El circo electoral termina este domingo. Un circo en el que los focos solo iluminan a las maquinarias electorales respaldadas y financiadas por poderosos grupos capitalistas. En las que sólo se puede elgir A ó B, derecha civilizada (PSOE) o ultraderecha (PP). Y, por si fuera poco, en la que ETA ha irrumpido fortaleciendo esa tendencia al voto "de orden". En ese marco, la incipiente izquierda nacional canaria ha peleado una campaña de extensión y popularización de sus ideas.
UNIDAD DEL PUEBLO, en voz de Juan Simón Padrón, ya señalaba desde el principio que lo importante no eran los resultados, sino fortalecerse para la batalla a partir del día 10. Una batalla que pasa, fundamentalmente, por la organización y la construcción de un gran partido capaz de afrontar los retos del futuro en mejores condiciones que estos últimos veinte años.
Y si bien es cierto que los resultados no van a ser significativos, también es cierto que cada voto es un empujoncito en esa dirección.
En estos últimos tres años, UNIDAD DEL PUEBLO ha pasado de ser una organización minoritaria, a la que ni siquiera se recibía cuando quería hablar de unidad, a ser la fuerza emergente que se extiende por toda la geografía nacional de Canarias, con un discurso fuerte, pegado a la realidad social de nuestro pueblo, y con un prestigio creciente. Una organización que, sin duda, debe mejorar mucho -muchísimo-, pero sin la cual el panorama político de la izquierda en Canarias no presentaría los horizontes de esperanza que hoy se vislumbran.
Veremos muchas cosas proximamente. Torres orgullosas que se demoronan. Nuevos corrimientos de fuerzas. Alianzas hasta hoy impensables. Pero la izquierda nacional canaria debe saber mantener la cabeza fría y seguir poniendo en pie un patrimonio de seriedad y de rigor, de trabajo militante y de coherencia política.
Y a partir de ahora, a construir: a unir, a organizar, a avanzar.
Fuente: MAGEC.
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