido lo cual es una necesidad fundamental, ese grupo de hombres unidos, disciplinados y ordenados tienen que promover con sus esfuerzos conjuntos, el verdadero interés nacional sobre la base de los principios bolivarianos. En primer termino hay que levantar una vanguardia política social capaz de hacer una organización estable cuya finalidad objetiva tenga que ser la conquista y el ejercicio del poder político. No voy a maquillar, ni menos a minimizar el impacto, la respuesta fue clara y si de verdad existe un comando político su deber es entrar de inmediato a ejecutar los analices de lo que paso.
Devolver al venezolano genérico, la doctrina bolivariana, es restituirle el poder de ejercer plenamente su libertad. Los candidatos a ejercer funciones de estado no se pueden marcar más a dedo manía, las bases quieren ver a sus líderes, los que trabajan, los que luchan los que sin campaña hacen la labor de campo.
Necesitamos la construcción del partido para eliminar a esa cuerda de ladrones y oportunistas que se han aliado solo para hacernos daño. Nosotros nacimos como un movimiento de cambios y necesidades, fuimos grupo de presión para lograr la derrota de la dictadura del adecopeyanismo, fuimos soldados de la patria en el golpe del 11 de abril y ahora necesitamos ser el partido político de la sociedad venezolana libre y democrática. Ojalá se nos escuche, es un esfuerzo que solo intenta identificar una necesidad en un momento difícil y nuestra organización política debe dirigirse de inmediato a recuperar la conciencia porque no se debe olvidar que la sociedad juzga a las organizaciones y del resultado es que estas tienen vida o no.
Al mismo tiempo debemos de insistir que los cuadros dirigentes y los soldados de la militancia tienen que compenetrarse y lograr una estrecha unión de la voluntad y de la ideología, establecer las mas intimas relaciones con el pueblo, defendiendo sus intereses perentorios y sobre todo mantener una férrea disciplina y no ese “parapetismo” que están creando algunos seudo-dirigentes que fungen como líderes y que “innatos” de nuestra revolución.
Para vencer ese bandidaje es necesario desplegar una voluntad de entereza revolucionaria dispuesta a depurar nuestras filas con elevada disposición y la máxima fidelidad a nuestro proceso.
Yo creo que en estas elecciones del 2D pasadas, nos mostraron con claridad que el pueblo está con Chávez, pero no con la mayoría de zánganos que lo rodean. El éxito del líder está en el éxito de la construcción del partido lo cual es una necesidad fundamental, ese grupo de hombres unidos, disciplinados y ordenados tienen que promover con sus esfuerzos conjuntos, el verdadero interés nacional sobre la base de los principios bolivarianos. En primer termino hay que levantar una vanguardia política social capaz de hacer una organización estable cuya finalidad objetiva tenga que ser la conquista y el ejercicio del poder político. No voy a maquillar, ni menos a minimizar el impacto, la respuesta fue clara y si de verdad existe un comando político su deber es entrar de inmediato a ejecutar los analices de lo que paso.
Devolver al venezolano genérico, la doctrina bolivariana, es restituirle el poder de ejercer plenamente su libertad. Los candidatos a ejercer funciones de estado no se pueden marcar más a dedo manía, las bases quieren ver a sus líderes, los que trabajan, los que luchan los que sin campaña hacen la labor de campo.
Necesitamos la construcción del partido para eliminar a esa cuerda de ladrones y oportunistas que se han aliado solo para hacernos daño. Nosotros nacimos como un movimiento de cambios y necesidades, fuimos grupo de presión para lograr la derrota de la dictadura del adecopeyanismo, fuimos soldados de la patria en el golpe del 11 de abril y ahora necesitamos ser el partido político de la sociedad venezolana libre y democrática. Ojalá se nos escuche, es un esfuerzo que solo intenta identificar una necesidad en un momento difícil y nuestra organización política debe dirigirse de inmediato a recuperar la conciencia porque no se debe olvidar que la sociedad juzga a las organizaciones y del resultado es que estas tienen vida o no.
Al mismo tiempo debemos de insistir que los cuadros dirigentes y los soldados de la militancia tienen que compenetrarse y lograr una estrecha unión de la voluntad y de la ideología, establecer las mas intimas relaciones con el pueblo, defendiendo sus intereses perentorios y sobre todo mantener una férrea disciplina y no ese “parapetismo” que están creando algunos seudo-dirigentes que fungen como líderes y que “innatos” de nuestra revolución.
Para vencer ese bandidaje es necesario desplegar una voluntad de entereza revolucionaria dispuesta a depurar nuestras filas con elevada disposición y la máxima fidelidad a nuestro proceso.
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